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La policía egipcia 'libera' la mezquita de El Cairo de manifestantes

Las autoridades reportaron el aseguramiento del edificio donde partidarios de Mohamed Morsi se habían atrincherado desde este viernes
sáb 17 agosto 2013 06:48 AM

Las fuerzas de seguridad egipcias liberaron una mezquita de El Cairo que se había convertido en el epicentro de los enfrentamientos de este sábado entre los manifestantes y los militares, reportaron  los medios de comunicación estatales.

Cientos de partidarios del depuesto presidente Mohamed Morsi se habían atrincherado en la mezquita al Fateh, en el centro de El Cairo, desde la noche de este viernes.

Un vocero del Ministerio del Interior egipcio dijo que luego de que la policía aseguró la mezquita, varios manifestantes fueron detenidos.

Sin comida ni suministros médicos, pero temiendo represalias si se retiraban, los manifestantes rechazaron la petición de los militares para que abandonaran la mezquita. La situación se agravó cuando las fuerzas de seguridad dispararon al minarete (torre) de la mezquita, alegando que había francotiradores disparando contra ellos.

Al final, las fuerzas de seguridad tuvieron éxito en el desalojo del lugar, informó la oficial Agencia de Noticias de Oriente Medio.

Los enfrentamientos de este sábado en la mezquita habían amenazado con convertirse en una nueva jornada de violencia generalizada en Egipto.

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Una bomba explotó frente al consulado egipcio en la ciudad libia de Bengasi este sábado por la noche (hora local), informó la agencia estatal de noticias libia. No hubo víctimas, pero sí algunos daños materiales.

Los disturbios políticos siguen al golpe militar que derrocó al Morsi, y sus seguidores han llevado a cabo manifestaciones masivas contra el gobierno interino y sus aliados. Ambas partes se acusan mutuamente de instar a la violencia.

"No estamos ante una lucha política", dijo en conferencia de prensa este sábado el asesor del gobierno interino, Mustapha Higazi. "Estamos frente a la guerra librada por fuerzas extremistas".

El vocero se refirió a los manifestantes como terroristas y advirtió que "lo que vemos en las calles no será aceptado". El gobierno instó a los manifestantes simpatizantes con Morsi a "entrar en razón" y llevar a la unión de los egipcios.

"Expresamos nuestro más profundo pesar y nuestras condolencias a aquellos que han derramado su sangre", dijo Higazi.

Al menos 173 personas han muerto en todo el país desde que comenzaron las protestas masivas de este viernes, informó el gobierno.

Fue una semana especialmente sangrienta en Egipto, ya que el gobierno provisional establecido por un golpe militar pretende restaurar la estabilidad en el país, mientras que los partidarios de Morsi luchan para restaurar el expresidente elegido democráticamente.

Sin un final a los enfrentamientos en la vista, la presión sobre la comunidad internacional a actuar aumenta, planteando preguntas sobre la ayuda y la diplomacia en África del Norte y Oriente Medio.

El gobierno intensificó su retórica este sábado, culpando a los manifestantes —en particular a los afiliados a los Hermanos Musulmanes— de atacar estaciones de policía, iglesias y civiles.

El futuro de los Hermanos Musulmanes y otros estará sujeto a las evaluaciones con respecto a su situación jurídica, dijo Higazi.

Los miembros del grupo que no han participado en actos de violencia y que quieran "unirse a la marcha pacífica de Egipto hacia el futuro" serán bienvenidos, pero el resto se enfrentará a la ley, dijo.

El vocero del gobierno interino también acusó a los medios de comunicación internacionales de sesgo y contar una historia incompleta.

Dentro de la mezquita al Fateh

Cientos de manifestantes desafiaron el toque de queda impuesto por el gobierno la noche del viernes y se mantuvieron firmes en la Plaza Ramses. El gobierno había advertido que quienes infringieran el toque de queda serían tratados "con firmeza".

Pero las fuerzas de seguridad parecen haber actuado con moderación durante la noche, cuando 1,000 personas al parecer se refugiaron en el interior de la mezquita situada al lado de la plaza.

Durante los enfrentamientos del viernes —que los manifestantes habían llamado "Viernes de la ira"— el edificio sirvió como una morgue improvisada y hospital de campaña de los manifestantes partidarios de Morsi.

Los militares ofrecieron una salida segura para aquellos dentro de la mezquita, pero los manifestantes dijeron que temían ser atacados por partidarios del gobierno alineados con los militares que también estaban fuera de la mezquita.

El Ejército dijo a los manifestantes dentro de la mezquita que iban a ser llevados a un lugar no especificado, dijo Hanan Amin, un médico que habló con CNN desde el interior de la mezquita.

Sin agua y los alimentos, y desconfiando de las fuerzas militares fuera del edificio, los que se quedaron en el interior dijeron que se sentían como rehenes.

"Queremos ir a casa de una manera muy atenta", dijo Amin. "Es una vergüenza que nuestros militares traten a nuestro pueblo así".

Un hijo del líder espiritual de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badie, murió este viernes durante una protesta cerca de la mezquita, informó el brazo político del grupo, el Partido Libertad y Justicia. Ammar Badie, de 38 años, recibió un disparo en el cuello y otro en la cabeza.

El número de muertes siguieron aumentando desde el enfrentamiento que comenzó este miércoles, cuando se estima que 580 personas murieron y 4,000 resultaron heridas por los choques entre los militares que desalojaban a los partidarios de Morsi fuera de dos campamentos de El Cairo.

El Ministerio del Interior dijo que 1,004 miembros de los Hermanos Musulmanes fueron arrestados el viernes en todo Egipto.

David Simpson, Christabelle Fombu, Hamdi Alkhshali, Pierre Meilhan, Saad Abedine, Saskya Vandoorne, Mohammed Tawfeeq, Ian Lee y Frederik Pleitgen colaboraron en este reporte.

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