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Si Trump quiere postergar las elecciones, necesitará del Congreso

El presidente de Estados Unidos no puede cambiar la fecha de los comicios a través de una orden ejecutiva, pues es una facultad del poder legislativo.
vie 31 julio 2020 12:40 PM
Una campaña en crisis
Donald Trumpsugirió cambiar la fecha de las elecciones unos minutos después de que se anunciara una caída de 32.9% del PIB de Estados Unidos.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el jueves que está considerando postergar las fechas de las elecciones programadas para el 3 de noviembre. Sin embargo esta es una decisión que el republicano, quien busca la reelección, puede hacer realidad a través de una acción ejecutiva.

La Constitución de Estados Unidos, específicamente en el artículo 2, dice que es una facultad del Congreso decidir la fecha de los comicios.

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"La constitución que rige Estados Unidos, que es de 1787, dice en el artículo 2, primera sección, inciso 3, dice que el Congreso podrá decidir la fecha de designación de los electores. Es decir el congreso, no el presidente", dijo la coordinadora de la Licenciatura en Negocios Internacionales de la Universidad Iberoamericana, Aribel Contreras.

Una ley federal de 1845 estableció que las elecciones se celebrarán el martes siguiente al primer lunes de noviembre.

Es decir que para mover la fecha de las elecciones sería necesario hacer una reforma a una ley federal. Para ello se necesitaría la aprobación tanto del Senado como de la Cámara de Representantes.

A Trump se le acaban los días y la popularidad para las elecciones de 2020

"En la misma Constitución, en el artículo 5, se permite al congreso hacer las enmiendas a la Carta Magna, pero para hacerlo se requiere las dos terceras partes de ambas cámaras. Trump tiene el Senado, pero la Cámara de Representantes no. Él de entrada sabe que no va a proceder. Sus asesores jurídicos seguramente ya le han dicho que esto es imposible", explica la especialista.

La propuesta fue inmediatamente rechazada por el partido Demócrata, que controla la Cámara de Representantes. "Trump puede tuitear todo lo que quiera, pero la realidad es que no puede retrasar las elecciones" por la situación, indicó el Comité Nacional Demócrata en una nota de prensa.

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La propuesta de Trump tampoco caló entre los republicanos en el Senado. "Nunca en la historia de nuestro país, pese a las guerras, las depresiones y la Guerra Civil, hemos tenido una elección federal que no se realizara en la fecha prevista", dijo el líder del la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell a la cadena WNKY.

El senador republicano Marco Rubio, un aliado de Trump, dijo a periodistas en el Congreso que "desearía que no hubiera dicho eso".

Para Contreras, esta declaración del presidente es parte de una estrategia para ganar tiempo y así recomponer su imagen sobre la gestión de las crisis sanitaria y económica provocadas por la pandemia del COVID-19.

Además, la propuesta llega en un momento en el que Trump es superado en todas las encuestas por el ex vicepresidente Joe Biden, el virtual candidato decmócrata a la Casa Blanca.

Justo unos minutos antes del tuit de Trump, se dio a conocer que el PIB de Estados Unidos se contrajo 32.9% durante el segundo semestre del año, su peor registro desde 1947.

"Esto obviamente responde a la pandemia, pero sus críticos han puesto el dedo en la llaga y dicen que esto es consecuencia del las pésimas decisiones de Trump sobre el manejo de la pandemia", señaló Contreras.

Los demócratas, de hecho, no perdieron la oportunidad de decir que el tuit del presidente es solo es "un intento desesperado de distraer de las devastadoras cifras económicas".

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¿Un fraude electoral?

El principal argumento del presidente Donald Trump para sugerir una nueva fecha de las elecciones es que el voto por correo. Esta ha sido una propuesta empujada por los demócratas, con el fin de ofrecer una opción segura de ejercer el voto.

"Él se enfoca en su tuit en dar una comunicación política diciendo "las elecciones por correo no van a ser seguras y van a ser fraudulentas". Él se enfoca en el voto por correo, pero no importa si es voto por correo o presencial, las encuestas le dan la ventaja a Joe Biden", dijo la académica de la Ibero.

Los rivales de Trump afirman que no existen pruebas sobre fraudes significativos en las elecciones locales y que lo que debería impulsarse es un esfuerzo mayor para mejorar la logística del complicado voto por correo.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, reiteró este viernes que el presidente considera que el sistema de votación por correo masiva es más riesgoso.

Sus oponentes dicen que no existen pruebas sobre fraudes significativos en las elecciones locales y que lo que debería impulsarse es un esfuerzo mayor para mejorar la logística del complicado voto por correo.

Sin embargo, el presidente ha dejado ver antes sus intenciones de impugnar las elecciones. En una entrevista con la cadena Fox News, Trump respondió con evasivas a la pregunta de si se comprometía a aceptar los resultados.

"Voy a ver", dijo el domingo 26 de julio.

Quizás sea el voto por correo la opción que busque para alegar un fraude electoral.

"Entrelíneas, Trump deja ver en su comentario que él no va a reconocer estar elecciones porque son 'fraudulentas'", dijo Contreras. "Él ya está enviando el mensaje que si gana Biden, él va a alegar un fraude electoral".

Si Trump decide impugnar la elecciones, será el poder judicial de Estados Unidos quien determine si se cometió o no un fraude electoral. Pero tendrá que hacerlo contrarreloj, porque el nuevo Congreso debe asumir el 3 de enero -dos meses después de la elección-, y el presidente tiene que tomar posesión el 20 de enero.

Y de nuevo, ambas fechas están escritas en la Constitución, por lo que se necesitaría una nueva enmienda para moverlas.

"Eso le da dos meses y medio a la Corte para resolverlo. No le va a dar tiempo. Eso va a ser un caos y no le va a ayudar a Estados Unidos porque el caos político tiene un impacto bursátil y por lo tanto económico. Sería una acción muy arriesgada", explicó Contreras.

Además, hay muy pocas pruebas sobre una elección fraudulenta. Según un estudio realizado por el secretario de Estado, citado por el New York Times, en Washington -uno de los estados que más vota por correo- se encontró que 142 boletas, de más de 3.1 millones emitidas, fueron remitidas a los alguaciles y fiscales del condado para acciones legales. Esto representa un 0.004 del electorado.

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