Un viajero de Estados Unidos queda encerrado en un avión tras dormirse
Tom Wagner despertó el viernes por la noche: la cabina del avión estaba a oscuras. Vacía. Completamente vacía.
Miró a su alrededor desde su asiento, cerca de la parte trasera del avión y se preguntó qué ocurría. Trató de abrir la puerta del avión. Estaba cerrada con llave.
Sin saber qué más hacer, llamó por teléfono a su novia y le dijo: "Debbie, tienes que llamar a las aerolíneas. Estoy encerrado en el avión". Ella no le creyó del todo y se empezó a reír. "Le dije que hablaba en serio", explicó Wagner en el noticiero matutino de CNN, New Day, mientras reía al recordar la conversación. "Finalmente colgó y llamó a las aerolíneas".
Unos 30 minutos más tarde, la puerta se abrió. Wagner, originario de Luisiana, iba camino a California a ver a su hermana. El avión haría una escala en Houston, dijo Wagner, así que se quitó el sombrero y tomó una siesta.
Aparentemente tiene el sueño muy pesado, ya que no despertó cuando el avión aterrizó. De alguna forma, cuando los empleados de la aerolínea hicieron la limpieza usual del avión, lo pasaron por alto. Decenas de pasajeros salieron del avión, al igual que la tripulación.
Wagner dijo que caminó de un lado a otro del avión en plena oscuridad, tratando de pensar en qué sería lo mejor que podría hacer. Finalmente, unos empleados abrieron la puerta del avión y, sorprendidos, le preguntaron qué estaba haciendo allí. Trató de explicar tranquilamente que lo habían dejado adentro.
Wagner se hospedó en un hotel con cargo a la aerolínea y voló a California al día siguiente. Dijo que United le entregó un cupón por 250 dólares (3,150 pesos). La línea ExpressJet, socia de United, operó el vuelo.
"ExpressJet está investigando para determinar lo ocurrido. Ofrecemos una disculpa sincera por los inconvenientes que esto causó al pasajero", señalo la aerolínea en un comunicado que publicó el sábado.
ExpressJet declaró para KTRK, filial de CNN, que se hizo una inspección de la cabina después del vuelo pero que la empresa no podía explicar cómo se había pasado por alto a Wagner.