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Estos son los abusos contra los uigures por los que Occidente sanciona a China

Estados Unidos y Europa acusan que el gobierno chino ha cometido genocidio, esterilización forzada y detenciones masivas contra esta minoría étnica mulsulmana. Beijing lo niega.
mar 23 marzo 2021 05:04 AM
Reclamos de la comunidad internacional
Al menos desde 2018, las voces que denuncian que el gobierno chino comete violaciones de los derechos humanos contra la minoría uigur se han multiplicado.

En una acción coordinada, la Unión Europea, Estados Unidos, Reino Unido y Canadá establecieron sanciones contra altos funcionarios chinos por los presuntos abusos cometidos en contra de la minoría uigur. Beijing contestó de inmediato con sanciones para diputados y académicos europeos.

Las acusaciones de los actos de discriminación sistemática de Beijing hacia esta minoría musulmana han tomado fuerza en las últimas semanas, gracias a la publicación de varios informes de organizaciones de los derechos humanos, así como por la publicación de reportajes sobre el tema en medios occidentales.

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Esto es lo que sabemos sobre este conflicto.

¿Quiénes son los uigures?

Los uigures son musulmanes. Se ven a sí mismos como una tenía y cultura más cercana a las naciones Asia central que a China, de acuerdo con un reporte de la BBC. Su lengua es de origen turco y usan el alfabeto árabe. Viven principalmente en Xianjiang, una región autónoma de China, como el Tibet.

Se trata de una de las 55 minorías nacionales de China y representan al 9% de la población de China. El resto de la población del país pertenece a la etnia han.

También hay una considerable presencia uigur en los países de Asia Central limítrofes con Xinjiang, sobre todo en Kazajistán y Kirguizistán, además de en Uzbekistán, según un reporte del diario El País.

Los uigures solo representan el 45% de la población de Xianjiang, donde la etnia han, apoyada por el gobierno china, ha ganado cada vez más terreno.

Durante siglos, la economía de esta región, la más grande de China, ha girado en torno a la agricultura y el comercio. Pueblos como Kasgar se llegaron a erigir como núcleos comerciales en la famosa Ruta de la Seda.

A inicios del siglo XX, los uigures declararon una independencia. Sin embargo, el área quedó bajo el completo control de la China comunista en 1949.

Campos de reeducación

En 2018, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) llamó la atención sobre los "campamentos de reeducación" política en China para los uigures musulmanes. Entonces, los expertos en derechos de la ONU llamaron a Beijing a liberar de manera inmediata a los detenidos bajo el "pretexto de contrarrestar el terrorismo".

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El Comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación Racial citó estimaciones de que "desde decenas de miles a hasta un millón de uigures" podrían estar detenidos en la provincia de Xinjiang, en el oeste de China, indica un reporte de la agencia Reuters.

Beijing sostiene que Xianjiang enfrenta una serie amenaza de militantes islamistas y separatistas que planean ataques y provocan tensiones entre la minoría uigur y la mayoría étnica han.

Este informe acusa a China de esterilizar a su población

Los expertos independientes dijeron durante la revisión que la comisión recibió muchos artículos creíbles que afirman que un millón de uigures étnicos están retenidos en lo que parece un "enorme campamento de internación que está rodeado de secreto".

En sus conclusiones, el panel afirmó estar alarmado por "numerosos reportes de detención de una gran cantidad de personas de la etnia uigur y de otras minorías musulmanas mantenidos incomunicados y a menudo por períodos prolongados, sin ser acusados o juzgados, bajo el pretexto de contrarrestar al terrorismo y de extremismo religioso".

Estudios de institutos estadounidenses y australianos respaldan que al menos un millón de uigures han sido internados en este tipo de campos. Algunos fueron sometidos a "trabajos forzados" o a una "esterilización forzada".

Unas acusaciones que China niega rotundamente, asegurando que los "campos" son "centros de formación profesional" para alejar a la población del extremismo religioso y del separatismo, tras varios atentados mortales cometidos por los uigures contra la población civil.

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Violencia sexual contra mujeres

La BBC difundió el 3 de febrero un informe sobre la situación de los uigures en los campos de detención chinos.

En base a numerosos testimonios, la BBC informó de las denuncias de violaciones sistemáticas, de abusos sexuales y de torturas a mujeres detenidas por parte de la policía y los guardias de la región occidental de Xinjiang, en China.

El reportaje describe torturas con descargas eléctricas, incluida la violación anal por guardia usando porras eléctricas. Las mujeres habían sido sometidas a violaciones colectivas y a la esterilización forzada.

"Los gritos resonaban en todo el edificio", según uno de los testigos citado en la información.

La cancillería china calificó de "falsa" la investigación de la BBC, pero para el gobierno británico muestra "actos claramente malvados". La diplomacia estadounidense también condenó los hechos reportados.

Unos días después, la Administración Nacional de Radio y Televisión china anunció que no permitiría "que la BBC continúe retransmitiendo en China, y no acepta la renovación se su permiso anual".

El servicio de noticias de la emisora británica incumplió, a su juicio, "la exigencia de que el periodismo sea veraz y justo" y "no dañe los intereses nacionales de China", explicó el regulador de medios.

La BBC expresó su decepción con la medida que se aplica en China continental, donde el canal ya está censurado y limitado a los hoteles internacionales.

El ministro de Relaciones Exteriores británico, Dominic Raab, calificó la prohibición de "atentado inaceptable contra la libertad de prensa" y aseguró que "sólo dañará la reputación de China a los ojos del mundo”.

Estados Unidos también denunció la medida.

"Condenamos de manera absoluta la decisión", dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, quien hizo un llamado a China y a "otras naciones con un control autoritario sobre la población a que permitan el pleno acceso a internet y la libertad de medios”.

Acusaciones de genocidio

La administración del ex presidente estadounidense Donald Trump declaró en enero que China está llevando a cabo un genocidio contra los uigures y otros pueblos mayoritariamente musulmanes.

El Parlamento de Canadá adoptó el 22 de febrero una moción no vinculante que equipara el trato de China a su minoría uigur con un "genocidio", una decisión que Beijing calificó de "provocación maliciosa".

La moción, presentada por iniciativa de los conservadores (oposición), fue adoptada en la Cámara de los Comunes por 266 votos a favor de los 338. El texto aprobado también pide al gobierno de Justin Trudeau que oficialice esta decisión.

Otros diputados, incluidos los ministros del gobierno liberal, se abstuvieron.

El texto reconoce que "los uigures en China han estado y están sujetos a un genocidio".

La embajada china en Canadá emitió un comunicado en el que tildaba la moción de "acto vergonzoso", calificando a los legisladores canadienses de "hipócritas y sinvergüenzas" por usar "la excusa de los derechos humanos para participar en una manipulación política en Xinjiang con el fin de interferir en los asuntos internos de China".

Los diputados canadienses señalan el "adoctrinamiento político y antirreligioso", el "trabajo forzoso" y la "destrucción de sitios culturales" que sufre esta minoría musulmana en Xinjiang.

El 9 de febrero, un reporte del centro de estudios Newlines Institute for Strategy and Policy, basado en Washington señaló que el trato del gobierno chino a los uigures ha violado "todos y cada uno de los actos" prohibidos por la Convención de Naciones Unidas sobre el Genocidio.

"Los uigures están sufriendo graves daños físicos y mentales a causa de la tortura sistemática y el trato cruel, incluida la violación, el abuso sexual, la explotación y la humillación pública, a manos de los funcionarios del campo", dice el informe.

El informe reúne a más de 30 expertos en distintos campos desde el derecho internacional hasta las políticas étnicas chinas que, según Newlines, examinaron la evidencia disponible sobre el trato de Beijing a los uigures y la Convención sobre el Genocidio.

Dicha convención fue aprobada por la Asamblea General de Naciones Unidas en 1948, con China y otros 151 países como signatarios.

Ofrece un puñado de definiciones específicas de genocidio, como la imposición deliberada de condiciones "calculadas para provocar la destrucción física (de un grupo) en su totalidad o en parte".

Si bien violar solo una parte de la convención puede calificarse genocidio, el informe alega que las autoridades chinas están "incumpliendo todos y cada uno de los actos prohibidos" según las definiciones.

"Las personas y entidades que perpetraron los (...) actos de genocidio son todos agentes u órganos estatales, que actúan bajo el control efectivo del Estado, que manifiestan una intención de destruir a los uigures como grupo", agrega el informe.

Newlines, que antes era conocido como Centro de Política Global, publicó un informe en diciembre en el que destacaba que supuestos trabajadores de minorías étnicas en Xinjiang se veían obligados a recolectar algodón a través de un programa estatal coercitivo.

El informe, que cita documentos gubernamentales en línea, señaló que el número total involucrado en tres regiones de mayoría uigur supera por cientos de miles una cifra de 2018, que estimaba que 517,000 personas estaban obligadas a recoger algodón.

Esterilizaciones forzadas

El ministro francés de Asuntos Exteriores, Jean-Yves Le Drian, afirmó el 10 de marzo que las "esterilizaciones forzadas" y las "detenciones masivas" de uigures en campos chinos están “probadas".

"Las esterilizaciones forzadas, los abusos sexuales en los campos, las desapariciones, las detenciones masivas, los trabajos forzados, la destrucción del patrimonio cultural, empezando por los lugares de culto, la puesta bajo vigilancia de la población, todo esto está probado", dijo el canciller ante el Senado francés.

Le Drian volvió a pedir que "una misión imparcial, independiente y transparente de expertos internacionales visite Xinjiang lo antes posible bajo la responsabilidad de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet".

También pidió a las empresas francesas que estuvieran "muy atentas" ante los riesgos de "graves violaciones de los derechos fundamentales" de los uigures en las fábricas chinas que los emplean.

Francia "tiene la intención de hacer respetar" el compromiso asumido por China de suscribir el convenio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) contra el trabajo forzoso cuando concluyó el acuerdo de inversiones con la Unión Europea en diciembre, insistió el canciller.

El 24 de febrero, Le Drian había denunciado ya un "sistema institucionalizado de represión" por parte de China contra los musulmanes uigures durante una intervención ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

"De la región china de Xinjiang nos llegan testimonios y documentos concordantes que muestran prácticas injustificables contra los uigures y un sistema de vigilancia y represión institucionalizado a gran escala", dijo Le Drian entonces.

La embajada de China en Francia no tardó en responder en un tuit —sin citar directamente a Le Drian— en el cual deploró "la injerencia en los asuntos internos de otros bajo el pretexto de los Derechos Humanos".

"China se opone al uso del doble rasero para atacar y denigrar a otros países", recalcó la embajada en su cuenta de Twitter.

Con información de AFP y EFE

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