De apestado al ejemplo europeo, ¿puede Italia evitar la segunda ola de COVID-19?

Los nuevos contagios en Italia ya van en aumento y llegaron a superar los 5,000 diarios la última semana frente a los 200 de junio, cuando empezó a levantar las restricciones por la pandemia. Pero esa cifra está todavía lejos de los más de 10,000 nuevos casos que actualmente registran España, Francia y Reino Unido por separado.

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Italia aprueba nuevas restricciones para evitar una segunda ola de COVID-19

La segunda ola en Italia es incipiente, por lo que el gobierno ha anunciado nuevas medidas como la obligatoriedad llevar siempre cubrebocas, tanto en exteriores e interiores, en un intento de frenar el drástico aumento de casos. El país, que encabezó el inicio de la primera ola en Europa, tiene aún una breve ventana para poner de nuevo al COVID-19 raya. ¿Logrará evitar la pesadilla antes de Navidad?

¿Cómo logró Italia controlar el COVID-19 la primera vez?

En la primera ola, el horno crematorio de Bérgamo llegó a ser insuficiente ante el drástico incremento de muertes. Aunque funcionaba 24 horas al día no daba abasto, por lo que el ejército tuvo que transportar en una lúgubre caravana de camiones a decenas de cadáveres a otras ciudades italianas para poder incinerarlos. Fue una triste imagen que Europa no quiere volver a repetir.

Italia fue el 10 de marzo el primer país del mundo en imponer un estricto confinamiento a nivel nacional. Se cerraron las fronteras con una docena de países, a la vez que se estableció una cuarentena durante la que se suspendieron las actividades de todos los negocios no esenciales o las clases en colegios, entre otras medidas de distanciamiento social.

Las restricciones comenzaron a suavizarse a mediados de mayo, sin embargo, el gobierno italiano no bajó la guardia a pesar de la llegada del verano. Mientras que en agosto los bares en España podían abrir hasta la 1 de la mañana, en Roma se cerraron las discotecas. También se impuso el cubrebocas obligatorio en lugares públicos, abiertos y cerrados, entre las 6 de la tarde y las 6 de la mañana.

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Italia registra un récord de casos diarios de COVID-19 desde abril

Muchos infractores han sido castigados. Sólo el 21 de septiembre, la policía italiana sancionó a 227 personas y cerró tres comercios por no cumplir las medidas de contención después de realizar un control a 50,600 individuos y 4,939 negocios. No llevar cubrebocas se castiga con 1,000 euros, unos 25,000 pesos.

También se estableció un efectivo sistema de rastreo que consiste en aislar a todos los positivos y testear a todas las personas que han tenido contacto con ellos. Este sistema, que no se ha implementado en España o Francia, fue probado primero en el municipio de Vo’ Euganeo, donde se testeo a sus 3,000 habitantes, se aislaron los positivos y se establecieron dos semanas de cuarentena.

Italia está detectando el 35% de los nuevos casos mediante este sistema denominado network testing. Así, las autoridades pueden identificar a muchos asintomáticos y aislarlos antes de que se produzca un brote.

Se aproxima nueva tormenta COVID-19, Italia se prepara el segundo round

Las medidas de contención en Italia han sido muy efectivas hasta inicios de octubre. Pero desde comenzó este mes, el país experimenta un fuerte rebrote al pasar de 2,000 nuevos casos el 1 de octubre hasta los 4,231 el pasado domingo 11 de octubre. Es un crecimiento del 110% en dos semanas.

Además de imponer el uso obligatorio del cubrebocas, se espera que el primer ministro italiano Giuseppe Conte ordene más restricciones que podrían afectar al ocio nocturno, los eventos sociales y la práctica del deporte en un nuevo intento por contener la propagación del virus.

Tampoco se descarta que se aprueben cuarentenas a nivel municipal si la situación empeorase.

Alemania e Italia son los dos países europeos que mejor habían resistido el avance una segunda ola que ya se siente por todo el continente. Mientras que España contabilizaba más de 4,000 nuevos casos a mediados de agosto, Italia no había registrado cifras similares hasta el lunes pasado.

Todas las miradas están ahora puestas en los hospitales, debido a la posibilidad de que el virus vuelva a colapsar el sistema sanitario italiano. Los hospitales ubicados en las regiones más afectadas ya empiezan a quedarse sin espacio en sus áreas reservadas para enfermos por COVID-19, advirtió Walter Ricciardi, representante italiano en el comité directivo de la Organización Mundial de la Salud. “Estamos bajo una presión extrema”, dijo recientemente en una entrevista televisiva.

La manera en que Italia controló la primera ola hizo que pasara de ser visto como un paria global a un modelo en la contención del COVID-19. Sus medidas han sido estudiadas por otros países que buscan respuestas para tratar de frenar un virus que vuelve a extenderse por todo el globo. Italia ya se está preparando para otra arremetida de la pandemia a la espera de que algún día llegue la tan ansiada vacuna.