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Kari Greer: la fotógrafa de los incendios en Estados Unidos

Con una cámara y un certificado de bombero, trabaja hasta 16 horas diarias para transmitir lo que ocurre en la primera línea contra el fuego
dom 24 junio 2012 05:34 PM

Desde hace 15 años, Kari Greer ha documentado los incendios forestales y a los hombres y mujeres que los combaten.

“Soy bombero calificado, la fotografía es mi herramienta”, dice. “Es mi servicio en mi profesión”.

En la universidad, Greer estudió fotografía, pero pasaba los veranos combatiendo incendios forestales como bombero de temporada. Tras su graduación le resultó fácil combinar sus dos conjuntos de habilidades.

“Las ansias me ganaron, y desarrollé una especie de pasión por esto”.

Ahora ella fotografía incendios desde las líneas frontales bajo contrato con el Centro Nacional contra Incendios, la organización federal que apoya los esfuerzos de lucha contra los incendios forestales.

Sus fotos  se encuentran disponibles para el público en general y medios de comunicación, y se utilizan para entrenar a los bomberos y para ayudar a mejorar los esfuerzos coordinados de combate a los incendios.

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“Hay muchos instrumentos en la caja de herramientas del combate a los incendios y en mostrar las cosas relacionadas con los incendios”, dice Greer. “Es una especie de misteriosa criatura. Mi herramienta es que puedo documentar eso y mostrárselo a la gente, al público. Cuando hay un incendio en sus patios traseros, pueden ver lo que sucede, lo que realmente sucede ahí afuera”.

Como bombero certificado contra incendios forestales, Greer puede moverse con seguridad a lo largo de un incendio activo hacia lugares que la mayoría de los fotógrafos no los podrían hacer de manera segura.

Al igual que  los demás bomberos , ella duerme en una tienda de campaña y por lo general trabaja 16 horas al día, a menudo durante semanas.

Porta su cámara Olympus E-3 y demás equipo fotográfico y un complemento de equipo de seguridad, incluyendo un refugio de protección contra fuego, en caso de que el fuego sorprenda a su equipo.

“Cuando me encuentro en medio de un incendio activo —junto al hombro de un bombero que combate activamente el fuego— siento como si estuviera con él ahí, experimentándolo, y mi único objetivo es mostrar la actividad que sucede”, dice Greer. “¿Por qué lo hacen?, ¿cómo lo hacen? Siento el calor, siento el humo, mis ojos están llorosos con todos los demás y sudo, probablemente mucho, y me ensucio”.

Existe un sentido de camaradería entre los bomberos, a menudo captado en las fotografías de Greer. A pesar del duro trabajo y las terribles condiciones, no es raro ver a los bomberos sonreír y disfrutar de su mutua compañía en medio de un incendio, incluso cuando se centran en su tarea y en mantenerse a salvo.

“Es una especie de buena hermandad”, dice ella. “Es como una familia. Ves a la gente tal vez una vez cada cinco años. Te los encuentras en un rincón del país y cinco años después los vuelves a ver, y es como si volvieran a empezar en el punto en que se quedaron por última vez”.

Hay dos personajes en las fotos de Greer: el fuego y los bomberos. Los buenos contra los malos.

La fuerza del incendio aparece en sus fotos, pero también aparece la pasión, habilidad y dedicación de los bomberos.

“Creo que ayuda a la gente a desarrollar una comprensión de la situación y de cómo trabajan los bomberos”, dice Greer. “Están altamente capacitados para hacer un trabajo que es difícil en una situación caótica y hacen su mejor esfuerzo para lograrlo”.

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