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Frustrado el sueño dominicano: regresan a casa sobrevivientes haitianos

Miles de desplazados por el terremoto en Haití fueron a República Dominicana en búsqueda de una vida mejor; hoy van de regreso
jue 01 marzo 2012 04:34 PM
mujeres haitianas con ropa pasan frente a fotos
mujeres-haiti mujeres haitianas con ropa pasan frente a fotos

“Caminé durante tres días a través de la selva para llegar hasta aquí”.

¿Y qué encontró Masselot Jean cuando acabó su dura caminata desde la pobreza de Haití hasta la relativa riqueza de República Dominicana?

“Vine a República Dominicana para una vida mejor, pero todo lo que encontré fue la misma miseria”.

En un buen día, podría conseguir uno o dos dólares trabajando en una granja, desde el amanecer hasta que oscurece. Pero Jean no encontró trabajo. Su sueño dominicano se ha reducido a nada.

Esta es una historia común entre los miles de haitianos que cruzaron la frontera tras el terremoto de enero del 2010. Llegaron al vecino más próspero de Haití en búsqueda de empleos, casas nuevas vidas nuevas. Pero nada de esto ocurrió. Y ahora, miles quieren volver a Haití para continuar con sus viejas vidas, mismas que para muchos eran mejores.

Un Programa de Retorno Voluntario llevado a cabo por la Organización Internacional para las Migraciones le da a esos haitianos la oportunidad de regresar a casa. Hasta ahora, alrededor de 2,000 personas han sido repatriadas a Haití. Sin embargo, los lugares son limitados, y el programa está rebasado.

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“En zonas específicas de República Dominicana, por cada persona que registramos para su repatriación, hay por lo menos dos o tres más interesadas”, dice el jefe de operaciones de la OIM en República Dominicana, Jean-Philippe Antolin.

En la caravana más reciente con destino a Haití, cinco camiones partieron de la ciudad fronteriza de Pedernales, en República Dominicana. Jean estaba en uno de ellos.

“Voy a volver por una vida mejor, pero no sé lo que encontraré”.

Aunque se ha ampliado el programa de la OIM para incluir a otros tipos de migrantes, inicialmente fue puesto en marcha para personas desplazadas por el terremoto y que ahora quieren regresar a Haití.

“Vinieron a República Dominicana por algo bueno: por trabajo y dinero”, dice Roberto Francois, haitiano que trabaja para la OIM y que ha escuchado la historia de muchos de los que regresan, entre ellas la de Natacha Polissaint.

Su casa se derrumbó en el terremoto. Cuando llegó a República Dominicana, encontró a un hombre que estaba dispuesto a apoyarla a cambio de una cierta cantidad de intimidad. Se convirtieron en un pareja de conveniencia.

Polissaint dijo él la embarazó y luego desapareció. Ella se quedó en una tierra extraña con un nuevo bebé y sin dinero. Solicitar un especio en el programa de la OIM fue la elección obvia, aunque sabe que las cosas no serán sencillas.

“No tengo casa”, comenta. “Me quedaré con la familia cuando llegue”.

El caso de Polissaint ilustra uno de los muchos desafíos de reanudar la vida en Haití. El programa llevará a la gente a casa, pero no puede darle a la gente una casa.

En lugar de una nueva casa, los repatriados reciben 50 dólares en “dinero de bolsillo" y otro 200 dólares para echar a andar un pequeño negocio.

“Mucha gente vende ropa, zapatos, comida improvisada como arroz y frijoles. ...Algunas personas crían cabras y pollos. He visto algunas empresas de personas que preparan y venden alcohol”, dice Zoe Stopak- Behr, de la OIM.

Pero cualquier cosa que decidan hacer, la oportunidad de empezar de nuevo significa algo más que dinero. Es una oportunidad de redención.

Francois explica por qué. “Es algo que se implanta en el inmigrante: dejan su país para buscar algo bueno, y es resulta vergonzoso el volver a casa con los bolsillos vacíos”.

La difícil tarea de llenar esos bolsillos comenzará ahora.

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