Alta comisionada de la ONU llama a tomar "acciones efectivas" en Siria
Un día después de que el ministro del Extranjero ruso se reunió con el presidente sirio para "comprometerse" con el fin de la violencia, la alta comisionada de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Navi Pillay habló de una "urgencia extrema de la comunidad internacional para acabar con la política y tomar acciones efectivas para proteger al pueblo sirio".
"Estoy horrorizada por el asalto del gobierno sirio en Homs y el uso de su artillería y otras armas pesadas en lo que parecen ser ataques discriminados contra zonas civiles en la ciudad", dijo Navi Pillay en un comunicado.
"La incapacidad del Consejo de Seguridad para aceptar tomar acciones colectivas parece haber incentivado la disposición del gobierno de Siria para masacrar a su propio pueblo en un esfuerzo por acabar con los disidentes".
Pillay aseguró que desde el inicio de la brutal represión contra los manifestantes mayoritariamente pacíficos, miles de personas han sido asesinadas, detenidas o torturadas. Sostuvo que estos actos deben constituir crímenes contra la humanidad, castigados bajo las leyes internacionales.
Funcionarios estadounidenses dejaron claro el martes que Estados Unidos ya perdió la paciencia con Al Asad, quién llegó al poder en el 2000 tras tres décadas de gobierno de su padre.
"Tus días están contados", dijo la embajadora estadounidense ante las Naciones Unidas, Susan Rice, en referencia a Al Asad. "Se te acabó el tiempo de hacer una transferencia del poder responsable y pacífica".
Más sangre en Homs
Al menos 47 personas murieron el miércoles en la ciudad de Homs, informó un grupo de activistas.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos dijo que entre las víctimas había 20 miembros de tres familias "desarmadas", quienes fueron asesinados cuando las fuerzas armados entraron a tres casas de un vecindario.
Un activista opositor, Omar Shakir, aseguró que el número de víctimas era de 54, luego de visitar hospitales en tres vecindarios de Homs.
"Los bombardeos no paran", dijo Shakir, residente de Homs. "Nos están bombardeando con tanques".
Los heridos deben recurrir a clínicas improvisadas y mal equipadas porque los cohetes golpearon a dos hospitales y el otro es usado para las fuerzas del presidente Bachar al Asad.
Como el epicentro del movimiento de protestas contra el gobierno, Homs vive la peor violencia desde que comenzaron las manifestaciones hace 11 meses.
"No podemos contar más las muertes. Quieren acabar con nosotros", dijo Mohammed Salih, otro residente de Homs. Aseguró que los bombardeos comenzaron a las 5:00 horas (local) del miércoles.
Incluso en casa, dijo, nadie está seguro.
El gobierno va de casa en casa rompiendo los muros en lugar de avanzar por las calles, donde podrían enfrentar la oposición del Ejército Libre Sirio, dijo un activista que pidió ser identificado solo como Danny, por razones de seguridad. El Ejército Libre Sirio está formado por soldados que desertaron de las fuerzas del gobierno.
"Lo único que necesitamos de la comunidad internacional es que impongan una zona libre de vuelo y que den asistencia al Ejército Libre Sirio con mejores armas, y nosotros podemos vencer a los perros de Asad", aseguró Shakir.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas propuso una resolución el fin de semana que pedía detener la violencia en Siria, pero Rusia y China la vetaron .
Mientras los activistas describen escenas con cuerpos amontonados en las calles que no pueden recoger porque los francotiradores están al acecho, un grupo de naciones árabes anunció que llamaron a sus países a sus embajadores. Entre ellos, Bahrein, quien el año pasado tuvo su propia revuelta de disidentes.
Las Naciones Unidas calcula que 6,000 personas han muerto desde que las protestas iniciaron en el 2011. El Comité Local Coordinador, una red de activistas opositores, sostiene que 7,339 personas han sido asesinadas.
El gobierno sirio atribuye estas muertes a "grupos de terroristas armados".