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Los republicanos advierten a Irán que un acuerdo con EU podría caerse

Los legisladores advirtieron a Teherán que al terminar la administración de Obama cualquier acuerdo nuclear podría echarse abajo
mar 10 marzo 2015 12:59 PM

El Partido Republicano está comprometido con frustrar los tratos del presidente Barack Obama con Irán, y recurrió a una táctica que ha criticado del presidente durante mucho tiempo: escribir una carta a Teherán.

En un desafío inusual y controvertido a la autoridad presidencial, que enciende otra disputa con la Casa Blanca, 47 senadores republicanos advirtieron al gobierno iraní el lunes que cualquier acuerdo que alcance con Obama podría ser invalidado una vez que deje el cargo en menos de dos años.

La medida representa una escalada en la campaña republicana para interrumpir la oferta de Obama de congelar el programa nuclear de Irán, uno de los retos más importantes de seguridad nacional que afectan a Estados Unidos y un elemento clave del legado del presidente.

También subraya el escepticismo feroz en el Congreso —no solo de los republicanos— de que la diplomacia de Obama llevará a un nuevo programa de armas nucleares de Irán, así como la incertidumbre de la vigencia que cualquier acuerdo.

Los críticos dicen que la intervención de los senadores marca una intrusión peligrosa en el poder tradicional del presidente para dirigir la política exterior.

"Casi sin precedentes”

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"Esto no es correcto por razones de procedimiento", dijo Nicholas Burns, un exdiplomático de carrera estadounidense que trabajó en puestos de alto rango para presidentes republicanos y demócratas, y calificó la carta "casi sin precedentes" en su carrera.

Está "muy por encima del presidente y es inútil", añadió. "La Constitución da a nuestro presidente gran autoridad para llevar a cabo la política exterior, y no podemos ser una nación eficaz cuando (...) los miembros del Congreso tratan de dirigir la política exterior de Estados Unidos en una negociación".

El vicepresidente Joe Biden, por su parte, escaló un contraataque de la Casa Blanca contra los republicanos que firmaron la carta con una declaración en la que acusó a los republicanos de hacer caso omiso a dos siglos de precedente, una amenaza a la autoridad de los futuros presidentes para llevar a cabo las negociaciones en nombre de Estados Unidos.

Biden, quien pasó casi cuatro décadas en el Senado, dijo que la carta "está por debajo de la dignidad de una institución venerable".

La intervención republicana sigue siendo una fuerte señal de que los republicanos no tienen la intención de retroceder en sus esfuerzos para desarticular las negociaciones de Obama con Irán en su recta final, y que ellos creen que pueden echar abajo cualquier acuerdo en un futuro.

¿Cómo funciona el acuerdo?

El acuerdo, con una fecha límite de este mes, se basa en la idea de que Irán se beneficiará de un levantamiento gradual de las sanciones que han golpeado su economía a cambio de un acuerdo de congelamiento de su programa nuclear y las inspecciones intrusivas de sus instalaciones.

Obama tiene el poder de suspender algunas sanciones y levantar las medidas impuestas por el poder ejecutivo y otras restricciones internacionales. Pero varias de las medidas, incluyendo algunas en el sector financiero de Irán, fueron impuestas por el Congreso y solo pueden ser levantadas por el legislativo.

Sin embargo, algunos involucrados en el tema en Washington cuestionan si esta apuesta del Congreso dará sus frutos.

Trita Parsi, del Consejo Nacional Iraní-estadounidense, dijo que cree que la carta no es una demostración de fuerza sino una señal de desesperación de los republicanos, ya que hasta ahora no han logrado detener la diplomacia de Obama a pesar de los repetidos esfuerzos.

E incluso las medidas del Congreso —como la imposición de más sanciones previas a este posible acuerdo— han fracasado por la oposición demócrata.

"Se están dando cuenta de que tienen una capacidad muy limitada para detener al presidente en la firma de este acuerdo. No van a ser capaces de aprobar alguna de las sanciones, no va a ser capaces de anular un veto presidencial sobre esto", dijo Parsi.

La carta de los senadores también advierte a Irán de que un futuro presidente republicano podría cancelar un acuerdo nuclear con un golpe de su pluma, ya que Obama ha dicho que no va a presentar el acuerdo a referéndum del Congreso que lo haría vinculante más allá de su administración.

Los candidatos presidenciales republicanos están en conjunto opuestos al acuerdo que creen que Obama está a punto de concluir, y es probable que hagan campaña en su contra en las campañas primarias.

Limitaciones presidenciales

En la práctica, un futuro presidente de Estados Unidos podría tener dificultades para cancelar de inmediato un acuerdo que se ha alcanzado si Teherán lo está cumpliendo al menos mínimamente.

Aunque él, o ella, tendría el poder para poner fin a un acuerdo, tal medida podría meter a Estados Unidos en la responsabilidad de reavivar la crisis nuclear iraní, y podría eventualmente conducir a una confrontación militar que intentara detener los intentos de Irán de reactivar su programa nuclear.

En el corto plazo, el nuevo presidente tendría que asumir la responsabilidad de uno de los problemas más espinosos de política exterior de la última década.

Washington también podría propiciar la ira de potencias mundiales aliadas, como Gran Bretaña, Alemania, Francia, China y Rusia, que están ayudando a negociar el acuerdo y tienen —en algunos casos, muy a su pesar—sanciones impuestas que serían poco probable que volvieran a imponer.

Los republicanos, sin embargo, argumentan que intervenir con su carta antes de que se firme un acuerdo es un mensaje a la administración de Obama para mejorar las condiciones del pacto.

¿Un regalo a la línea dura?

Karim Sadjadpour, analista iraní en la Fundación Carnegie para la Paz Internacional, advirtió que el movimiento republicano era un "regalo, no una amenaza", a la línea dura de Teherán.

"Esta carta reivindica a los cínicos y los teóricos de la conspiración en Teherán que no quieren un acuerdo o creen que Obama no puede cumplirlo", dijo. "La línea dura de Irán siempre ha prosperado en aislamiento".

Pero el novato senador de Arkansas Tom Cotton, que organizó la carta, rechazó la idea de que pudiera molestar un delicado equilibrio político necesario para que el acuerdo tenga éxito.

"No hay otra cosa sino línea dura en Irán, nada más que extremistas islámicos de línea dura," dijo Cotton a CNN.

"Simplemente estamos diciendo que Irán no puede tener un arma nuclear. Los líderes de Irán no entienden el sistema constitucional de Estados Unidos. Tienen que saber que un acuerdo no aprobado por el Congreso no será aceptado por el Congreso".

El senador Tim Kaine, uno de los primeros demócratas para respaldar a Obama durante su campaña de 2008, dijo a CNN que creía que el esfuerzo republicano era la manera incorrecta de hacer las cosas. "Es una falta de respeto" que no debe distraer de la meta principal.

Kaine, que ha apoyado el proyecto de ley Corker-Menendez, dijo que el Congreso debe tener un papel si el acuerdo pasa.

"No creo que el presidente puede negociar unilateralmente a distancia sanciones del Congreso sin que el Congreso esté involucrado", dijo. 

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