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¿Quién es Jill Kelley?

La organizadora de eventos de Florida detonó la investigación del FBI acerca del romance del exdirector de la CIA, David Petraeus
mié 14 noviembre 2012 01:15 PM

Los comentaristas, los periodistas y los chismosos en todas partes están contando historias sobre Jill Kelley y cómo podría estar relacionada con la caída del máximo responsable de la Inteligencia de EU, David Petraeus. Los secretos de la seguridad nacional podrían estar en riesgo, aunque nadie ha ofrecido pruebas.

Ella ha callado, aunque los detalles de su vida personal se están filtrando rápidamente. Los reportes no revelan mucho, salvo que es un personaje de la alta sociedad que organiza eventos de beneficencia para la comunidad militar en Tampa, en donde vive con su esposo y sus tres hijas. El Tampa Tribune publicó una historia acerca de sus problemas financieros.

El diario principal de Filadelfia, su ciudad natal, ha dado a conocer datos básicos de su biografía: tiene una hermana gemela, sus padres llegaron a EU de Líbano en la década de 1970 y dirigieron un restaurante en Nueva Jersey. 

Los principales medios noticiosos han publicado una foto en la que aparece saliendo de su casa, con un vestido amarillo y un bolso rosado. Los titulares dicen cosas como: “Jill Kelley: Cinco datos acerca del romance de Petraeus con la Mujer Misteriosa”. Suena muy lascivo y a veces, muy agresivo.

Un oficial de alto rango, cercano a otro personaje prominente del ejército que también está envuelto en la controversia, el comandante de las tropas de Estados Unidos y la OTAN en Afganistán, el general John Allen , llamó a Kelley una “socialité rica y aburrida que se ha enredado con todos los comandantes de alto rango” gracias a su labor altruista como “embajadora honoraria” del ejército.

Lo que es sabido, además de las especulaciones y el entusiasmo secreto, es lo que el FBI ha dicho: el verano pasado, Kelley visitó a un amigo que trabajaba en la oficina de la CIA en Tampa porque supuestamente estaba recibiendo correos “de celos” de parte de un desconocido. Se cree que ese desconocido es Paula Broadwell, una mujer con la que Petraeus sostenía un romance. 

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Petraeus, quien reconoció su relación con Broadwell, está casado y tiene dos hijos. Muchas personas lo consideran uno de los mejores comandantes militares de la historia reciente de Estados Unidos.

Antes de que estallara el escándalo, Broadwell dijo en varias entrevistas en las que promovía el libro que escribió sobre él, All In, que había pasado horas con Petraeus en Afganistán. Ambos entablaron una relación durante las largas carreras que corrían juntos, dijo.

Los críticos describieron la biografía escrita por Broadwell como “efusiva”. Jon Stewart, del programa de televisión estadounidense, The Daily Show, bromeó al decir que no sabía si el libro hacía que Petraeus pareciera “maravilloso o increíblemente maravilloso”. Ahora, All In se está analizando en busca de mensajes ocultos.

Los investigadores del FBI, cuya investigación inició con la queja que Kelley presentó , descubrieron que Petraeus y Broadwell habían intercambiado correos electrónicos explícitos en los que se revelaba el romance.

Petraeus renunció a su puesto como jefe de la CIA el viernes, y escribió a los miembros de la CIA que había actuado de forma “inaceptable, tanto como esposo como líder de una organización como la nuestra”.

Esta fue la señal para que intervinieran los medios con sus interminables ciclos de noticias. Para el lunes, los agentes del FBI habían registrado la casa de Broadwell en Charlotte, Carolina del Norte, y dijeron a CNN que buscaban documentos importantes para la seguridad nacional.

Kelley, de 37 años, y su esposo han permanecido en silencio. Sólo han pronunciado dos frases. “Nuestra familia ha sido amiga del general Petraeus y su familia desde hace más de cinco años. Respetamos su privacidad y la de su familia, y esperamos lo mismo para nosotros y nuestros tres hijos”.

Una columna de chismes publicada en 2010 en el Tampa Tribune provee más datos acerca de la familia Kelley. En ella se describe cómo Petraeus y su esposa llegaron escoltados por 28 policías a una fiesta de disfraces que se realizó en el jardín de los Kelley. Los prominentes invitados comieron cordero y cangrejo.

Petraeus usaba una gorra de béisbol marrón y un atuendo que parecía más adecuado para ir de compras que para una fiesta elegante. Holly Petraeus, con quien ha estado casado por más de 37 años, posó para una foto con Kelley y su hermana gemela, Natalie Khawam.

Kelley se dedicaba a organizar fiestas en beneficio del ejército, según dijo al Tampa Tribune Linda Baldwin, organizadora de eventos de Tampa.

“Jill era una estupenda clienta”, dijo Baldwin, dueña de Events by Amore, empresa a la que se contrató para el banquete de la fiesta a la que asistió Petraeus. “[Kelley] ha hecho tanto por el ejército, es una madre maravillosa y una esposa impresionante; no puedo decir suficientes cosas buenas sobre ella. Nunca escatimó cuando se trataba del ejército. Era lo que más le importaba”.

Karyn Anjali es una veterana columnista de sociales y espectáculos de la revista local Panache Vue. Dijo que sigue las fiestas que organiza el ejército así como los romances de las celebridades de la zona. Dijo a CNN que nunca había oído hablar de Kelley. “No tengo idea de quién es. Me he dedicado a cubrir los eventos más importantes de esta ciuda”, dijo Anjali. “Muchos de nosotros frecuentamos los mismos lugares. Yo soy muy conocida, y no la conozco”.

Hasta ahora, el único miembro de la familia de Kelley que ha hablado con los reporteros es su hermano, David Kahwam. “Mi hermana recibió unos correos anónimos”, dijo a la cadena KYW en Filadelfia, filial de CNN. “Debido a su prominencia y posición, estaba asustada. Presentó una queja ante las autoridades locales, y eso llevó a todo lo que está ocurriendo ahora”. 

Tras esa entrevista con KYW, Khawam se negó a hablar más del tema y dirigió todas las preguntas de los medios a Judy Smith, prominente relaciones públicas de Washington de quien se dice que inspiró una nueva serie dramática de televisión Scandal.

Jill Kelley contrató a Smith y al prominente abogado de Washington, Abbe Lowell, quien es famoso por haber representado a clientes como el exsenador John Edwards y al excabildero Jack Abramoff.

Sin importar quién habla, el escándalo en el que está involucrada Kelley crece a cada minuto.

El Pentágono señaló el martes que la investigación sobre Petraeus y Broadwell ha alcanzado a Allen. Este sustituyó a Petraeus en la dirección de la CIA.

El FBI ha descubierto entre 20,000 y 30,000 páginas de documentos, en su mayoría correos electrónicos, que muestran la correspondencia “potencialmente inapropiada” entre Kelley y Allen.

Algunos de los correos que se intercambiaron Allen y Kelley podrían ser descritos como “coqueteos”, de acuerdo con un oficial de la defensa que recibió autorización para hablar con los medios.

Sin embargo, el oficial dijo a CNN que por “coqueteo” se puede entender cualquier cosa, desde: “Oye, te veías muy bien la otra noche con ese vestido” hasta algo más serio. “No hubo intercambio de información de seguridad. No había nada que indicara odio en esos mensajes”, dijo el oficial. “No eran amenazas”.

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