Marine Le Pen llama a votar en blanco en la elección presidencial francesa
La excandidata presidencial de extrema derecha Marine Le Pen aseguró este martes que no respaldará ni al presidente Nicolas Sarkozy ni a su opositor Francois Holland, quienes intentan atraer votantes de la derecha con propuestas sobre inmigración, en las vísperas de la segunda vuelta electoral del domingo.
“El domingo votaré en blanco”, dijo Le Pen a sus seguidores, “y en junio (elecciones legislativas) votaré en azul marino”, dijo en alusión al color de su partido, el Frente Nacional.
En la primera ronda realizada el 22 de abril, Hollande recibió el 28.6% de los votos, poco más del 27.2% de Sarkozy. Le Pen obtuvo el 18% de los votos, lo que permitió a los principales candidatos ir tras los 6.5 millones de votantes del Frente Nacional.
“Hemos tocado el alma y la inteligencia de la gente francesa”, dijo Le Pen este martes.
El Frente Nacional —fundado y dirigido hasta el año pasado por su padre, Jean-Marie Le Pen— “se ha convertido en el centro de gravedad de la política francesa”, dijo la excandidata. Le Pen aseguró que Sarkozy y Hollande se burlaban del partido en un inicio, acusando a sus miembros de xenofobia, pero ahora es “el partido con el que todo el mundo quiere hablar”.
Le Pen pidió a sus seguidores “votar con su alma y su conciencia”.
La inmigración ha sido un asunto clave en la elección francesa , además de la economía y el alto nivel de desempleo.
El martes, en una entrevista con la afiliada de CNN, BFM-TV y RMC Radio, Sarkozy dijo que había “demasiados inmigrantes en Francia”.
“ Nuestro sistema de integración no funciona , porque antes de que siquiera hayamos integrado a aquellos recibidos en nuestro territorio, otros ya están llegando”, dijo. “Habiendo recibido demasiada gente, hemos invalidado nuestro sistema de integración”, agregó.
Sarkozy dijo previamente que quería cortar a la mitad el número de extranjeros permitidos en el país durante los próximos cinco años, argumentando que los quiere recibir de la forma correcta, “con casa y empleo”.
El mandatario francés también dijo que los inmigrantes deberían aprobar un examen de idioma y valores republicanos, y deberían de tener derechos y responsabilidades iguales a los de los ciudadanos franceses, aunque no tengan derecho a votar.
Sin embargo, aseguró antes que no rechaza la inmigración por completo. “Nunca pedí una Francia cerrada. No pido cero inmigración (…) La verdad es que cuando invitas a más personas de las que puedes, ya no las puedes integrar”, dijo. “Yo nunca pedí tener miedo del otro u odiar al otro, odio el racismo, la xenofobia, la exclusión, la violencia y el sectarismo”, agregó.
Hollande, en un discurso este martes, insistió en que “el verdadero tema de esta elección es el desempleo”.
El representante del partido socialista de centro-izquierda, había evitado las preguntas sobre inmigración, pero la semana pasada coincidió en que “hay demasiados extranjeros” en Francia. Esto “no significa que debamos expulsar a los que ya están en nuestro territorio”. Sin embargo, aquellos que están en Francia ilegalmente deben ser deportados, dijo.
Hollande repitió esa postura el martes. “Los extranjeros que están en el país legalmente deberían poder quedarse en tanto acepten los principios de la república (…) No podemos recibir extranjeros cuando nuestra situación económica no lo permite”, dijo.
Si es electo, Hollande se convertiría en el primer presidente francés de izquierda desde la salida de Francois Mitterand en 1995. Sarkozy ha gobernado desde 2007.
Con información de Sarah Robertson y Rachel Ramsay.