Bo Xilai refuta el testimonio del testigo que lo acusó de abuso de poder
Al llamar a su excolaborador un ‘mentiroso con extremo mal carácter’, el ex alto funcionario chino Bo Xilai refutó el testimonio del testigo estrella de la fiscalía este domingo y su intenso juicio se extendió a un cuarto día.
El exdirigente del Partido Comunista de la extensa metrópolis de Chongqing ha negado abuso de poder, el tercer y último cargo que fue escuchado en la corte en Jinan, al este de China, a más de un año de que fuera despojado de su cargo y expulsado de su partido.
Los fiscales acusaron a Bo de amenazar y despedir de manera impropia a su exjefe de la policía Wang Lijun después de que se enteró de una investigación por homicidio que involucró a la esposa de Bo, Gu Kailai, que actualmente cumple una sentencia capital suspendida por matar al empresario británico Neil Heywood.
Bo insistió en que Wang estaba mintiendo en su aparición en la corte y dijo que sus palabras carecían de credibilidad o legitimación.
Wang tomó el lugar de los testigos el sábado, la primera vez que los dos exaliados se vieron frente a frente desde que Wang intentó desertar a Estados Unidos en febrero de 2012.
Wang le dijo a la corte que el voló al consulado de Estados Unidos en Chengdu debido a que temió por su seguridad después de que Bo lo golpeó durante un encuentro tenso en su oficina, justo un día después de que Wang le habló sobre las sospechas que involucraban a su esposa en un homicidio.
“Empezó a atacarme verbalmente...y unos tres minutos después, el caminó alrededor del lado izquierdo de su escritorio y se paró enfrente de mí. Empezó a atacarme con sus puños, golpeándome en mi oreja izquierda, no fue solo una cachetada”, aseguró Wang, de acuerdo a un transcrito de la corte.
Este domingo, Bo testificó: “él dijo que no solamente le di una bofetada sino que le di un puñetazo. Yo nunca practiqué artes marciales, no poseo ese poder de golpeo”, de acuerdo a un transcrito emitido por la Corte de la Gente Intermedia de Jinan.
“Después de que fue arrestado por abuso de poder y deserción, él argumentó que no había desertado pero que sí se dedicó a la diplomacia de acuerdo a las regulaciones. Todo esto muestra que este hombre tiene un extremo mal carácter y miente”, agregó Bo.
El juicio fue suspendido después de la sesión de domingo y se resumirá este lunes por la mañana.
La historia detrás de la ‘bofetada’
El sábado, Bo aceptó que había cometido errores, pero negó que haya quebrado la ley para proteger a su esposa.
“He cometido errores. Me siento apenado y estoy dispuesto a asumir mi responsabilidad” dijo Bo. “Pero si he cometido o no un crimen, eso es un tema diferente”.
“Yo no doblé la ley para proteger a Gu Kailai, yo no forcé a Wang Lijun para que renunciara o para que se fuera a Estados Unidos”.
Bo reconoció haber abofeteado a Wang en la cara (un momento clave que se consideró crucial en la relación de los dos hombres) durante la confrontación, alegando que él creyó que Wang estaba inventando cargos contra Gu y por ende se enfureció contra su funcionario "doble cara" que le había prometido lealtad a su familia.
De acuerdo al transcrito de la corte, Wang dijo que había sido más de una bofetada y que el golpe le había causado una "secreción" en el oído.
“Mi cuerpo se estremeció un poco… y encontré sangre en la orilla de mi boca y una secreción en mi oreja. Me limpié la sangre con una servilleta, pero cuando él escuchó que de manera calmada le comenté de nuevo que tenía que enfrentar la realidad, lanzó un vaso en el suelo diciendo que ‘nunca la aceptaría’.
Wang le dijo a los fiscales que la violencia física de Bo en contra de él así como la desaparición de sus asesores e investigadores lo orilló a tomar la decisión de buscar refugio en la misión diplomática de Estados Unidos en Chengdu.
Cuando se le permitió a Bo cuestionar al testigo, Wang reveló que Gu le había hablado de su intención de matar un día antes de que ocurriera el homicidio. Y cuando Bo le preguntó: “¿crees que te estaba forzando a renunciar en un intento de cubrir a mi esposa y el caso de homicido”, Wang le contestó, “Sí”.