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El gobierno de Sudán del Sur y rebeldes acuerdan el cese de hostilidades

Las autoridades lograron un acuerdo con las fuerzas rebeldes para frenar la violencia, otros países africanos serán los intermediarios
mar 31 diciembre 2013 08:33 AM

El presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, y el exvicepresidente Riek Machar acordaron un cese de las hostilidades y avanzar en las conversaciones de paz, aseguró este martes el bloque comercial de países de África del Este.

La Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo, junto con la Unión Africana y otros países, ha mediado entre las partes que combaten en Sudán del Sur, .

A pesar del aparente gran avance, la lucha continuó este martes en las ciudades de Bor, la capital del estado de Jonglei, rica en petróleo, y Bentiu, en el estado Unity, y no hay indicios de un alto el fuego.

Los líderes de África del Este dijeron este viernes que las facciones acordaron un plazo de cuatro días para deponer las armas, un intento de llevar a su fin más de dos semanas de violencia.

Una fuente cercana al exviceperesidente Machar dijo a CNN este martes que el líder rebelde envió una delegación a la capital de Etiopía, Addis Abeba, para mantener conversaciones con el gobierno de Sudán del Sur.

Dina Mufti, una vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores de Etiopía, dijo que el presidente Kiir y Machar se reunirán en la ciudad.

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La fuente cercana a Machar dijo a CNN que no acudiría, pero que enviaría un equipo que incluye a Rebecca Garang, la viuda del exlíder John Garang, y el gobernador interino del estado de Jonglei.

Mufti dijo que las conversaciones tendrían un "programa estructurado", con temas que se decidirán en el transcurso de la reunión.

Estará presidida por el primer ministro de Etiopía, Hailemariam Desalegn, quien es el actual presidente de la Unión Africana y la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo. Otras partes también mediarán en las conversaciones, dijo Mufti.

CNN no pudo llegar contactar a personal del gobierno de Sudán del Sur para hacer comentarios sobre las conversaciones.

Kiir, del grupo étnico Dinka de Sudán del Sur, ha acusado a las tropas leales a Machar, de la comunidad Nuer, de tratar de poner en marcha un golpe de Estado.

Los dos hombres han sido durante mucho tiempo rivales políticos, y Kiir destituyó a Machar, junto con el Consejo de Ministros, en julio.

Kiir dijo a CNN en una entrevista el lunes que los países africanos deberían haber actuado con rapidez para ayudar a sofocar las fuerzas rebeldes.

Tan pronto como un intento de golpe se llevó a cabo y la violencia estalló, "los líderes originales y todos los líderes africanos deberían haber llegado con el apoyo militar", y los rebeldes habrían sido "eliminados de una vez por todas", dijo.

Si la otra parte, liderada por Machar, no está de acuerdo para hablar, entonces "vamos a luchar", aseguró Kiir. "En ambos casos", dijo, la paz "será restaurada".

Amenaza de sanciones

Los líderes de la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo advirtieron el viernes que iban a "tomar medidas" para detener el conflicto que las Naciones Unidas dice que ha matado a más de 1,000 personas y ha obligado a aproximadamente 122,000 personas huir de sus hogares.

El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, en una conferencia de prensa, dijo que si Machar no estaba de acuerdo a las conversaciones, los otros países "irían por él". Al preguntársele lo que eso significa, dijo, "a derrotarlo".

El Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana, que se reunió el lunes en Gambia, hizo un llamado a todas las partes al "inmediato e incondicional cese de hostilidades", y entablar un diálogo.

También advirtió que tomaría medidas, entre ellas "sanciones selectivas" contra los que incitan a la violencia y los conflictos étnicos, obstaculizan los esfuerzos humanitarios o dañan a los civiles.

Ejército Blanco

Bor, un pueblo estratégicamente importante en el centro del país, ha sido un punto de inflamación de la violencia.

Fue retomada por el Ejército la semana pasada en una sangrienta batalla. Pero los últimos enfrentamientos sugieren que los rebeldes leales a Machar no están dispuestos a abandonarla fácilmente.

El vocero del Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán, el coronel Phillip Aguer, advirtió el fin de semana que cerca de 20,000 personas de la etnia Nuer que participan en el llamado Ejército Blanco, una milicia étnica leal a Machar, se dirigía a Bor.

La viceministra de Información de Sudán del Sur, Rachel Nyedak Paul, dijo a CNN el lunes que funcionarios del gobierno habían persuadido al Ejército Blanco a retirarse de la ciudad.

Pero los miembros de la milicia estaban involucrados en los enfrentamientos de este martes, según Paul, lo que sugiere que el acuerdo se había roto.

Los jóvenes son conocidos como el ejército blanco por el polvo blanco que utilizan para cubrir su piel como repelente de insectos.

La luchar primero estalló el 15 de diciembre en la ciudad capital de Juba. Luego se extendió rápidamente por todo el país, con asesinatos en masa que se confirmaron en las fosas comunes.

"No hay agua limpia, no hay comida"

La violencia ha provocado una creciente crisis humanitaria.

Por lo menos 122,000 personas han quedado desplazadas desde el inicio de los combates, y unos 63,000 se han refugiado en las bases de la ONU en el país, según las Naciones Unidas.

La organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras dijo el lunes que se requiere ayuda urgente para 70,000 personas que han huido de los combates en Bor.

Ellos han buscado refugio en el pueblo de Awerial, en el vecino estado de Lakes, pero el pueblo no está preparado para hacer frente a la afluencia, dijo. "Las condiciones de vida están rayando en lo catastrófico", dijo el grupo en una declaración.

Aurelie Dupont, coordinador de emergencias de Médicos Sin Fronteras en Awerial, dijo que la situación de las mujeres y los niños que han huido de sus hogares con pocas pertenencias era alarmante.

"No hay agua potable, ni comida, y no hay lugar para refugiarse o dormir", dijo. "Ellos están confiando únicamente en la ayuda de la población local."

Un informe presentado en la reunión del consejo de la Unión Africana dijo que la situación sigue siendo "muy volátil", en medio de un empeoramiento tensiones étnicas.

"Hay informes confiables de que un gran número de civiles murieron en una serie de asesinatos selectivos en la ciudad de Bor, en el estado de Jonglei, y la ciudad de Bentiu, en el estado de Unity, que se parece mucho a una matanza étnica", dijo.

Sudán del Sur se dividió formalmente de Sudán en 2011, después de un referéndum que terminó con décadas de conflicto. Numerosos grupos armados se mantienen activos en el país, rico en petróleo.

Arwa Damon y Antonia Mortensen informaron desde Juba, y Laura Smith-Spark escribió en Londres. Lillian Leposo, Nana Karikari-Apau y Michael Atsbeha colaboraron en este reporte.

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