La ONU denuncia la detención de trabajadores humanitarios en Myanmar
Unos 10 trabajadores, algunos de ellos de Naciones Unidas, fueron detenidos por las autoridades en un área del oeste de Myanmar, donde enfrentamientos sectarios mataron a decenas de personas el mes pasado, informó la oficina local de la ONU este viernes.
Las autoridades del estado de Rakhine han detenido al personal para “cuestionamientos”, aseguró el Centro de Información de Yangón en Naciones Unidas, en un reporte publicado en su página de internet. Yangón es la ciudad más grande del país y excapital de Myanmar.
La ONU señaló que esperaba una respuesta formal del gobierno luego de solicitar información sobre la situación. Debido a la preocupación sobre la privacidad de los trabajadores, la organización indicó que no difundirá información personal ni profesional sobre ellos.
El incidente ocurre en un momento en que Myanmar libera a cientos de prisioneros políticos , incluida la líder opositora Aung San Suu Kyi , e instituye una serie de reformas luego de una década de un régimen militar represivo. Gobiernos de occidente han respondido a estos esfuerzos al reducir las sanciones contra ese país.
La violencia entre los budistas y los musulmanes en Rakhine se encendió luego de que la policía detuvo a tres hombres musulmanes en relación con la violación y asesinato de una mujer budista a finales de mayo.
Aparentemente, las noticias sobre el crimen motivaron a cientos de personas a atacar un autobús en Rakhine, lo que provocó la muerte de 10 musulmanes.
Los enfrentamientos se esparcieron a lo largo de la parte norte del estado, lo que dio como resultado la destrucción de miles de casas y la muerte de al menos 62 personas, según las autoridades. El gobierno nacional declaró estado de emergencia en Rakhine y llevó al ejército para restaurar el orden.
Reportes de ataques posteriores en Rakhine han “disminuido sustancialmente” en las últimas semanas, según un reporte de este viernes emitido por la ONU.
La relación complicada entre budistas y musulmanes dificulta los esfuerzos humanitarios, según Naciones Unidas.
El gobierno estima que unas 55,000 personas han sido desplazadas.
Rakhine es hogar de los rohingyas, una minoría étnica musulmana que dice haber sido perseguida por el gobierno militar de Myanmar.
Cientos de rohingyas han tratado de cruzar la frontera a Bangladesh para huir de la violencia sectaria.
Sara Mazloumsaki contribuyó con este reporte