El anuncio nuclear de Irán: ¿desafío o voluntad de negociar?
El anuncio emitido por Irán el miércoles, relativo al estado que guarda su programa nuclear, puede hablar más del desafío lanzado por el régimen de cara a las crecientes sanciones que de demostrar avances nucleares significativos.
Antes del miércoles, la pregunta predominante para la gente era si el anuncio señalaba que Irán se está acercando a la obtención de un arma nuclear, cruzando así un límite que podría obligar a Israel a lanzar una acción militar preventiva. El anuncio fue recibido con impaciencia.
“En Israel se esperaba un anuncio más importante”, dijo Fred Fleitz, editor en jefe del servicio de pronóstico de inteligencia Lignet.com y antiguo funcionario de no proliferación armamentista en la administración de George W. Bush. “¿Eso es todo? A Israel no le va a preocupar esto. Sin embargo, sugiere que no están dispuestos a cambiar y esto no va a alentar a nadie a negociar con ellos”.
Este juego puede tratarse de las negociaciones. Mientras el presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad anunciaba con bombo y platillo el abastecimiento de cilindros de combustible al reactor de Teherán, el régimen enviaba un escrito a la jefa de política exterior, Catherine Ashton, informando de la reanudación de las pláticas nucleares con las potencias mundiales. ¿Coincidencia? Difícilmente.
Es posible que el espectáculo haya sido montado por Ahmadinejad para el consumo del público, diseñado para envolver al régimen en la bandera nuclear y unirlos para hacer frente a las abrumadoras sanciones. El programa nuclear iraní sigue siendo un asunto de orgullo nacional y uno de los pocos puntos de acuerdo entre el dividido régimen iraní, lo cual puede representar una ventaja para Ahmadinejad en las elecciones parlamentarias del próximo mes.
Algunos expertos creen que su objetivo puede insinuar que Irán está dispuesto a negociar su programa nuclear con Occidente.
Las duras sanciones al régimen han comenzado a afectar al pueblo iraní, y el sufrimiento se intensificará una vez que entren en vigor las restricciones a las exportaciones de crudo el próximo mes de junio. Al aceptar la invitación a pláticas del llamado grupo P5 más 1 (Estados Unidos, Francia, Rusia, China y Alemania) el mismo día en que se anuncian los avances nucleares, Irán puede estar enviando el mensaje de que espera llegar con ventaja a la mesa de negociaciones.
Sin embargo, el régimen puede estar albergando falsas ilusiones. El anuncio no tuvo el efecto deseado en Washington, donde la vocera del Departamento de Estado lo calificó de “no terriblemente impresionante”.
Las revelaciones nucleares sencillamente se quedaron cortas. Teherán afirma que han insertado cilindros de combustible producidos en el país en el reactor nuclear y que tienen una “nueva generación” de centrifugadoras en las instalaciones de Natanz capaces de enriquecer uranio más rápido, lo cual no es alarmante ni sorprendente, según los expertos.
Irán ya anunció el mes pasado que había producido cilindros de combustible para el reactor experimental de Teherán, que es usado para producir isótopos de uso médico. El reactor, que se estaba quedando sin combustible, fue el objeto de una propuesta de acuerdo entre Teherán y el P5 más 1 en la que algún país occidental proveería de combustible al reactor a cambio de que Irán cediera la mayor parte de su inventario de uranio empobrecido. Aún con los cilindros de combustible, el reactor no es considerado un riesgo significativo de proliferación ya que la cantidad de combustible que requiere es pequeña, lo cual vuelve lenta y difícil la obtención de uranio de grado armamentístico.
No está claro si Irán tiene siquiera la capacidad técnica para producir cilindros de combustible de calidad suficiente para operar un reactor experimental o, más importante aún, el reactor de Bushehr, que es mucho más poderoso y con la capacidad de producir uranio de grado armamentístico. En la actualidad es en Rusia donde se fabrican los cilindros para Bushehr.
Además, funcionarios de los Estados Unidos y expertos en no proliferación por igual han cuestionado las afirmaciones iraníes acerca de la capacidad y sofisticación de su centrifugadoras. Las 9,000 máquinas operando en la planta de Natanz desde el 2009 han ocasionado toda clase de problemas para los expertos nucleares iraníes. No han funcionado bien ni producido uranio en grandes cantidades, pero han consumido materias primas valiosas cada vez más escasas debido a las crecientes sanciones. No está claro si las nuevas y más avanzadas que echaron a andar el miércoles estén funcionando o estén siquiera en condiciones de operación.
“Nada de esto es un gran triunfo técnico”, dijo David Albright, reconocido experto nuclear del Instituto para la Ciencia y la Seguridad Internacional (ISIS por sus siglas en inglés).
Albright sugiere que Teherán escogió sus logros cuidadosamente. El que Ahmadinejad no haya mencionado el enriquecimiento en las instalaciones de enriquecimiento nuclear en Fordow, construidas en el corazón de una montaña cerca de la ciudad de Qom y consideradas por Israel como un punto estratégico, puede demostrar una disposición a entrar en negociaciones.
“Pudieron haber anunciado que planean instalar 1,000 centrifugadoras avanzadas en Fordow o aumentar la producción de uranio enriquecido al 20%”, dijo Albright, con relación al estado de enriquecimiento avanzado de Irán que ha causado preocupación internacional. “El que no lo hayan hecho es positivo".
Sin embargo, hace notar que los modestos logros de Irán constituyen un progreso lento que la comunidad internacional no puede pasar por alto. “Irán sigue progresando en su programa nuclear”, advierte Albright. “Así que el problema de lidiar con Irán al día de hoy no ha sido mitigado”.