Putin niega que su política de libertad de expresión sea 'estalinista'
El presidente ruso, Vladimir Putin, defendió el jueves la actuación de su gobierno sobre libertad de expresión y rechazó que use métodos “estalinistas”, un día después de que dos grupos de defensores de los derechos humanos emitieron informes críticos sobre la situación en Rusia.
Putin fue cuestionado durante una sesión de preguntas y respuestas televisada en Moscú, la primera de su tipo desde que fue electo para su tercer periodo como presidente en mayo pasado.
El periodista Alexey Venedictov, editor en jefe de la estación de radio Echo, de Moscú, le preguntó a Putin cómo puede Rusia usar “herramientas estalinistas” si quiere ser un estado avanzada.
“No creo que podamos ver elementos estalinistas aquí”, respondió Putin.
Stalin es recordado por “el culto a su personalidad y la violación masiva de leyes, la represión, los campos de concentración; no vemos nada como esto en Rusia actualmente, y espero que nunca lo veamos otra vez. Nuestro pueblo nunca permitirá que suceda otra vez”, dijo Putin.
“Pero eso no significa que no debamos tener disciplina, leyes u orden, y todos en Rusia deben ser iguales ante la ley”. Eso incluye a las integrantes del grupo de punk Pussy Riot , dijo Putin.
“Nadie pone a nadie en la prisión por razones políticas, por sus puntos de vista políticos. Fueron castigadas por violar la ley. Todo mundo debe observar la ley”.
Tres integrantes del grupo Pussy Riot fueron condenadas el año pasado por gamberrismo al cantar una canción crítica sobre Putin en una iglesia ortodoxa rusa, en un breve pero provocativo acto de protesta. Dos mujeres siguen en prisión tras el controvertido juicio.
Los reportes publicados el miércoles por Amnistía Internacional y Human Rights Watch destacaron un deterioro de la libertad de expresión en Rusia y citaron una fuerte ofensiva contra críticos y activistas.
Human Rights Watch dijo que el gobierno había “desatado una ofensiva contra la sociedad civil sin precedentes en la historia postsoviética del país” a 12 meses de que Putin volvió a ganar la presidencia.
“Las autoridades han aprobado una serie de leyes restrictivas, acosadoras, intimidantes y en algunos casos han encarcelado activistas políticos, han interferido con el trabajo de las organizaciones no gubernamentales y tratado de tachar a los críticos del gobierno como enemigos clandestinos amenazando así la viabilidad de la sociedad civil en Rusia”, dijo.
Putin dijo a la audiencia que está bien tener manifestaciones pero que “deben ser legales” y no deben interferir con la vida de otros.
Los controles en internet se necesitan solo para limitar el acceso de los niños a la pornografía, la pedofilia y la educación en “actividades suicidas”, aseguró Putin.
Añadió que las organizaciones no gubernamentales eran bienvenidas en Rusia, y que usaban un rol útil en la exposición de abusos de poder, pero que las organizaciones que reciben fondos del extranjero y que están involucradas en asuntos políticos deberían declarar de dónde proviene su dinero y cómo lo gastan.
Los dos grupos de derechos humanos fueron críticos sobre las leyes que, según Human Rights Watch, “claramente buscan limitar o incluso acabar con las defensas independientes y otras actividades de las ONG”.
El presidente también fue cuestionado sobre el juicio de malversación de fondos del prominente crítico del Kremlin y líder opositor Aleksei Navalny, que se reanudó el miércoles en la ciudad de Kirov. Navalny, quien también es un popular bloguero sobre corrupción, dijo que los cargos tienen una motivación política.
Putin respondió que “las personas que combaten la corrupción tienen que ser complemente honestas ellas mismas… si alguien acusa a otra de robar, no significa que esté por encima de la ley”.
Cuestionado sobre sus vínculos internacionales, Putin reconoció que ha habido “algún enfriamiento” en las relaciones de Rusia con Estados Unidos desde la guerra en Iraq, a la que Moscú se opuso.
Putin también señaló que hay otros factores en el deterioro de la relación entre Moscú y Washington.