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Más allá de la reforma tributaria, ¿por qué siguen las protestas en Colombia?

La violencia de la policía contra los manifestantes, el aumento de los crímenes contra líderes comunitarios y la crisis económica son algunos de los reclamos contra el gobierno de Iván Duque.
jue 06 mayo 2021 05:29 PM
Una propuesta de diálogo.
El gobierno de Colombia acepta reunirse con los sectores inconformes "la próxima semana". Líderes de las movilizaciones se dijeron abiertos a un diálogo directo con Ivan Duque, sin intermediarios.

Una semana después del primer Paro Nacional, miles de personas salieron a las calles de Colombia el miércoles para protestar contra el presidente Iván Duque. Aunque la reforma tributaria que motivó las protestas de finales de abril ya ha sido retirada, las manifestaciones continúan, como muestra del fuerte descontento social en el país sudamericano.

El saldo de las protestas hasta el momento es de 24 muertos (23 manifestantes y un policía), 18 de ellos por herida de bala, 800 lesionados y 89 desaparecidos, de acuerdo con cifras oficiales, aunque organizaciones de la sociedad civil señalan que la cifra puede ser mucho mayor.

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"Duele (...) la negligencia de un gobierno que está sordo, que prefiere enviar fuerza pública, en vez de ayudar [a la gente], prefieren ayudar a los bancos, a las grandes empresas", dijo a la agencia AFP el estudiante Héctor Cuinemi, de 19 años en Bogotá.

“Resistencia”, el grito de miles de jóvenes colombianos contra su gobierno

Con los ojos de la comunidad internacional, que denunció excesos de la fuerza pública en la represión de las manifestaciones, estudiantes, sindicatos, indígenas y otros sectores salieron a las calles de las principales ciudades con marchas festivas y en su mayoría pacíficas.

Tras una semana de movilizaciones el gobierno cedió al diálogo y aceptó reunirse con los sectores inconformes "la próxima semana", según el consejero presidencial, Miguel Ceballos.

Las altas cortes de Colombia, entre ellas la Corte Suprema de Justicia, la Corte Constitucional, el Consejo de Estado y la Justicia Especial Para la Paz, pidieron incluir a "todos los actores" de "la protesta pacífica y el malestar social" en las charlas.

Incendios y heridos, así se viven las protestas contra el gobierno en Colombia

Sin embargo esta promesa de diálogo suena hueca, pues recuerda a la hecha por el gobierno de Duque durante las protestas sociales de noviembre de 2019. La mayoría de los acuerdos alcanzados durante esas mesas no se han visto cristalizados, denuncian sindicatos y otras organizaciones.

Sindicatos, estudiantes, indígenas, ambientalistas, entre otros sectores se congregaron alrededor del llamado Comité Nacional del Paro para exigir cambios en las políticas del gobierno conservador.

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"Con los que hay que dialogar es con los que están en las calles que son los jóvenes", dijo Claudia López, alcaldesa de Bogotá, uno de los focos de las protestas.

Líderes de las movilizaciones se dijeron abiertos a un diálogo directo con Duque, sin intermediarios.

Estas son algunas de las razones detrás de la crisis política y social que vive Colombia:

Más impuestos para los pobres y la clase media

Iván Duque llegó a la presidencia de Colombia en 2018 con una consigna: "menos impuestos y más salarios". Pero la clase media y los más pobres vieron en el proyecto de reforma tributaria presentado el 15 de abril al Congreso un amenaza para su de pro sí precaria economía.

Varias organizaciones llamaron a una protesta en contra de la propuesta el 18 de abril. Decenas de miles de colombianos salieron a las calles a reclamar el retiro de la reforma tributaria. Tras cuatro días de manifestaciones, que terminaron en disturbios y enfrentamientos con la policía en algunos casos, el gobierno cedió y retiro el proyecto.

La propuesta, con la que el gobierno de Colombia aspiraba a recaudar 23.4 billones de pesos colombianos (unos 6,302 millones de dólares), planteaba la ampliación de la base tributaria para incluir a los que menos ganan y gravar con el IVA de 19% los servicios públicos de la clase media y alta, entre otras medidas polémicas.

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Duque esperaba mejorar así el estado de las finanzas públicas y dar continuidad a los programas sociales para los más necesitados durante la emergencia sanitaria, pero encontró múltiples reparos en todos los partidos, incluido el Centro Democrático, del cual hace parte.

Un nuevo proyecto de reforma fiscal que presentará el gobierno de Colombia al Congreso buscará unos 14 billones de pesos (3,640 millones de dólares) entre recursos tributarios temporales y permanentes, explicó el recién designado ministro de Hacienda.

José Manuel Restrepo pasó de ministro de Comercio, Industria y Turismo a reemplazar en la cartera de finanzas a Alberto Carrasquilla, quien renunció en medio de la ola de manifestaciones.

La nueva propuesta fiscal estará enfocada en sobretasas temporales de renta a las empresas y a los más ricos, la prorroga transitoria del impuesto al patrimonio y una ampliación del que se cobra a los dividendos, así como a un plan de austeridad de gastos del Estado, abandonando la idea de elevar el IVA y eliminar exenciones.

¿Y los acuerdos de paz?

Lo que empezó como una manifestación pacífica el 28 de abril en rechazo a una reforma fiscal, retirada por el gobierno tras el rechazo social, se transformó en una de las mayores protestas contra el gobierno conservador desde que llegó al poder en 2018.

Los manifestantes reclaman, entre otras cosas, mejores condiciones en salud y educación, seguridad en las regiones y cese del abuso policial contra los manifestantes.

"La policía nos está atacando (...), nosotros no somos vándalos", denunció Natalia (36), sin dar su apellido, quien protestó en un grupo vestido de luto.

Colombia vive además la peor arremetida de grupos armados desde la firma del histórico pacto de paz, con numerosas masacres, asesinatos selectivos y desplazamientos.

Los manifestantes también salen a las calles para exigir que cese la violencia contra los líderes sociales, defensores de derechos humanos y excombatientes de la antigua guerrilla de las FARC, cuyos asesinatos han aumentado desde 2019.

El gobierno señala, sin embargo, a las bandas criminales y al narcotráfico como el principal combustible de esos homicidios, y se defiende con el argumento de que los cultivos ilícitos son incontrolables porque desde hace cinco años la aspersión aérea con el cuestionado herbicida glifosato está suspendida en el país.

En vista de la insistencia del gobierno en reanudar en cuanto le sea permitido por los organismos de control las aspersiones aéreas con glifosato, el uso de ese herbicida entró en la lista de reivindicaciones, especialmente en regiones con grandes extensiones sembradas de coca, como la del Catatumbo, limítrofe con Venezuela.

Contra la violencia policial

En la ciudad de Pereira, en el oeste, un líder de las manifestaciones fue asesinado a tiros y dos otras personas resultaron gravemente heridas durante un ataque grabado en video, al cerrar la jornada de protesta.

Lucas Villa se encontraba, junto a otros manifestantes, protestando de forma pacífica en el viaducto que comunica esta ciudad, capital del departamento de Risaralda, con la vecina Dosquebradas, cuando personas vestidas de civil en un vehículo abrieron fuego hiriendo de gravedad a tres jóvenes.

El joven recibió ocho impactos de bala a la altura del cráneo, según confirmó a los medios el gerente del hospital San Jorge de Pereira, Juan Carlos Restrepo, y se encuentra en estado crítico en la unidad de cuidados intensivos con una condición neurológica muy grave.

Aún no hay confirmación de quién disparó el arma contra los jóvenes, si fueron civiles, fuerzas armadas o paramilitares, pero se trata de un episodio más de violencia en las protestas que tienen en vilo al país desde el 28 de abril.

La Defensoría del Pueblo informó el miércoles de al menos 24 homicidios durante las protestas, pero la Fiscalía señaló posteriormente que luego de utilizar "todos los mecanismos de esclarecimiento judicial", determinó que "11 muertes violentas se dan por ocasión de esas manifestaciones, 7 están en verificación y 6 homicidios no tienen vínculo", aunque aseguró que iba a imputar a policías por los homicidios de 3 civiles.

Organizaciones sociales y algunas ONG que se dedican a documentar casos de brutalidad policial, como Temblores, aumentan esa cifra a 37 homicidios por parte de la Policía, y más de 200 víctimas de violencia física así, como 10 de agresiones sexuales por parte de la fuerza pública, según el último reporte que contiene los hechos del 28 de abril al 5 de mayo.

Entre tanto, la Defensoría señaló que 89 personas han sido reportadas como desaparecidas desde que comenzaron las manifestaciones pero el fiscal general, Francisco Barbosa, aseguró que 38 de ellas "ya fueron ubicadas”.

Según la ONG Reporteros sin Fronteras, hubo además 76 agresiones contra periodistas, diez de ellos lesionados por la fuerza pública.

Bogotá vivió una noche de tensión el martes. Una treintena de ciudadanos y 16 policías resultaron heridos tras choques con uniformados que dejaron 25 puestos policiales afectados, según la alcaldía local.

La violencia estalló también en Cali —la ciudad en el suroeste de Colombia que se ha vuelto el epicentro de las protestas— el lunes, dejando cinco muertos y una treintena de lesionados.

La ONU, La Unión Europea, Estados Unidos, Amnistía Internacional y Human Rights Watch llamaron a la calma y exigieron garantías al gobierno.

Según la fiscalía y el ministro de Defensa, Diego Molano, detrás de los desmanes están disidencias de las FARC que se apartaron del acuerdo de paz firmado en 2016, el ELN, última guerrilla reconocida en Colombia, y bandas del narcotráfico.

"Hemos visto hechos donde se les ha disparado con arma de fuego" a los policías, "eso no es una protesta, una actitud de esa naturaleza es criminal", dijo Duque en Blu Radio, a la vez que respaldó a la fuerza pública.

El Ministerio de Defensa desplegó 47,500 uniformados en todo el territorio durante las manifestaciones. Solo en Cali hay 700 soldados, 500 hombres de la fuerza antidisturbios (Esmad), 1,800 policías y dos helicópteros adicionales. Desde el fin de semana soldados también patrullan la capital.

Una crisis económica sin precedentes

Con la popularidad en caída (33%), el presidente ha enfrentado protestas masivas desde 2019, asediado por el descontento ahora atizado por la crisis económica que acompañó la emergencia sanitaria.

Mientras el gobierno buscaba en la clase media —que fue la que en su mayor parte eligió a Duque— parte del dinero que necesita para paliar el hueco fiscal, la pobreza monetaria del país subió al 42.5 % en 2020, un aumento de 6.8 puntos porcentuales.

En Colombia también han aumentado la desigualdad y el desempleo que en 2019 y 2020 superó las dos cifras, lo que no ocurría desde 2012.

Por eso la movilización que partió de los sindicatos tuvo acogida en todas las esferas sociales y las protestas están lejos de acabar.

"El hambre también es una pandemia, la injusticia también", denunció el estudiante de sociología Fabián Quiroga, de 22 años.

Con información de AFP, EFE y Reuters

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