El precio del transporte en Río 'prende' las protestas previo al Mundial
La policía se enfrentó el jueves con al menos 1,000 manifestantes que invadieron la Estación Central de trenes, metro y autobuses de Río de Janeiro para protestar por el alza del precio del boleto de autobús.
La policía intentó evacuar a los manifestantes de la estación -la mayor de la ciudad brasileña- con bombas de gas lacrimógeno. Al final, con varios torniquetes caídos y la gente usando el servicio de trenes sin pagar, los manifestantes gritaban en tono triunfal: "¡la estación está libre!".
Varios manifestantes, muchos enmascarados y vestidos de negro, destruyeron cajeros automáticos.
"La violencia viene solo de la policía, vi a uno atacar a un tipo por tener una pancarta sin hacer nada, también vi una mujer ser golpeada contra un torniquete. Le lanzamos cosas a la policía porque sufrimos todos los días (con el aumento del pasaje). Tres reales (unos 17 pesos), es absurdo", expresó Natacha de Pina, una joven bancaria en la estación.
La manifestación, que comenzó pacíficamente, fue convocada por el Movimiento Pase Libre (MPL) para protestar por el alza del 9% en la tarifa de autobús en Río, de 2.75 (unos 15 pesos) a tres reales (17 pesos) a partir de este sábado.
Una gran confusión reinaba también en el entorno de la estación, con manifestantes lanzando piedras contra los policías antimotines, que avanzaban en pequeños grupos, protegidos por sus escudos.
Varias calles cercanas a la Central fueron bloqueadas con barricadas en llamas, según el portal electrónico G1, de la red Globo.
"No habrá Copa ni aumento", gritaban los manifestantes, que denuncian también el elevado gasto público en la organización del Mundial de futbol 2014 en perjuicio de la salud, la educación y el transporte públicos, de pésima calidad y que precisan de inversiones para mejorar.
"¡Queremos trenes con el patrón FIFA!", "Fuera Sergio Cabral (el gobernador de Río)", "Go home Neymar (astro de la selección y el FC Barcelona)", "Tres reales (por boleto) no pago", se leía en algunas de las pancartas.
Unas 20 personas fueron detenidas, según el diario O Globo.
En junio pasado, el aumento de las tarifas de autobús fue lo que desató masivas manifestaciones de junio, durante la Copa Confederaciones de futbol, cuyas reivindicaciones incluyeron luego la lucha contra la corrupción de la clase política y mejores servicios públicos.
Finalmente, tras decenas de protestas que en su clímax llevaron a más de un millón de brasileños a las calles, y muchas de las cuales terminaron con enfrentamientos violentos con la policía, las autoridades dieron marcha atrás y regresaron a los antiguos precios para calmar a los manifestantes.
Río de Janeiro será además la sede de los Juegos Olímpicos de 2016.