Pasaportes falsos: el camino de la migración en el sureste asiático
Uno de los misterios que se han esclarecido con la búsqueda del avión perdido de Malaysia Airlines es el caso de los dos pasajeros que abordaron el vuelo con pasaportes falsos.
La noticia de que dos de los pasajeros del vuelo 370 no eran quienes decían ser y usaron documentos falsos desató de inmediato las especulaciones sobre un acto ilícito. Las autoridades no han descartado un acto terrorista, pero al menos en lo que concierne a estos dos pasajeros, las primeras pruebas indican que antes que nada eran migrantes iraníes.
El secretario general de la Interpol, Ronald Noble, identificó a los sujetos como Pouri Nourmohammadi, de 18 años, y Delavar Syed Mohammad Reza, de 29. Dijo que entraron a Malasia con pasaportes iraníes válidos pero usaron los pasaportes robados para abordar el vuelo 370.
No es raro que los iraníes vayan al sureste asiático, particularmente a Malasia, dijo a CNN Phil Robertson, subdirector de la División Asia de Human Rights Watch.
Tras las violentas protestas por las elecciones de 2009 y 2010 en Irán, muchos iraníes huyeron a Malasia, país al que la gente de Medio Oriente puede viajar sin visa en la mayoría de los casos.
"Una cantidad considerable de iraníes que buscaban asilo terminaron en Malasia", dijo.
Conseguir pasaportes robados o alterados "desafortunadamente es mucho más fácil de lo que la mayoría de la gente creería" y es bastante común, explicó Robertson. Un pasaporte europeo sería una gran ventaja para un inmigrante que quiera salir del sureste asiático.
Las autoridades señalan que los pasaportes —uno austriaco y el otro italiano— se robaron en Tailandia, país conocido por ser el centro del negocio de los pasaportes robados.
"Tailandia sigue siendo una sede sólida para la venta de pasaportes falsos de alta calidad (incluidos los pasaportes robados y alterados) y otros documentos de apoyo", explicó Paul Qaglia, quien ha trabajado en la región como analista de seguridad y riesgos desde hace 14 años.
Según la policía tailandesa, un hombre iraní de nombre Kazem Ali compró boletos sencillos para ambos hombres, a los que describió como amigos que querían regresar a su hogar en Europa. Aunque Ali los reservó vía telefónica, él o alguien que actuó en su nombre pagó en efectivo los boletos, según la policía.
Noble, de la Interpol, dijo que las pruebas del caso de los pasaportes robados indican que hay que preocuparse por algo muy diferente al terrorismo: "si lees lo que el jefe de la policía de Malasia dijo recientemente sobre (Nourmohammadi)… que quería viajar a Frankfurt, Alemania, para estar con su madre, (esto) es parte de un asunto de tráfico de personas y no de terrorismo", dijo Noble.
El tráfico de personas usualmente se relaciona con abusos como esclavitud laboral o sexual y es un problema en Malasia y otros países del sureste asiático .
No se insinúa que Reza y Nourmohammadi hayan sido objeto de explotación, sino que en Malasia existe una infraestructura criminal para el contrabando de personas.