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Tillerson asegura que nunca ha pensado en renunciar a su cargo

Después de que un reportaje de la NBC asegurara que el secretario de Estado llamó al presidente Trump 'imbécil', el secretario de Estado reafirmó su compromiso con el cargo.
vie 06 octubre 2017 06:01 AM
¿Insulto?
¿Insulto? De acuerdo con un reporte periodístico, el funcionario estadounidense habría llamado 'imbécil' al presidente de EU, Donald Trump. (Foto: YURI GRIPAS/REUTERS)

El secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, dijo que no tiene planes de renunciar y no lo hará, al rechazar informes de que el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, tuvo que instarle a permanecer en el cargo y eludió las preguntas sobre si llamó al presidente, Donald Trump, un “imbécil”.

“El vicepresidente nunca ha tenido que convencerme de que permanezca como secretario de Estado porque nunca he considerado dejar este puesto”, dijo Tillerson en una conferencia de prensa apresurada en el Departamento de Estado.

Los comentarios de Tillerson fueron parte de un esfuerzo del gobierno para desestimar un artículo de NBC en el que asesores describieron que el funcionario llamó a Trump imbécil debido a su “furia” por las formas en que el presidente lo ha debilitado públicamente en varias iniciativas de política exterior.

Al calificar el informe de “erróneo”, Tillerson apuntó hacia “algunos que tratan de sembrar la disensión” para socavar la agenda del presidente. Y dijo que no se ocuparía de “insignificantes tonterías” de insultos.

Cuando le preguntaron si alguna vez llamó a Trump un “idiota”, Tillerson no respondió directamente.

“De los lugares de donde vengo, no nos ocupamos de ese tipo de tonterías”, dijo Tillerson. “Simplemente no seré parte de este esfuerzo por dividir este gobierno”, dijo mientras el presidente viajaba a través del país para visitar a los sobrevivientes del tiroteo de domingo en Las Vegas.

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Fue una notable defensa pública que solo sirvió para resaltar las luchas internas del gobierno y el precario historial del presidente con sus altos funcionarios y asesores, algunos de los cuales han renunciado o han sido despedidos, y otros, como el fiscal general Jeff Sessions, que han tenido que soportar vituperaciones públicas de parte de Trump.

Trump estaba enterado antes del reporte del miércoles de que Tillerson se había referido a él como un “imbécil” en el Pentágono este verano, dijo una fuente familiar con la conversación a CNN, pero no está claro si Trump discutió la observación con Tillerson. Trump no estuvo presente en la reunión del Pentágono. Una fuente de la Casa Blanca también confirmó a CNN que Trump sabía sobre el insulto antes del miércoles.

Trump no está contento de que ahora se sepa que Tillerson lo llamó un “imbécil”, pero no está a punto de pedir la renuncia de su principal diplomático, dijo una persona familiarizada con su manera de pensar. El jueves por la mañana, el presidente tuiteó que Tillerson nunca amenazó con renunciar.

En lugar de ello, el presidente descartó públicamente el informe como “noticias falsas” y “totalmente inventadas” mientras viajaba a Las Vegas. El presidente dijo que tenía “total confianza” en Tillerson.

Una relación incómoda”

Sin embargo, en privado, Trump y Tillerson tienen una relación incómoda, dijo la fuente, pero Trump está temeroso de otra salida de alto perfil de su gobierno después de ocho tumultuosos meses en el cargo. Es consciente de que su gobierno y la operación interna del Ala Oeste están perdiendo personal a un ritmo alarmante, dijo la persona familiarizada con sus ideas.

Trump ha despedido o visto la salida de un consejero de seguridad nacional, de un secretario de prensa, de un director de comunicaciones, de un jefe de estrategia, de un fiscal general en funciones, de un director del FBI y de un secretario de salud y servicios humanos.

Sobre todo, el mandatario quiere proyectar un sentido de competencia y cree que la rápida rotación de personal ayuda a alimentar la noción de que su gobierno está en caos, según la fuente.

El inestable historial del presidente respecto al personal de alto nivel y los rumores en curso de que Tillerson podría renunciar o ser despedido han generado preocupaciones de que la salida del alto diplomático podría perturbar los intereses de seguridad nacional en un momento en que Washington enfrenta múltiples desafíos internacionales.

“Creo que el secretario Tillerson, el secretario Mattis y el jefe de Estado Mayor Kelly son esas personas que ayudan a separar a nuestro país del caos”, dijo a periodistas el senador Bob Corker, el republicano de Tennessee que preside el Comité de Relaciones Exteriores.

Heather Nauert, la portavoz del Departamento de Estado, dijo que Tillerson habló con Trump después de sus comentarios a la prensa y que le dijo que “fue una buena conversación y que todos están bien”.

Nauert negó categóricamente que Tillerson llamara a Trump un idiota. “No usó ese lenguaje para hablar sobre el presidente de Estados Unidos”, dijo a los periodistas. Añadió que Tillerson tomó la decisión de aparecer ante las cámaras para abordar el tema. “No se le pidió que hiciera esto; él sabía que era lo correcto”, dijo Nauert.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, dijo a reporteros en el Air Force One que Trump sigue teniendo confianza en Tillerson. Si no fuera así, dijo, Tillerson no estaría todavía en su puesto.

"Él es listo”

Tillerson buscó distanciarse de esa discordia, declarando que los informes de su fricción con Trump son el producto “erróneo” de murmuraciones de Washington que él no acepta o tolera.

El ex CEO de ExxonMobil también ofreció elogios efusivos sobre las estrategias internacionales de Trump.

“Los objetivos de política exterior del presidente Trump rompen el molde de lo que la gente tradicionalmente cree que es alcanzable por parte de nuestro país”, dijo Tillerson. “Nuestro trabajo ahora es lograr resultados en nombre de Estados Unidos y eso estamos haciendo”.

“Lo que hemos logrado, lo hemos logrado como un equipo”, dijo Tillerson, al enumerar una serie de medidas de política exterior adoptadas por el gobierno, incluyendo las sanciones a Corea del Norte, presionando a los líderes árabes para que hagan más contra el terrorismo y trabajen con India y Pakistán para estabilizar Afganistán.

Tillerson señaló que no conocía a Trump antes de aceptar el trabajo y que había aprendido sobre él desde entonces.

“Él ama a este país, él pone a los estadounidenses y a Estados Unidos en primer lugar. Es inteligente”, dijo Tillerson en la declaración apresuradamente montada en la Sala de acuerdos del Departamento de Estado. “Él exige resultados dondequiera que vaya, y pide cuentas a los que le rodean”.

Pero las tensiones entre Tillerson y Trump llevan meses gestándose, a veces visiblemente, ya que ambos han diferido públicamente sobre algunos de los retos más importantes de la política exterior del gobierno y la tragedia interna en Charlottesville, Virginia, cuando un supremacista blanco condujo un auto a través de una multitud y mató a una joven.

Durante los últimos meses, Trump ha estado agitado —pero no directamente furioso— por la distancia que Tillerson ha puesto entre él y la Casa Blanca en asuntos como Qatar, Charlottesville y Corea del Norte, dijo la fuente familiarizada con el pensamiento de Trump.

La presión de Tillerson sobre Trump para certificar el cumplimiento de Irán del acuerdo nuclear en julio lo molestó más, pero casi todos los funcionarios del gobierno estaban a favor de Tillerson, dificultando que que Trump lo culpara por completo.

Por otro lado, otro funcionario sugirió que Tillerson querrá asistir a Trump en su viaje de noviembre a Asia, una agotadora gira de cinco países que incluye una visita a Pekín. Tillerson estuvo en Pekín la semana pasada para sentar las bases de esas conversaciones.

Trump recurrió a Twitter después de que Tillerson habló, diciendo: “La historia de @NBCNews acaba de ser totalmente refutada por Sec. Tillerson y @VP Pence. Es #FakeNews. ¡Deben presentar una disculpa a ESTADOS UNIDOS!"

NBC emitió una declaración diciendo que respalda sus informes, los cuales involucraron hablar con una docena de funcionarios.

Tillerson atribuyó los informes a las murmuraciones de Washington, dejando en claro que se ve a sí mismo como un externo.

“Aunque soy nuevo en Washington, he aprendido que hay algunos que tratan de sembrar la disensión para hacer avanzar su propia agenda, dividiendo a los demás, en un esfuerzo por socavar la propia agenda del presidente Trump”, dijo Tillerson. “Yo no opero ni operaré de esa manera”.

Tillerson expresó su frustración de que informes sobre su tensión con Trump siguieran apareciendo y dijo que decidió hablar públicamente para “reafirmar mi compromiso con este rol que el presidente Trump me ha pedido que cumpla y para disipar esta noción de que alguna vez he pensado en renunciar”.

Dijo que le han preguntado “repetidamente” si va a renunciar.

“Por alguna razón, esto sigue siendo erróneamente reportado”, se quejó Tillerson. “Nunca ha habido una consideración en mi mente. Funjo por designación del presidente y estoy aquí mientras el presidente sienta que puedo ser útil para lograr sus objetivos”.

Kaitlan Collins, Laura Koran y Jeff Zeleny de CNN contribuyeron con este reportaje.

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