Uruguay establece su reglamento para cosechar y vender marihuana
El Gobierno de Uruguay anunció este viernes los primeros lineamientos de la reglamentación que pondrá en práctica la legalización de la producción y el comercio de marihuana, una medida pionera en la lucha contra el narcotráfico y seguida con atención en el mundo.
El decreto, que entraría en vigencia a partir del martes, regulará desde qué especies de cannabis pueden ser plantadas o las condiciones para acceder a una licencia de cultivo, y hasta cuánta marihuana puede consumir un conductor sin ser multado.
Uruguay se convirtió en el primer país del mundo en regular el cultivo , la distribución y el consumo de marihuana cuando el Senado aprobó en diciembre una ley diseñada por el gobierno, que busca reducir la violencia y los arrestos ligados a las drogas.
"Si (a partir de ahora) existen organizaciones o personas que está produciendo por fuera del canal que controla el Estado o que estén produciendo por fuera del mercado legal, estarán cometiendo una ilegalidad que será atacada por el Estado", dijo en conferencia el prosecretario de Presidencia, Diego Cánepa.
Los consumidores de cannabis, de acuerdo con la ley, podrán comprar hasta 40 gramos al mes en farmacias con licencias si son ciudadanos legales, naturales o residentes en el país mayores de 18 años. Y podrán cultivar hasta seis plantas al año en sus hogares y crear clubes de entre 15 y 45 miembros con un máximo de 99 plantas.
Sin embargo, deberán registrarse en una base de datos confidencial para que el Gobierno monitorice el consumo. Las nóminas serán excluyentes, por lo que un usuario deberá elegir entre autocultivar, integrar un club, o comprar en farmacias.
"Tendremos reglas claras de juego, límites claros. Cómo hay que manejar la vigilancia y la superproducción de los clubes, cuyo destino no está definido", ejemplificó el portavoz de la Federación de Cannabicultores, Julio Rey.
Hasta ahora, la falta de un reglamento dejó un vacío legal, que llevó a las fuerzas de seguridad y jueces a actuar de manera diferente ante delitos relacionados con el autocultivo de cannabis.
"Esto (por la reglamentación) va a formalizar una situación que hoy es legal, y va a establecer los mecanismos de control", dijo Federico Marín, del Movimiento de Liberación del Cannabis.
Las autoridades aseguraron que las inspecciones previstas se efectuarán tanto en los cultivos de los licenciatarios como en los clubes. En el caso de los hogares, si el propietario se niega a permitir el acceso, se apelará a una orden judicial.
Un experimento social
El intento de Uruguay por combatir el tráfico de marihuana es seguido de cerca en América Latina, donde la legalización de algunos narcóticos es considerada cada vez más como una posible alternativa contra la violencia que rodea al negocio de la droga.
Países ricos que tienen bajo debate la legalización de la marihuana también están mirando hacia el pequeño país sudamericano, aunque las Naciones Unidas ha criticado la ley porque considera que no es la solución al problema de las drogas .
Las autoridades no precisaron si los invernaderos donde crecerá la marihuana para abastecer a las farmacias estarán asentados en un predio militar, pero confirmaron que la guardia perimetral será responsabilidad del Estado.
Una plantación de cannabis de 10 hectáreas sería suficiente para abastecer una demanda interna de entre 18 y 22 toneladas anuales, precisó el secretario ejecutivo de la Junta Nacional de Drogas (JND), Julio Calzada.
Para el cultivo se licitará a privados un mínimo de dos licencias y un máximo de seis. Las semillas serán limitadas a cinco variedades, que serán clonadas para asegurar su trazabilidad y evitar el tráfico a otros países.
"Se están pensando variedades que tengan que ver con la cultura de consumo del país (...). La definición de las variedades se va a tomar desde el punto de vista sanitario, que no implique riesgo para el uso humano", dijo Calzada.
La venta de cannabis en las farmacias, con un máximo de un 15 por ciento de THC, comenzaría a implementarse hacia fin de año. Para entonces se espera que el nuevo sistema ya esté funcionando por completo.
Para ello, las autoridades implementarán un software que mediante las huellas dactilares del dedo índice derecho e izquierdo le otorgará un algoritmo al usuario para comprar en farmacias de forma anónima. Podrán dosificar sus adquisiciones en hasta 10 gramos semanales.
Cada gramo de marihuana debería costar entre 0.85 centavos y 1 dólar (unos 13 pesos), calculan las autoridades, para restarle incentivo a la compra de marihuana paraguaya que inunda el mercado negro a un precio similar.
Uruguay, un país con 3.3 millones de habitantes, tiene 184,000 personas que consumen marihuana al menos una vez por año y unas 18,700 personas que lo hacen asiduamente, de acuerdo con las últimas cifras oficiales.