La Cruz Roja obtiene el Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional
El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja obtuvo este miércoles el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 2012, al que optaban 33 candidaturas procedentes de 27 países
Fuentes de la Fundación Príncipe de Asturias informaron de la concesión del premio al que aspiraban, entre otras, la expresidenta chilena Michelle Bachelet, Transparencia Internacional y la oceanógrafa Sylvia A. Eearle.
El jurado del galardón destacó que se trata de una de las redes humanitarias más grandes del mundo y reconoció su trabajo "especialmente en tiempos de conflicto armado y en situaciones de crisis y necesidad".
"La Cruz Roja y la Media Luna Roja y sus voluntarios salvan vidas, protegen los medios de sustento, apoyan la recuperación después de desastres y crisis, posibilitan una vida sana y segura y promueven la inclusión social y una cultura de no violencia y de paz", señaló.
Presentes en 187 países y con más de 100 millones de voluntarios, "sus principios fundamentales de humanidad, imparcialidad, neutralidad, independencia, voluntariado, unidad y universalidad han guiado todas sus actuaciones desde su creación en 1863".
El jurado del galardón valoró igualmente la actuación de Cruz Roja en conflictos armados como Siria, Libia y Somalia y en desastres naturales como los que asolaron Haití, Indonesia y Japón.
Considerada la mayor red humanitaria del mundo, la misión de Cruz Roja, que había sido candidata a este galardón y al de la Concordia en varias ocasiones, es prevenir y aliviar el sufrimiento humano, proteger la vida y la salud y hacer respetar a las personas en tiempo de conflicto armado y en otras situaciones de urgencia.
Su germen se gestó cuando Henry Dunant, tras la batalla de Solferino (Italia) en 1859, organizó a la población para socorrer a miles de personas heridas sin atención alguna y propuso crear sociedades nacionales de socorro para ayudar a heridos en combate, lo que marcó el camino hacia los futuros Convenios de Ginebra.
En 1863, Dunant, quien obtuvo el Premio Nobel de la Paz en 1901 junto a Fréderic Passy, y otros cuatro ciudadanos de Ginebra fundaron el Comité Internacional para el Socorro de los Heridos que más tarde daría lugar al Comité Internacional de la Cruz Roja.
Un año después, doce gobiernos adoptaron el primer Convenio de Ginebra que garantizaba la ayuda a los heridos en el campo de batalla y definía los servicios médicos como neutrales.
El Movimiento Internacional evolucionó hacia las tres líneas de trabajo que afronta en la actualidad, la acción humanitaria con las víctimas de los conflictos bélicos, de desastres naturales y de otro tipo en tiempo de paz, y la acción preventiva y en favor del bienestar social y de la calidad de vida.
El premio, dotado con una escultura de Joan Miró y 50,000 euros (unos 62,000 dólares), fue el sexto en decidirse en 2012 tras los concedidos a Philip Roth (Letras), Martha Nussbaum (Ciencias Sociales), Rafael Moneo (Artes), Shigeru Miyamoto (Comunicación y Humanidades) y al biólogo Greg Winter y al patólogo Richard Lerner (Investigación Científica y Técnica).