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Fidel Castro, aún en la política pero lejos de los reflectores

El líder cubano cumple este miércoles 88 años de edad, 48 de los cuales estuvo al frente de los destinos de la isla
mar 12 agosto 2014 08:49 PM
Cortesía
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Ocho años después de que un grave y repentino quebranto de salud desplazó su figura omnipresente de la escena pública, el expresidente de Cuba, Fidel Castro, se mantiene como un referente en la vida política de la isla mayor de las Antillas.

Castro, quien este miércoles cumple 88 años de edad, 48 de los cuales estuvo al frente de los destinos de la isla, conserva sin embargo presencia mediática al recibir a dignatarios extranjeros o publicar artículos en la prensa oficial.

Actos culturales, exposiciones fotográficas, mensajes de gobiernos y movimientos políticos de izquierda, maratones juveniles y evocaciones fílmicas de su vida en la televisión, marcan la efeméride.

En las pocas fotos y videos divulgados en los últimos meses se observan los cambios físicos por su edad, en contraste con el jefe de las guerrillas que descendieron de la Sierra Maestra.

En 2006, una grave enfermedad intestinal dio un giro a la vida del hombre que ocupó los máximos cargos en el gobierno, el Partido Comunista y las Fuerzas Armadas.

“Su pensamiento constante es la Revolución”, escribió en una ocasión su compañero de armas, Ernesto Ché Guevara, asesinado en la jungla de Bolivia en 1967, y así lo ratifican sus escritos en la prensa del Estado.

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Castro nació el 13 de agosto de 1926 en Birán. Sus padres fueron el inmigrante gallego Ángel Castro y la campesina cubana Lina Ruz.

Entre las principales fechas que marcan su trayectoria figuran el 26 de julio de 1953, en el fallido intento de ocupar el Cuartel Moncada en la ciudad de Santiago de Cuba para derrocar al dictador Fulgencio Batista.

El 2 de diciembre de 1956, Castro y 81 rebeldes desembarcaron en Cuba a bordo del yate Granma. La mayoría fue capturada o murió, pero con su hermano Raúl, el argentino Ernesto Ché Guevara y otros supervivientes, comenzó una guerra de guerrillas.

El 1 de enero de 1959 Batista huyó a República Dominicana y el día 8 Castro entró en La Habana tras un recorrido triunfal a lo largo de Cuba.

En junio de 1958, escribió: “Cuando esta guerra se acabe, empezará para mí una guerra mucho más larga y grande: la guerra que voy a echar contra ellos. Me doy cuenta que ese va a ser mi destino verdadero”, en alusión al apoyo de Estados Unidos al régimen de Batista.

En la actualidad, Castro se mantiene al margen de los reflectores mientras su hermano Raúl realiza ajustes para “actualizar” el modelo socialista, que no se recupera del impacto sufrido tras la caída de la Unión Soviética y el bloque comunista de Europa oriental.

Consagrado a la vida privada, leyendo y escribiendo, según los reportes oficiales, Castro ha sacado tiempo para recibir a algunos visitantes extranjeros como en enero pasado hizo durante la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.

Uno de los primeros mensajes de felicitación en llegar fue el del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, quien escribió: “Gracias Cuba grande, por darnos al grande, a Fidel, al águila, al cóndor, al quetzal, al mito, la leyenda, al hombre, al sabio, al héroe, a la Revolución”.

Hasta ahora no se prevé su aparición pública en alguno de los actos programados del veterano líder revolucionario, que cambió su uniforme verde olivo por ropa deportiva, más cómoda para su convalecencia.

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