El ascenso de Janet Yellen expone la ausencia mujeres en bancos centrales
Nota del editor: Nina dos Santos es conductora de noticias y corresponsal en Londres. Conduce el programa de negocios World Business de CNN International y presenta regularmente programas diversos como CNN Marketplace Europe. Síguela en Twitter .
(CNN) — Han transcurrido casi dos semanas del cierre del gobierno de Estados Unidos y, días antes de una posible suspensión de pagos, el presidente del país, Barack Obama, hizo un intento desesperado por restaurar la credibilidad de la mayor economía del mundo .
Al nominar a Janet Yellen como presidenta de la poderosa Reserva Federal de Estados Unidos, el presidente trató de tranquilizar a los mercados de por sí irritados con las rencillas en Washington.
¿A los inversionistas les importa que Yellen sea mujer? Ya los escucho gritar: "Claro que no". Lo que les importa es si emitirá más dinero barato y si mantendrá bajas las tasas de interés.
Sin embargo, además de su tendencia inmediata a ofrecer estímulos económicos, la nominación de Yellen es un hito importante para la representación femenina en el mundo de la política monetaria.
¿Por qué? Porque es la primera vez que se confía a una mujer el valor de una moneda, no una moneda cualquiera, sino la divisa de cambio más importante del mundo.
Sus decisiones repercutirán en la vida de millones de personas en su país y en el extranjero, lo que da a las sociedades patriarcales una pausa para pensar. En Arabia Saudita no se permite que las mujeres voten, por ejemplo, pero la principal exportación del país, el petróleo, se valúa en dólares. Los hombres dominan el sector financiero, pero durante los próximos cuatro años tendrán que estar atentos a cada palabra de una mujer.
Aunque podría ser muy influyente, Yellen está sola en el organigrama mundial de los bancos centrales, especialmente en Europa, en donde tanto el Banco Central Europeo como el Banco de Inglaterra están escasos de poder femenino en las más altas esferas.
Una revisión somera de la sirectiva del Banco Central muestra que solo 12 de los 160 bancos centrales del mundo tuvieron gobernadoras a lo largo del último año. Eso equivale más o menos al 6%. Esas cifras no serían aceptables en la directiva de una empresa promedio.
El año pasado, el 15% de los directores de las empresas del índice FTSE 100 eran mujeres; en la Unión Europea, se busca que las directivas eleven esa proporción al 40% para finales de la década.
Yellen no es una mujer ni economista ordinaria. Es una persona extraordinariamente experimentada y confiable que se enfrenta a la tarea formidable de tratar de eliminar la dependencia de los mercados mundiales tras cinco años de dinero básicamente gratuito.
Sin embargo, al ponerla al timón, la Fed se une a una lista lamentablemente corta de bancos nacionales que tienen gobernadoras y que incluye a países no precisamente influyentes como Bielorrusia, la República de Kirguistán y Samoa.