Aung San Suu Kyi, clave para las relaciones entre China y Birmania
La líder opositora de Myanmar, Aung San Suu Kyi, se reunió con el presidente chino Xi Jinping en un viaje que enfatiza su transición de premio Nobel de la Paz a política pragmática.
Suu Kyi se reunió el miércoles con Wang Jiarui, oficial mayor del Partido Comunista chino, al llegar a Beijing, informaron medios chinos. Wang es vicepresidente del Comité Nacional de la Conferencia de Consulta Política Popular de China y dirigente del departamento Internacional del partido.
Suu Kyi también se entrevistó con Xi y se espera que vea al secretario Li Keqiang durante su estancia, de acuerdo con la Liga Nacional para la Democracia, partido al que pertenece.
Los observadores chinos esperan que durante su visita, del 10 al 14 de junio, se realice una reunión entre miembros del Partido Comunista y la Liga Nacional para la Democracia, que permita aumentar la influencia de china sobre su vecino del sur.
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Esta primera visita oficial le ofrece a Suu Kyi la oportunidad de presentar sus credenciales como funcionaria pública antes de las elecciones nacionales que se realizarán este año, dijo Aung Zaw, editor en jefe de la revista política The Irrawaddy.
"Ha sido acusada de coquetear con Occidente, pero ahora muestra que también puede ser una aliada (de China)".
¿Levantar la voz?
Los activistas quieren que Suu Kyi, quien permaneció bajo arresto domiciliario durante 15 años, levante la voz por los derechos humanos durante su visita a China, que atraviesa un momento de gran tensión.
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Sophie Richardson, de la organización defensora de los derechos humanos Human Rights Watch dijo en un comunicado que Suu Kyi debía pedir la liberación inmediata del escritor Permio Nobel de la Paz, Liu Xiaobo, quien enfrenta una sentencia de 11 años por "incitar a la subversión del poder del Estado" al pedir una reforma política y respeto a los derechos humanos.
Pero los observadores dicen que cualquier movimiento de esa índole es poco probable.
"No creo que Beijing la haya invitado como ícono de la democracia", dijo Zaw. "Me parece que la ven como una política que está lista para jugar".
La mujer de 69 años ha sido criticada desde que salió de su arresto en 2010 por no levantar la voz en las causas humanitarias de su país, como la crisis migratoria que enfrentan los musulmanes rohingya .
"La Aung San Suu Kyi que conocíamos es diferente a la de ahora", dijo Zaw. "Se convirtió en política. Ya no es activista por los derechos humanos".
Momentos turbulentos
La visita se da en medio de las tensiones entre China y Myanmar.
Myanmar dependió de las inversiones de su vecino durante décadas, durante el mandato de una junta militar. Pero desde las reformas políticas de 2011, la relación entre los gobiernos ha tenido altibajos por varias situaciones, dijo Zaw.
En marzo, cinco personas fueron asesinadas en la provincia china de Yunnan, cuando inició un combate entre las tropas de Myanmar y los rebeldes Kokang en la región.
Y China, el mayor inversor de Myanmar, se disgustó cuando la presa Myitsone, uno de los proyectos que respaldaba, se suspendió debido a las protestas.
"Los líderes chinos ya no pueden confiar en el gobierno de Myanmar para garantizar los intereses de su país", dijo David Mathieson, investigador de Asia para Human Rights Watch.
Haciendo apuestas
A pesar de que Suu Kyi no puede competir para la presidencia debido a que una cláusula en la constitución se lo impide por estar casada con un extranjero, su partido ganará poder en el próximo gobierno, dijo Mathieson.
"China está apostando a expandir su relación con ella".
Esto podría verse también como un desaire al gobierno de Myanmar. "La invitación seguro enfurecerá al gobierno", dijo Zaw.
Un vocero del ministerio chino del Exterior dijo durante una conferencia el martes que la visita "reforzará el entendimiento entre ambos partidos y ayudará a crear relaciones amistosas y cooperativas".
