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Todo lo que sabemos sobre la efectividad de las vacunas contra el COVID-19

Las inyecciones contra esta enfermedad tienen tres objetivos: frenar la aparición de síntomas, reducir el riesgo de hospitalización y hacer menos probable la muerte de los pacientes.
mar 27 abril 2021 05:04 AM
El desarrollo de varias vacunas contra el COVID-19 ha marcado un gran cambio en la lucha contra la pandemia. Sin embargo, conforme las campañas de vacunación avanzan en el todo el mundo, más dudas surgen sobre la seguridad y la efectividad de estos medicamentos. Esto sabemos sobre la efectividad de las vacunas.
La eficacia de las vacunas es medida en ensayos clínicos, mientras que la efectividad tiene que ver con el desempeño de las vacunas en el mundo real.

El desarrollo de varias vacunas contra el COVID-19 ha marcado un gran cambio en la lucha contra la pandemia. Sin embargo, conforme las campañas de vacunación avanzan en el todo el mundo, más dudas surgen sobre la seguridad y la efectividad de estos medicamentos.

Países como Estados Unidos e Israel —que han vacunado mayoritariamente con los compuestos de Pfizer y Moderna— han visto cómo la pandemia está cediendo entre su población. Por el otro lado, Chile —que ha aplicado en su mayoría la vacuna de la china Sinovac—, acaba de pasar por uno de los peores picos de contagios y hospitalizaciones a pesar del enorme avance de su campaña de inmunización.

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Nuevos estudios hechos con la información de campo han cambiado los resultados sobre la efectividad de las vacunas que se habían obtenido en el laboratorio.

Efectividad de las vacunas contra COVID-19

A continuación, presentamos algunos datos que sabemos sobre la efectividad de las vacunas contra el COVID-19.

¿Qué es la efectividad de las vacunas?

Primero vale la pena hacer una distinción entre eficacia y efectividad. La eficacia de las vacunas mide la protección sobre una enfermedad o patógenos en un ensayo clínico, señala la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“Lo primero que debemos de conocer es que la vacuna va a hacer lo que queremos que haga la vacuna, que es estimular el sistema inmunológico. Esto se se hace con una serie de pruebas en un número pequeño de personas”, dijo Arturo Galindo, académico de la Facultad de Medicina de la Universidad Panamericana (UP), especialista en infectología.

Para probar que las vacunas sean seguras, se hacen estudios más grandes, los ensayos de Fase 3, donde se incluye a una muestra más grande.

Por otro lado, cuando las vacunas son aplicadas fuera de un ensayo clínico, hablaremos de efectividad. Este concepto toma en cuenta la complejidad del mundo real, fuera de los ambientes controlados de los laboratorios.

¿Qué tipos de efectividad existen y cómo se mide?

Aquí es donde la situación se vuelve complicada, ya que las vacunas no solo tiene un tipo de efectividad de acuerdo con especialistas consultados por Expansión. Galindo, por ejemplo, señaló que cada estudio puede definir qué es efectivo para cada uno, lo que hace complicado comparar vacunas.

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“Una vacuna puede ser efectiva para varias cosas. Pensando en una enfermedad transmisible, la vacuna lo que hace es evitar la infección o evitar una forma grave de la enfermedad o evitar la muerte. Cualquiera de esas tres posibilidades es válida si se está evaluando la efectividad de una vacuna”, explicó Malaquías López Cervantes, académico del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El especialista de la UP indicó que la efectividad para distintos objetivos varían en la misma vacuna.

“Incluso para medir la inmunidad, la mayoría de las veces lo hacemos por la manera más fácil de hacerlo en el laboratorio y que conocemos más que es medir la producción de anticuerpos, que no necesariamente es la única respuesta inmunológica que se va a tener, ni siquiera es la más importante. Pero medir la otra parte de nuestra inmunidad, la inmunidad celular, es bastante complicado”, dijo Galindo.

Para los especialistas la efectividad para prevenir hospitalizaciones y evitar la muerte por COVID-19 son las más importantes en términos de salud pública.

“Esos son distintos aspectos. Hay vacunas, por ejemplo la de Johnson & Johnson, que la eficacia para que te dé cualquier forma de COVID-19, es de un 60%, es decir, de 10 personas las que les ponga la vacuna, seis no van a tener enfermedad, cuatro sí. Y tú vas a decir ‘¡Ah, caray! Entonces no es tan buena’. No, espera. Pero evita casi en un 100% que te hospitalicen o te mueras de COVID-19 y eso es lo que importa para un sistema sanitario”, indicó Michel Martínez, jefe de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica de TecSalud y líder del Programa COVID-19 de Tec Salud.

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La capacidad de las vacunas para detener las cadenas de transmisión será determinante para poner fin a la pandemia. Pero los especialistas insisten en que la vacunación no es el único factor a tomar en cuenta, ni una salvación mágica y rápida.

¿Hay una efectividad mínima para que una vacuna sea considerada segura?

Para la OMS, todas las vacunas de COVID-19 que superen el umbral del 50% para evitar casos sintomáticos de la enfermedad son candidatas a recibir la aprobación de emergencia. “Hace un año, nos conformábamos con desarrollar una vacuna que tuviera una efectividad del 60%”, recordó Marínez, quien se refirió a las criticas contra las vacunas con efectividad menor a 90%.

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¿Cómo interactúan los factores externos con la efectividad de las vacunas?

Como comentamos antes, la efectividad de las vacunas está muy relacionada con la complejidad del mundo real, por lo que factores como el sistema de salud, las comorbilidades de la población, la edad y la incidencia de casos de COVID-19 pueden hacer que una vacuna sea más o menos efectiva.

Martínez explicó que hay varios factores que impactan de manera paralela la efectividad de las vacunas, como la seguridad, la distribución y el almacenamiento de las vacunas.

¿Cómo se relaciona la efectividad de las vacunas con la inmunidad de grupo?

Uno de los conceptos que más se ha repetidos desde el comienzo de la pandemia es la inmunidad de grupo. Algunos gobiernos, como el de Suecia, basaron su estrategia de combate a la pandemia con la esperanza de desarrollar una inmunidad grupal por medio de contagios.

Para los especialistas, este camino es equivocado, ya que no solo es más tardado, sino que tiene un costo muy alto en vidas humanas y en saturación de los sistemas sanitarios.

Sin embargo hay una relación estrecha entre la efectividad de las vacunas para prevenir la enfermedad y el porcentaje de la población que necesita recibir el esquema completo.

Por ejemplo, si una vacuna en 90% efectiva para prevenir el desarrollo de síntomas de COVID-19, un porcentaje del 60% puede ser suficiente para alcanzar la inmunidad grupal. Al contrario, con una vacuna con 60% de efectividad, se necesitará vacunar a un mayor porcentaje de habitantes.

Los especialistas, no obstante, piden ser cuidadosos con estas cifras, ya que esta efectividad también dependerá de factores como la duración de la inmunización.

¿Cómo afectarán las variantes del COVID-19 a la efectividad de las vacunas?

Los especialistas señalan que más que la efectividad relativamente baja o alta de las inyecciones, el principal riesgo sobre el futuro de las vacunas y su efectividad para lograr una inmunidad de rebaño, y así alcanzar el fin de la pandemia, será el desarrollo de nuevas variantes.

“Las variantes del COVID-19 aún deben ser controladas”, dijo el académico de la UNAM.

Hasta el momento, las variaciones no han sido suficientes para desarrollar una nueva cepa, pero en caso de que esto pase, es probable que se necesitará aplicar una vacuna anual —como en el caso de la influenza estacional—, o una vacuna para cada cepa —como en el caso del dengue—, aventuró el especialista de la UNAM.

Hasta el momento, las vacunas han mostrado una buena respuesta a la mayoría de las variantes del COVID-19, como la detectada en Reino Unido, la detectada en Brasil, y la localizada en Sudáfrica, con una gran excepción: AstraZeneca.

Y es que mientras la vacuna desarrollada en conjunto con la Universidad de Oxford tuvo un buen rendimiento para prevenir la enfermedad ante la variante británica, no fue así con la sudafricana.

Por esta razón, Sudáfrica decidió suspender su campaña de inmunización con este medicamento y ya ha vendido sus dosis a otros países, recordó el experto de TecSalud.

¿Es seguro vacunarme con AstraZeneca o Johnson & Johnson?

En las últimas semanas, las vacunas de AstraZeneca y de Johnson & Johnson han recibido una gran cantidad de atención por su presunta relación con casos de un tipo extraño de trombosis cerebral.

Aunque aún hacen falta muchos estudios, las autoridades sanitarias de Estados Unidos, la Unión Europea y la misma OMS han señalado que hay una posible relación entre las vacunas y la creación de coágulos, como resultado de una respuesta inmune exagerada.

Sin embargo, los especialistas dicen que no hay nada que temer, pues el riesgo de desarrollar este efecto secundario es muy bajo, de uno en un millón, mientras que los riesgos de desarrollar coágulos por COVID-19 es hasta del 15%.

Bueno, ¿y qué vacuna es la mejor contra el COVID-19?

Los médicos son muy claros sobre esta pregunta: la vacuna que esté aprobada y a disposición de la población será la mejor que se pueda tener.

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