"La guerra apenas empezó", advierten rebeldes islámicos en Malí
Rebeldes islámicos en Malí reconocieron este domingo que han tenido varias bajas en combates contra las tropas francesas, en medio de las operaciones lanzadas por Francia y Malí para detener el avance de los grupos vinculados con al Qaeda en el occidente de África.
"Esto es una guerra santa. Las muertes son normales", dijo Sanda Ould Boumama, vocero del grupo rebelde Ansar Dine, relacionado con al Qaeda. "Nuestros combatientes están preparados a morir por nuestra causa", dijo a CNN vía telefónica.
Uno de los tenientes del grupo, Iyad Ag Ghaly, murió en un enfrentamiento en el poblado de Konna, al centro del país, informaron fuentes de seguridad.
Los insurgentes tomaron la localidad este jueves, pero se retiraron el viernes después de resistir ataques terrestres y aéreos. "La guerra apenas empezó", dijo Boumama. "Esperamos más bajas".
Los militares también han tenido varias pérdidas. Un esfuerzo por detener el avance de los rebeldes causó "muchas muertes" en el norte de Malí, dijo este sábado un vocero del Ejército. Las bajas incluyen a soldados de Malí y a un piloto francés que murió en un operativo en helicóptero, detalló.
Francia, que en su pasado colonial mantuvo el control de la región, recientemente envió a varios cientos de militares para ayudar al ejército en su batalla contra las fuerzas rebeldes. Casi 6,000 ciudadanos franceses viven en el país.
“Hay muchas muertes en ambos lados, tanto rebeldes como soldados del gobierno”, dijo este sábado el vocero del Ministerio de Defensa malí, el teniente coronel Diara Kone. El gobierno, en un comunicado emitido a través de la televisión estatal, informó que 11 de sus soldados murieron y unos 60 resultaron heridos en la batalla por Konna.
“Todos los medios fueron usados para combatir a los islamistas, incluidos dos ataques de helicópteros. Estos hicieron huir a los islamistas”, dijo Kone a CNN. “Esto muestra que el ejército malí es capaz de luchar”.
El piloto francés murió la tarde de este viernes en una operación contra el grupo terrorista que se desplazaba en la población de Mopti, cerca de Konna, dijo el ministro de Defensa francés, Jean-Yves Le Drian.
Después de décadas de gobierno militar, Malí tuvo sus primeras elecciones democráticas en 1992. Permaneció políticamente estable hasta marzo de 2011, cuando un grupo de soldados derrocó al gobierno argumentando que no les había proporcionado apoyo adecuado para combatir a los rebeldes tuareg en el área desértica del norte.
Los rebeldes tuareg, que han buscado su independencia durante décadas, se aprovecharon del vacío de poder y se apoderaron de grandes porciones de tierra. Después surgió una lucha de poder entre los tuareg del norte y los radicales vinculados con al Qaeda, quienes ocuparon territorios que dejaron los tuareg en su retirada.
Naciones Unidas informó que en el área bajo control de los radicales islámicos se han vuelto comunes las amputaciones, los azotes y las ejecuciones públicas, como la lapidación en julio pasado de una pareja que había tenido una relación extramarital. Los rebeldes aplican una estricta interpretación de la ley musulmana Sharia; prohíben la música, el tabaco, el alcohol, al igual que ver deportes en televisión. También han dañado lugares históricos en Tombuctú.
La actividad de grupos armados, sumada a una sequía generalizada , ha forzado el desplazamiento de cientos de miles de malíes.
El movimiento islamista ha despertado preocupaciones entre líderes del occidente de África y en otras partes. Algunos de ellos llaman a una intervención militar decisiva para ayudar al gobierno malí, con sede en Bamako.
La Comunidad Económica de los Estados del Occidente de África (Ecowas, por sus siglas en inglés) planea una reunión de emergencia en Abiyán, Costa de Marfil, para preparar el envío de tropas a Malí como ayuda a las fuerzas del gobierno, informó un vocero de la organización.
Se espera que las tropas del occidente de África asciendan a 3,500 y operen en el marco de las resoluciones de Naciones Unidas, dijo el vocero de Ecowas, Sunny Ugoh.
El Consejo de Seguridad de la ONU autorizó en diciembre pasado una misión pacificadora de un año en el país. Los miembros de la comunidad desplegaron cientos de tropas y el Consejo de Seguridad urgió a otras naciones a contribuir.
El primer ministro de Gran Bretaña, David Cameron, accedió a “proveer asistencia logística militar para ayudar al transporte de tropas extranjeras y equipar rápidamente a Malí”, pero sin involucrar a militares británicos en labores de combate.
Francia ha estado en contacto sobre la situación con el secretario de Defensa de Estados Unidos, Leon Panetta.
El ejército estadounidense analiza opciones, incluyendo apoyo logístico e intercambio de inteligencia con Francia, según un funcionario estadounidense de Defensa que habló en condición de anonimato.