Grupos de libertades civiles demandan a la NSA por programa de vigilancia
Cerca de una docena de grupos defensores de libertades civiles han presentado una demanda contra la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés), por la vigilancia upstream que supuestamente incluye un monitoreo de casi todas las comunicaciones por texto tanto domésticas como internacionales.
La demanda, que encabeza la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), fue presentada este martes en la Corte del Distrito de Maryland, y “desafía la sospecha de menos incautación y búsqueda de tráfico de Internet” que lleva a cabo la NSA en territorio estadounidense, según indican los documentos de la corte.
#NSA tentacles know very few bounds. Read up on our new suit against
#upstream
#surveillance
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— ACLU National (@ACLU) marzo 10, 2015
Los demandantes aseguran que para llevar a cabo su trabajo n ecesitan intercambiar información de manera confidencial, libre de pesquisas sin autorización del gobierno, lo que daña la habilidad de las organizaciones para comunicarse con sus clientes, víctimas de abusos de derechos humanos, funcionarios del gobierno y otros grupos defensores de libertades civiles.
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Además, la demanda señala que el espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional viola la primera y cuarta enmienda, así como el artículo tercero de la Constitución de Estados Unidos, porque las órdenes de vigilancia “se aplican en cualquier caso o controversia”.
La preocupación de la ACLU es que la interpretación del gobierno de la ley de Vigilancia de los Servicios de Inteligencia en el Extranjero (FISA, por sus siglas en inglés), que en 2011 permitió a las autoridades gubernamentales recolectar 250 millones de comunicaciones en Internet.
Además, en 2013, el director de Inteligencia Nacional informó que la vigilancia de casi 90,000 individuos o grupos de ciudadanos, estaba en manos de una sola orden de la corte.
El gobierno asegura que la vigilancia upstream está respaldada por la ley de vigilancia aprobada en 2008 y que la práctica incluye instalar aparatos, con el apoyo de compañías como Verizon y AT&T, en los cables que instalan en hogares, así como en enrutadores por los cuales fluye el tráfico de Internet, conocido como la “espina dorsal” del servicio.
La ACLU detalla que el programa de vigilancia de la NSA interfiere cantidades masivas de comunicaciones en tránsito que son inspeccionadas mediante miles de palabras claves asociadas con objetivos de los analistas de inteligencia.
Además de tener limitaciones débiles y numerosas excepciones sobre a qué persona vigilar, la lista de posibles objetivos del programa puede incluir individuos completamente inocentes, basta con que la persona ponga en el buscador “información foránea de inteligencia” para que sea espiado; esto da la posibilidad de que sean investigados periodistas, profesores y abogados.