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Esto es lo que sabemos de los 13 hermanos torturados por sus padres en EU

Los hermanos se bañaban una vez al año y estaban encadenados a sus camas; los padres compraban pasteles para que los vieran, pero no les permitían comerlos.
vie 19 enero 2018 05:19 PM

Durante años, los 13 niños hambrientos vivían en la miseria, con grilletes y encadenados mientras sus padres se burlaban de ellos tentándolos con pasteles que ponían en el mostrador de su casa de California, dicen las autoridades.

David y Louise Turpin vivían con sus hijos de entre 2 y 29 años en Perris, al sureste de Los Ángeles.

Lo que comenzó como negligencia se convirtió en años de horribles torturas, dijeron las autoridades, con los padres supuestamente privando a los niños de agua y alimentándolos con pequeñas porciones de comida en un horario estricto.

Dormían durante el día y permanecían despiertos por la noche, a veces encadenados a sus camas y no podían usar el baño, según las autoridades.

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Después de años de presunto abuso, una adolescente escapó este domingo y llamó al 911. Los investigadores fueron a la casa y liberaron a los niños, lo que provocó días de investigaciones que dieron lugar a una serie de cargos este jueves.

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"Como fiscal, hay algunos casos que te atormentan", dijo el jueves el fiscal del distrito de Riverside, Mike Hestrin. "Algunos lidian con la depravación humana, y eso es con lo que estamos lidiando aquí"

Esto es lo que sabemos:

La familia

David y Louise Turpin son ambos de Princeton, Virginia Occidental, dicen sus familiares. De sus 13 niños incautados en el hogar, seis son menores de edad.

La familia recluida vivió en el barrio suburbano de Perris desde 2014, pero los vecinos dijeron que no los veían demasiado.

La vecina Kimberly Milligan dijo que uno de esos raros encuentros ocurrió en 2015.

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Milligan dijo que estaba revisando las decoraciones navideñas en las casas cercanas cuando vio a los hijos mayores de los Turpin colocando un adorno navideño afuera de su casa y los felicitó por ello.

"Simplemente se congelaron", recordó Milligan. "Inmediatamente se apagaron. Se podría decir que estaban aterrorizados".

Los niños eran delgados y parecían desnutridos, dijo Milligan.

Antes de que los Turpins se mudaran al sur de California, vivían en Texas, donde un exvecino dijo que eran muy reservados.

La supuesta tortura

El fiscal de distrito de California pintó una impresionante imagen de abuso físico y emocional este jueves.

Los hermanos se bañaban una vez al año y estaban encadenados a sus camas durante semanas, dijo Hestrin.

Supuestamente eran castigados cuando se lavaban las manos por encima de las muñecas y eran golpeados regularmente, según el fiscal. Los padres compraban juguetes, dijo el fiscal, pero los guardaban en sus empaques. Se les permitió una comida al día y una ducha al año, dijo Hestrin.

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"Compraban comida, incluyendo pasteles, tartas de manzana, pasteles de calabaza, y las dejaban en el mostrador para que los niños la miraran, pero no para que la comieran", dijo Hestrin.

"La evidencia circunstancial en la casa sugiere que a menudo las víctimas no fueron liberadas de sus cadenas para ir al baño", dijo.

El escape

Antes de que la policía llegara para liberarlos, una adolescente se lanzó este domingo a la libertad arrastrándose por la ventana de la casa y llamando al 911 usando un teléfono desactivado, dijeron las autoridades. Otro hermano venía con ella, pero se asustó y regresó a casa.

Era un plan que la joven de 17 años y sus hermanos habían planeado durante dos años, según Hestrin.

Cuando llegó la policía, algunos de los niños todavía estaban esposados a sus camas, pero los padres habían desencadenado a dos, dijo Hestrin.

El desarrollo en el crecimiento de algunas de las víctimas fue tan atrofiado que se veían más jóvenes, según los policías.

"Si puede imaginarse tener 17 años y parecer ser un niño de 10 años, estar encadenado a una cama, estar desnutrido y sufrir lesiones asociadas, lo llamaría tortura", dijo el capitán del condado de Riverside, Greg Fellows.

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Una de las víctimas tiene 12 años y el peso de un niño de 7, mientras que el de 29 pesaba unos 37 kilos, dijo Hestrin.

Cuando las autoridades acudieron a la casa, la madre pareció "perpleja" sobre el porqué estaban allí, según Fellows.

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