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Nueve activistas de Greenpeace vuelven a casa tras 100 días en Rusia

Se mostraron más comprometidos con la defensa del Ártico y criticaron al gobierno ruso por detenerlos
vie 27 diciembre 2013 01:26 PM

Los activistas de Greenpeace que permanecieron detenidos 100 días en Rusia han comenzado a regresar a sus países de origen tras  la amnistía que les permitió ahorrarse siete años de prisión  en ese país. En total, nueve ya abandonaron el país, según la organización ecologista.

Cinco británicos del grupo de 30 activistas llegaron este viernes a Londres sin ahorrar críticas al presidente Vladimir Putin y su gobierno.

"Era lo más fácil para Rusia, librarse de nosotros antes de que empezaran los Juegos Olímpicos" de Sochi, el 7 de febrero, dijo la militante Alex Harris a su llegada a la estación londinense de Saint Pancrass, según un reporte de AFP.

La amnistía "no es lo ideal" pero "no estoy en posición de rechazarla, no puedo cargar con siete años" de cárcel, que era la pena a la que se exponía por su protesta contra la explotación petrolífera en el Ártico, explicó Harris.

"No sufrí violencia física pero fue una tortura, hemos pasado dos meses en una celda de una cárcel rusa y detenidos 100 días por un crimen que no cometimos", agregó Harris, quien describió las condiciones como "verdaderamente difíciles".

Ella y cuatro compañeros británicos (Anthony Perrett, Phil Ball, Iain Rogers y Kieron Bryan) llegaron en tren desde París, donde este mismo viernes había aterrizado el vuelo que los trajo de Rusia. El canadiense Alexandre Paul y el francés Francesco Pisanu también volvieron a sus países.

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Otros dos, un italiano y un sueco, están ya en sus casas y a lo largo del día y hasta el domingo viajarán los restantes, incluida Maciel y los argentinos Camila Speziale y Hernán Pérez Orsi, según un reporte de EFE.

"No sentimos mucha gratitud por haber sido liberados", dijo Anthony Perrett, tildando de "absurdas" las acusaciones que les llevaron a la cárcel, de acuerdo con un reporte de AFP.

Perret dijo que lo vivido valió la pena: "bueno, mira a toda la prensa que hay hoy aquí. Estamos tratando de difundir el mensaje que hay que salvar el Ártico y creo que hicimos nuestro trabajo bastante bien".

En la misma línea se pronunció la activista holandesa Faiza Oulahsen, que se preparaba para abandonar Rusia y dijo "no lamentar" la protesta. Añadió que su compromiso con la protección del Ártico "es mucho mayor" ahora.

La bióloga brasileña Ana Paula Maciel dijo que se iba de Rusia “con la cabeza erguida y la conciencia limpia”, según un reporte de EFE.

Antes de abordar su avión de regreso a Brasil dijo que ella y sus compañeros están convencidos de que hicieron “algo bueno para proteger al planeta para esta y las futuras generaciones”.

26 de los 30 activistas liberados eran extranjeros y todos iban a tener visados de salida al acabar el viernes, de acuerdo con las autoridades rusas. Cuatro eran rusos.

Una activista argentina, Camila Speziale, y otra brasileña, Ana Paula Alminhana Maciel, recibieron su visa el jueves.

Los 30 integraban la tripulación del barco de Greenpeace Arctic Sunrise y fueron arrestados a finales de septiembre tras una acción de protesta contra una plataforma petrolera en el Ártico para denunciar los riesgos de la explotación de hidrocarburos en esta zona.

Imputados en un primer momento por piratería, un crimen castigado con hasta 15 años de cárcel, los militantes finalmente fueron inculpados por vandalismo, un delito que se castiga con una pena de hasta siete años de cárcel.

Tras un período de detención en Murmansk (noroeste), los miembros de la tripulación fueron trasladados a San Petersburgo antes de ser amnistiados la semana pasada por una nueva ley del parlamento ruso con motivo del 20 aniversario de la Constitución.

Tras haber puesto fin oficialmente a las acciones judiciales contra los militantes de Greenpeace, Rusia comenzó el jueves a entregar los visados a aquéllos que no tienen la nacionalidad rusa.

Detenidos en alta mar por un comando de fuerzas rusas, los activistas no tenían visas de entrada al territorio ruso, lo que les impedía también salir del país.

Según un comunicado de Greenpeace, otros activistas (entre ellos el capitán del barco Peter Willcox) partirán de Rusia este viernes. La ONG todavía espera que los investigadores rusos devuelvan todos los equipos de los que se incautaron durante la operación así como el Arctic Sunrise, que se encuentra en el puerto de Murmansk.

La amnistía es vista como un intento del Kremlin por mejorar la imagen de Rusia de cara a los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi, que se celebrarán en febrero de 2014.

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