"Mi padre está en paz consigo mismo", dice la hija de Nelson Mandela

Nota del editor: Robyn Curnow, corresponsal de CNN en Johannesburgo, tuvo una entrevista exclusiva con la hija de Nelson Mandela, Makaziwe, quien nació en 1953. Es la primera vez que un integrante de la familia concede una entrevista desde que el expresidente ingresó al hospital, el 8 de junio.

Los ojos del mundo están sobre Nelson Mandela, el convaleciente expresidente de Sudáfrica, al que reportaron en estado crítico la noche del domingo (tiempo local).

Sin embargo, para Makaziwe Mandela, esto no es un evento global, sino un momento muy personal y precioso, entre una hija y su querido padre.

"Todo lo que hacemos cada día es tomar un día a la vez, y rezar al buen Dios", dijo Makaziwe a CNN.

Ella dijo que su padre estaba en paz, y que la familia esperaba una transición pacífica al reino de lo espiritual.

"Todo lo que pido como hija es que la transición sea suave... Él está en paz consigo mismo. Él ha dado tanto al mundo. Creo que él está en paz”.

En contraste, los familiares de Mandela enfrentan una intensa atención mediática.

"Con todo este revuelo mediático… escuchas a gente hablando de cosas que no conocen o no entienden, básicamente. Otras personas quieren darnos lecciones sobre cómo debemos comportarnos, lo que debemos hacer”, comentó.

"¿De verdad? Es nuestro padre”, expresó Makaziwe. Para luego decir que este es un tiempo sagrado para ellos, y que esperaría que el resto del mundo los deje en paz.

"La sangre de Nelson Mandela corre a través de estas venas. Nuestras venas. Pedimos un  espacio para estar con nuestro padre”, si es que son sus últimos momentos, o si queda más tiempo, dijo.

Antes de que se anunciara que su padre estaba en condición crítica, Makaziwe habló sobre su estado de salud y el estado de ánimo.

"Ellos no han dejado de tratarlo con toda la mejor medicina del mundo. Él todavía abre los ojos...”, dijo.

También se refirió  al tratamiento médico que su padre debe recibir.

"En nuestra cultura, la cultura Tembu... nunca se deja ir a una persona a no ser que la persona diga: 'Por favor, mis hijos, mi familia, déjenme ir’.  Mi padre no nos ha dicho eso.

"Así que estas personas que quieren hablar, ya sabes, que lo dejemos ir, él no nos ha dicho que deberíamos dejarlo ir, y no hemos llegado al final todavía. Sólo Dios conoce el fin”.