Ejército de Tailandia detiene a ex primera ministra tras golpe de Estado
Yingluck, quien estaba en el poder cuando los disturbios comenzaron en noviembre , fue destituida de su cargo este mes por el Tribunal Constitucional debido a nombramientos que hizo de altos funcionarios de seguridad.
Citatorios a líderes
Yingluck llegó al complejo militar en Bangkok con una de sus hermanas, dijo una fuente cercana a la exfuncionaria.
Los militares también llamaron a otros tres miembros de su familia, políticamente poderosa.
Además convocaron a decenas de figuras prominentes de ambos lados del espectro político de Tailandia, para presentarse en las instalaciones militares. Los que no acudan, advirtieron, serán arrestados.
Las autoridades militares no han dado muchas explicaciones sobre las razones de los citatorios, pero dicen que son necesarias "para garantizar el buen funcionamiento de la restauración de la paz y el orden".
La junta detuvo a algunos de los líderes de las facciones políticas este jueves, entre ellos el líder de la oposición, Abhisit Vejjajiva, y los miembros del Partido Pheu, de Yingluck, quienes ya fueron liberados.
Constitución suspendida y toque de queda
El general Prayuth Chan-ocha, el jefe de los militares, asumió las funciones de primer ministro hasta que haya una nueva toma de posesión, dijeron los militares este jueves.
Aún no está clara la forma en que operará el gobierno, dado que los militares también suspendieron la Constitución redactada en 2007, tras un golpe de estado anterior, a excepción de la Sección 2, que reconoce que el rey es el jefe de Estado.
Bajo el nuevo orden, las escuelas estarán cerradas en todo el país entre el viernes y el domingo, indicó el Ejército.
Un toque de queda fue impuesto de las 22:00 a las 05:00 horas. Y todas las señales estatales, de satélite y cable han recibido la orden de llevar sólo la señal del canal de televisión del ejército; CNN es una de las televisoras que han salido del aire.
En Bangkok, calma y limpieza
En las calles de Bangkok, que ha sido el punto focal de la inestabilidad política, hay una calma peculiar. La vida en la mayor parte del centro de la ciudad parece normal, con tiendas abiertas y la gente en sus trabajos.
En el área del Monumento a la Democracia, donde los manifestantes antigubernamentales habían acampado desde hace meses, hubo una limpieza y decenas de personas quitaron grandes tiendas de campaña.
La presencia militar alrededor de la ciudad aún es sutil, excepto frente al Ministerio de Defensa y las instalaciones militares.
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, dijo este jueves que no había "ninguna justificación" para el golpe militar.
Paula Hancocks, Simon Harrison, Neda Farshbaf y Greg Botelho colaboraron con este reporte.