La Asamblea General de la ONU aprueba condenar al régimen de Siria
La Asamblea General de Naciones Unidas votó a favor de la resolución que condena la violencia ejercida por el presidente de Siria, Bachar al Asad, en contra de los grupos de opositores a su gobierno que ha causado miles de muertos, y lo instó a dejar el poder.
Con 137 votos a favor, 12 en contra, y 17 abstenciones, la mayoría consideró que la resolución que condena las “ sistemáticas violaciones de los derechos humanos” del gobierno sirio representaba una condena internacional a favor de la pacificación del país árabe.
La discusión en la sede de Naciones Unidas, en Nueva York, se centró en si los miembros de la organización mundial podían interferir en la solución de un asunto interno de Siria, a lo que la mayoría consideró que la resolución se trataba sólo de un pronunciamiento ante la violencia que no podía "pasar indiferente", según el consenso.
“La resolución sólo aportará lo que una resolución puede hacer: brindar un apoyo al panorama de lo que realmente sucede de acuerdo con las observaciones que Naciones Unidas ha recogido en Siria”, dijo la representante de Granada.
La resolución del proyecto estuvo encabezada por Egipto y la Liga Árabe, quienes han recomendado iniciar una misión conjunta con la Organización de Naciones Unidas en busca de paz.
Sin embargo, algunos de los que se pronunciaron en contra consideraron que la resolución era parcial al no condenar la violencia que ejercen a quienes llamaron “grupos terroristas” que se oponen al gobierno de Bachar al-Asad.
El representante de Siria en Naciones Unidas, Bashar Jaafari, consideró que los países que apoyaban la resolución imponían sus decisiones sobre el pueblo sirio. “Piensen en el desastre y la catástrofe que vendrá después de la resolución”, pidió Jaafari, quien dijo que este tipo de sentencias son desbalanceadas y solo incrementan la crisis.
El discurso del funcionario sirio fue respaldado por los representantes de Rusia, China, Venezuela, Corea del Norte, entre otros, quienes en la discusión afirmaron que esta resolución invadía la soberanía de Siria, e incluso justificaba la violencia ejercida por los opositores al gobierno de al Asad.
La resolución aprobada por el pleno de la Asamblea General no es de carácter vinculante, por lo que la decisión de asumirla o no queda en el presidente Bachar al Asad.
Ante la creciente presión internacional por la violencia, el gobierno sirio tiene previsto realizar el próximo 26 de febrero un referéndum constitucional que ofrecería mayores libertades políticas a su pueblo.