Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

¿Quiénes son los caricaturistas asesinados en París?

En el atentado perpetrado contra el semanario 'Charlie Hebdo' murieron caricaturistas destacados por su humor corrosivo en Francia
mié 07 enero 2015 03:24 PM

Cuatro caricaturistas destacados en Francia se cuentan entre las víctimas mortales que dejó el ataque de hombres armados contra el semanario satírico Charlie Hebdo este miércoles en París.

Los dibujantes veteranos Jean Cabu y Georges Wolinsky, así como Bernard Verlhac, Tignous, y el responsable de la revista, Stéphane Charbonnier, habían desafiado amenazas islamistas con sus viñetas sobre el profeta Mahoma, entre otros temas.

Charbonnier, Charb, recientemente había publicado una caricatura en la que especulaba con humor sobre la posibilidad de un atentado islamista en Francia.

Leer: 12 muertos en oficina de revista satírica en Francia

Cabu y Wolinsky, de 76 y 80 años respectivamente, estaban considerados en Francia como dos clásicos de la caricatura satírica, principalmente política, y eran muy conocidos en el país europeo.

Wolinski, irreverente y descarado

Publicidad

El rey de los dibujantes satíricos de Francia, Georges Wolinski, era venerado por toda una generación; padre del famoso personaje del Roi des cons (rey de los tontos) y pilar del semanario Hara Kiri en los años 1960, el antepasado de Charlie Hebdo.

Su humor fue siempre ácido, dentro de la línea tradicional de Hara Kiri, que se autodefinía como una revista "tonta y malvada".

Wolinski nació el 28 de junio de 1934 en Túnez, hijo de padre polaco asesinado cuando él tenía apenas dos años y de madre italiana. 

Llegado a París en 1945 y "más afecto a mirar a sus compañeritas o a hacer dibujos que a estudiar", fue desde temprana edad un apasionado de los cómics. Ilustró el diario de la secundaria antes de enviar sus primeros dibujos a Hara Kiri.

Luego que el gobierno francés clausurara Hara Kiri por un irreverente título para anunciar la muerte de Charles De Gaulle, esta publicación se convirtió en Charlie Hebdo.  

Leer:  Charlie Hebdo, la revista que causó controversia

Cada semana, en las páginas de Charlie Hebdo, Wolinski puso en escena a dos personajes, un flaco tímido junto a un gordo dominante y tajante que profería sus verdades de mostrador: "Señor, estoy a favor de la libertad de prensa... ¡Siempre y cuando la prensa no aproveche para decir cualquier cosa!"

A partir de la década de 1980 trabajó además para algunas de las publicaciones más importantes de Francia, incluyendo Libération, Le Nouvel Observateur o L'Humanité, y a partir de los años 1990 en Paris-Match y el Journal du Dimanche, convirtiendo sus caricaturas, que abordaban a menudo con un toque descarado el tema del sexo, en elemento omnipresente de la prensa escrita francesa.

Amante de los autos de lujo Jaguar y habitante del elegante barrio parisino de Saint-Germain-des-Prés, Wolinski también sabía burlarse de sí mismo y decía: "hicimos mayo del 68 para no convertirnos en lo que somos".

Cabú fustigó religiones y nacionalismos

El dibujante Cabú fustigaba con la aguda punta de sus lápices desde hace casi seis décadas a la sociedad en la que le tocó vivir, y especialmente las religiones y los nacionalismos.

Sus blancos favoritos eran los políticos, las fuerzas armadas y todas las religiones. También caricaturizaba en el espejo que tendía a sus contemporáneos al estereotipo del francés de clase media protestón y chauvinista.

Pilar de Charlie Hebdo y del Canard Enchainé —otro semanario satírico francés—, Cabú conservó hasta el final la ferocidad implacable de su humor contra el poder y el conformismo.

Sus caricaturas de Mahoma publicadas en 2006 fueron de las más cáusticas y valieron a la redacción de Charlie Hebdo vivir desde entonces bajo permanentes amenazas de muerte.

Jean Cabut, su verdadero nombre, nació el 13 de enero de 1938 en Châlons-sur-Marne (Marne, cerca de París). Publicó sus primeros dibujos a los 15 años, antes de realizar el servicio militar en Argelia, de donde regresó con una profunda aversión por los uniformados.

Luego pasó a integrar el circuito de los dibujantes de prensa, para Ici Paris o Le Hérisson, antes de sumarse junto a François Cavanna a la redacción de Hara-Kiri.

Charb, dibujante corrosivo y audaz

Dibujante comprometido desde muy joven, Charb dirigía Charlie Hebdo desde 2009 con su humor corrosivo, sin temer a nadie.

"Hay que seguir hasta que el Islam quede tan banalizado como el catolicismo", aseguraba. 

Nacido el 21 de agosto de 1967 en Conflans-Sainte-Honorine (Yvelines, cerca de París), Stéphane Charbonnier "aprendió a dibujar durante las clases de matemáticas y poco a poco fue siendo menos malo en dibujo que en matemáticas", dijo su editor Castermann.

En 1991, Charb participó en el lanzamiento de La Grosse Bertha, semanario satírico creado para oponerse a la primera guerra del Golfo.

Charb abandonó el diario un año más tarde para participar en el regreso de Charlie Hebdo, tras 11 años de ausencia, y en el que publicaba hasta este miércoles buena parte de sus dibujos. También lo hizo en las páginas de L'Humanité, Libération, Le Monde Libertaire, Télérama, Mon Quotidien, l'Hebdo, le Monde des Ados, Fluide Glacial o l'Echo des Savanes.

Tras la partida de Philippe Val en mayo de 2009, Charb tomó el puesto de director de publicación.

La guerra y la política, la tele-realidad, las enfermedades y las religiones eran algunos de sus blancos favoritos.

Leer: El ataque en París, ¿obra de los islamistas?

"Es por tratar a los musulmanes como creyentes antes que como ciudadanos que, por miedo o por paternalismo, estamos haciendo del Islam un tabú", advertía Charb en 2013 cuando Charlie Hebdo publicó el segundo tomo de La vida de Mahoma

Tignous, el humor cáustico y desesperado

Caricaturista y autor de tiras cómicas comprometidas, Tignous, tenía 57 años y dibujaba para la prensa desde 1980, fustigando la locura del mundo en con humor agudo y desesperado.

"Un dibujo de prensa es muy difícil de lograr porque hay que poner todo en una sola imagen. Es lo contrario del cómic", decía.

Bernard Verlhac, su verdadero nombre, nació en 1957 en París, y publicaba regularmente sus dibujos en Charlie Hebdo y Marianne. Colaboraba además con Fluide Glacial, L'Echo des Savanes y varios programas de televisión.

Sus primeros dibujos fueron publicados en L’Idiot international, La grosse Bertha y L’Evénement du jeudi.

En su libro On s'énerve pour un rien publicado en 1991, criticaba al capitalismo, así como los accionistas y las desigualdades sociales, también fustigados en Tas de riches (1999, Denoël) y en 2010 Le fric, c'est capital.

Su último álbum, Cinco años bajo Sarkozy, publicado en 2011, es una compilación de sus corrosivos dibujos de prensa sobre el gobierno del expresidente Nicolas Sarkozy.

Con información de AFP y Notimex

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad