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Hong Kong vive la tercera oleada de coronavirus con mayor distancia social

El territorio chino ha detectado 100 casos diarios de COVID-19 en la última semana, después de meses de detectar solo unos pocos, lo que ha obligado al gobierno local a redoblar las restricciones.
mié 29 julio 2020 10:57 AM
Crisis sanitaria
La mitad de casos de coronavirus que se han detectado en las últimas semanas.

Hong Kong se encuentra inmersa en una tercera oleada de contagios del coronavirus, un rebrote que registra ya más de 100 nuevos contagios diarios en los últimos siete días tras meses sin apenas casos y que ha disparado los temores en la ciudad.

De acuerdo con la jefa del ejecutivo local, Carrie Lam, Hong Kong está a punto de registrar una epidemia de "gran alcance".

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"Estamos al borde de una epidemia de gran alcance que podría comportar el hundimiento de nuestro sistema hospitalario y costar vidas, particularmente entre las personas mayores", declaró Lam en un comunicado.

Más de la mitad de los contagios del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 en Hong Kong se han registrado en las últimas semanas, y las autoridades sanitarias ya advierten de que los hospitales de la ciudad "están llegando al límite" de su capacidad.

En lo que va de mes se han registrado unos 1,500 contagios, es decir, tantos como los casos registrados entre enero y finales de junio.

La mayoría de los contagios se han detectado en la península de Kowloon, y han afectado a residencias de ancianos, taxistas, trabajadores de restaurantes e incluso marineros: hasta seis buques han sido puestos en cuarentena después de que numerosos tripulantes dieran positivo en las pruebas.

China adopta la polémica ley de seguridad para Hong Kong

A partir de este miércoles, los 7.5 millones de habitantes de la ciudad, muy densamente poblada, deberán llevar cubrebocas en público, mientras que los restaurantes solo podrán ofrecer comidas para llevar.

Las reuniones de más de diez personas, excepto si son familiares, no serán autorizadas. Además, las infracciones se podrán multar con 5,000 dólares hongkoneses (645 dólares).

El uso de cubrebocas ya era obligatorio en los transportes públicos y en lugares públicos cerrados, mientras que los restaurantes solo podían recibir clientes en sus salas hasta las 18:00.

La prohibición de comer en restaurantes es significativa en una ciudad con una arraigada costumbre de hacerlo y más de 16,000 establecimientos para elegir.

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Solo para llevar
La prohibición de comer en restaurantes es significativa en una ciudad con una arraigada costumbre de hacerlo.

"Primero prohibieron las cenas. Ahora es el almuerzo. Así es la vida con la COVID-19. Es frustrante, pero ¿qué podemos hacer?", dijo a la agencia EFE un oficinista que espera en cola para pedir comida para llevar en la céntrica zona de Admiralty, rodeado de algunos trabajadores que han decidido almorzar de pie en la calle.

Por otro lado, el gobierno anunció que construirá, con la ayuda de China, un hospital de campaña con 2,000 camas cerca del aeropuerto internacional.

Los peligros de bajar la guardia

En la ex colonia británica todavía resuena el eco de la epidemia de otro coronavirus, el del SARS, que en 2003 dejó 1,755 contagios y 299 muertos. Hasta este miércoles, más de 3,000 personas han contraído la COVID-19 en la ciudad y por ahora se han notificado 24 fallecimientos.

La ex colonia británica fue una de las primeras zonas afectadas por la epidemia y al principio registró resultados notables en su estrategia de lucha contra el coronavirus.

Las cadenas de contagio local fueron prácticamente atajadas en junio, pero las infecciones volvieron a aumentar hace unas semanas, lo que llevó a las autoridades a ordenar nuevas medidas de distancia física.

El de Hong Kong es un ejemplo de que no se puede bajar la guardia contra el virus: en mayo y junio hubo muchos días en los que no se registraron nuevos contagios, y la ciudad era vista como un ejemplo por el uso generalizado de mascarillas, el trabajo en casa y los controles fronterizos.

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Algunos de los más eminentes expertos sanitarios de la ciudad achacan los rebrotes a varios factores: la falta de test, la relajación de las normas de distancia social y, en especial, las exenciones autorizadas por el Gobierno a las cuarentenas para quienes entraban en la ciudad.

Desde febrero, más de 200,000 personas se han beneficiado de esas excepciones. Entre las 33 categorías contempladas figuran trabajadores de empresas cotizadas que viajasen a o desde la China continental, tripulación de vuelos, marineros o camioneros que trajesen comida desde el otro lado de la frontera.

Mientras tanto, los viajeros normales sí que se vieron obligados a respetar dos semanas de cuarentena domiciliaria o en hoteles.

Gilman Siu, profesor asociado de la Universidad Politécnica de Hong Kong y especialista en epidemiología molecular, apoya la idea de que estas exenciones han sido el "gran resquicio" por el que se ha vuelto a colar el virus en la ciudad, ya que recientemente llevó a cabo un estudio con el que descubrió que algunos de los casos de transmisión local compartían cepas del virus con personas llegadas del extranjero.

"Un supuesto muy probable es que algunas personas exentas de cuarentena trajeron, sin saberlo, el virus a Hong Kong, se alojaron en un hotel y fueron por la ciudad sin mascarilla. A esto se podría unir que las normas de distancia social se han relajado", explicó Siu a la agencia EFE.

En un primer momento, las autoridades lo negaron, pero han acabado por reconocer que la política de exención de cuarentenas sí que ha tenido que ver con la tercera oleada de contagios.

Pero ya es tarde, según Siu: "El momento crucial para haber detenido la propagación ya pasó. Se han plantado las semillas y ya es muy difícil controlar la propagación. Lo único que podemos hacer es llevar a cabo más test".

Con información de AFP y EFE

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