¿Quién tomaría el mando después del derrocamiento de Bachar al Asad?
Los disidentes sirios y los líderes mundiales han soñado con la renuncia del mandatario Bachar al Asad y un desenlace para la crisis nacional que ya dura más de 12 meses. ¿Quién se hará cargo de la presidencia si esto ocurre?
El académico sirio Murhaf Jouejati, del Instituto del Medio Oriente en Washington, analiza la posibilidad de que los líderes internacionales se nieguen a tomar medidas más enérgicas contra el régimen de al Asad, ya que nadie sabe quién llegaría al poder después de que éste sea derrocado.
“Creo que a la comunidad internacional le gustaría un escenario que fuera más claro: ¿Con quién lidiarían? ¿Cuentan con una visión para gobernar o será un caos total? Esta incertidumbre prolonga la vida del régimen”, declaró el catedrático.
Un golpe militar
El exembajador de Estados Unidos en Siria, Edward Djerejian, dice que por muy lejana que parezca la caída de al Asad podría darse a través de un golpe interno. “En muchos sentidos, éste sería el mejor desenlace, ya que habría un cambio de régimen”, aseguró el exdiplomático.
Pero la puesta en escena de un golpe de Estado por medio de desertores de alto nivel de las fuerzas armadas puede parecer un sueño imposible y podría tener consecuencias mortales.
“Cuando los generales se reúnen, suele haber otros generales que miran por encima de sus hombros”, dijo Jouejati, que asegura que es difícil llevar a cabo una rebelión entre oficiales de alto rango con un apoyo unánime y sin represalias.
La vía de la oposición
El Consejo Nacional Sirio es la oposición de Bachar al Asad, cuyo liderazgo reside fuera de Siria y ha conseguido el reconocimiento de Estados Unidos, Francia y otros países como legítimo contrincante del régimen.
El asesor de la oposición del actual gobierno sirio, Ausama Monajed, dijo que su grupo ya tiene un plan para cuando Asad sea derrocado, con un consejo presidencial en la fase de transición para que se haga cargo de todos los asuntos relacionados con la soberanía.
Un bloque de unidad para el cambio de poder estaría compuesto por figuras de la oposición, representantes de los comités revolucionarios e integrantes del actual régimen sin cargos por corrupción.
Monajed manifiesta que el punto negativo de la oposición es la falta de coordinación, ya que los diferentes líderes del consejo están fuera del país y las imágenes de algunas personas que protestan en Siria muestran a los manifestantes en desacuerdo con un movimiento con el que no se sienten representados.
El CNS también ha recibido críticas provenientes de algunos activistas en contra de al Asad por no presionar de manera más enérgica en la escena internacional para ayudar a los combatientes rebeldes armados.
Si el grupo opositor se convierte en mediador en tanto se forma un nuevo gobierno, no quedaría claro quién asumiría el liderazgo cuando llegue el derrocamiento de al Asad.
El Ejército Libre de Siria está compuesto principalmente por soldados del régimen de al Asad que han desertado, está comandado por Riad al Asad, coronel y tío del actual presidente. Murhaf Jouejati piensa que el comandante del ejército rebelde no es uno los candidatos ideales para gobernar Siria. "Existe la expectativa sobre otros desertores del ejército, tal vez desertores con un rango más alto que el coronel Riad al Asad”, sostuvo el catedrático sirio.
Para el investigador Jouejati, la posibilidad de que Farouk al Sharaa, vicepresidente de Siria, asuma el poder generaría la violencia de la resistencia, aún cuando fuera colocado como mandatario interino no serviría ya que es una figura política que carece de autoridad.
“Se ha dejado al vicepresidente en una posición débil. El grupo que trabaja para él es reducido, no tiene control sobre algo específico y no toma ninguna decisión en las políticas nacionales”.
Para el catedrático sirio en Washington, si alguien del régimen toma el poder no hay regreso a las cosas como estaban antes. “Esta revolución ha ido demasiado lejos, durante mucho tiempo y ha derramado mucha sangre. Siria abrirá una nueva página en su historia”.
¿Cómo se irá al Asad?
La eliminación del actual régimen significa mucho más que derrocar a Bachar al Asad. Esto implica arrancar de raíz 42 años de gobierno de la familia al Asad.
Ribal al Asad es primo del presidente y miembro de la oposición siria. Desde Londres, dijo que su pariente está “demasiado asustado como para dimitir” y que la única forma de deshacerse del régimen es quitar del poder a los miembros del entorno de Bachar.
El presidente todavía cuenta con el apoyo de la élite del poder, de los alauitas y de otras minorías, que tienen miedo a morir si él se va y a una guerra sectaria. "Mejor vivir con el diablo que conocemos que con el diablo que no conocemos”.