La mayoría en EU defiende la ciudadanía para los inmigrantes
Mientras el presidente de Estados Unidos trata nuevamente de lograr la reforma inmigratoria, las encuestas recientes muestran que la mayoría de los estadounidenses están de acuerdo en permitir que los inmigrantes indocumentados se queden en Estados Unidos y soliciten la ciudadanía. Una encuesta indica que los estadounidenses están divididos en cuanto a hacer que la reforma inmigratoria sea una prioridad inmediata.
La encuesta del Instituto de Investigaciones sobre Religión Pública, que se publicó este lunes (aunque se realizó a principios de noviembre), indica que el 63% de los adultos de todo el país están a favor de permitir que los inmigrantes indocumentados adquieran la ciudadanía si cumplen con ciertos requisitos.
Otro 14% dijo que prefiere que solo adquieran la residencia legal, mientras que el 18% respalda la idea de deportar a quienes llegaron ilegalmente a Estados Unidos. El 4% no está seguro o no respondió.
Respecto a si la reforma inmigratoria debe ser prioridad, solo el 41% dice que debería abordarse de inmediato, mientras que el 42% dice que puede esperar y abordarse en los próximos dos años. El 14% dijo que no debería ser prioridad.
Según una encuesta que la Universidad de Quinnipiac realizó a principios de noviembre, el 57% de los electores registrados de todo el país respaldan una vía a la ciudadanía, mientras que el 13% dice que se debe permitir que los inmigrantes indocumentados se queden, pero no que se vuelvan ciudadanos. El 26% dijo que debería exigirse la partida de esos inmigrantes, mientras que el 4% no estuvo seguro.
El freno legislativo
Durante su estancia en San Francisco para asistir a un evento de recaudación de fondos, el presidente Obama reiteró la importancia de la aportación de la población inmigrante a Estados Unidos y su disposición para negociar sobre el rubro en el Congreso.
Obama dijo que “las disputas en el Congreso” es en lo que se concentran los legisladores, “en vez de aprobar una simple legislación para empleos, a pesar de que los estadounidenses quieren que nos centremos en los empleos y mejorar la economía”. El presidente de EU criticó que mantener en suspenso la reforma por la falta de disposición de los republicanos “no es inteligente, no es justo y no tiene sentido”.
La reforma inmigratoria se perfiló este año como una prioridad para el Capitolio y la Casa Blanca, pero el tema quedó eclipsado por otros asuntos más urgentes en Washington a lo largo de los últimos meses, como el cierre del gobierno, la puesta en marcha del sitio del programa sanitario Obamacare, la crisis en Siria y las negociaciones relativas al programa nuclear de Irán.
El Senado aprobó un paquete inmigratorio integral que contempla una vía a la ciudadanía, pero la legislación se ha encontrado con la firme resistencia de los conservadores de la Asamblea de Representantes. El presidente de la Asamblea, John Boehner, anunció este mes que el órgano no se discutirá la propuesta con el Senado con el fin de reconciliar las diferencias que imperan entre ambas cámaras.
El líder republicano ha insistido en que la reforma inmigratoria "definitivamente no está" muerta en la Asamblea y los republicanos indicaron que es más probable que respalden la aprobación de propuestas menores que aborden los diferentes aspectos de la reforma inmigratoria por separado. La semana pasada, Obama dijo a los empresarios que estaría dispuesto a aceptar ese método si eso significa que se logrará algo.
Para que la reforma sea aprobada es necesario que el gobierno de EU solucione el funcionamiento del sistema de salud, el Obamacare. Otro escenario que favorecería la aprobación de la reforma inmigratoria es que se promoviera en el verano de 2014, debido a que en ese tiempo las elecciones aún no están tan cerca para convertir la postura de los legisladores en algo vital para sus campañas. Algunos analistas como Leslie Sánchez consideran que la reforma inmigratoria debe aprobarse si el partido quiere permanecer siendo popular entre los votantes de EU. La analista reconoció que “un ambiente hostil” es el factor que menos favorece la aprobación de la propuesta.
El Instituto de Investigaciones sobre Religión Pública entrevistó vía telefónica a 1,005 adultos entre el 6 y el 10 de noviembre. El margen de error de la muestra es de más/menos 3.1 puntos porcentuales.
El Instituto de Encuestas de la Universidad de Quinnipiac entrevistó vía telefónica a 2,545 electores registrados entre el 6 y el 11 de noviembre; la muestra tiene un margen de error de más/menos 1.9 puntos porcentuales.
Ashley Killough, Paul Steinhauser, Kevin Liptak y Leigh Ann Caldwell colaboraron con este reporte.