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¿Quién es Pedro Castillo, el presidente de Perú destituido?

El maestro rural intentó disolver el Congreso, pero terminó siendo depuesto del por el Parlamento y detenido en su intento de solicitar asilo en México.
mié 21 diciembre 2022 01:55 PM
Pedro Castillo, expresidente de Perú.
Pedro Castillo era prácticamente un desconocido hace 5 años.

Cuando fue electo el año pasado, el maestro rural de izquierda Pedro Castillo se convirtió en el primer presidente de Perú sin lazos con las élites.

Generó esperanzas de reformas, pero como varios de sus predecesores, fue destituido hace dos semanas en medio de acusaciones de corrupción, horas después de que intentara disolver el Congreso e imponer un gobierno de emergencia.

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Castillo, de 53 años, era prácticamente desconocido hasta hace cinco años, cuando lideró una gran huelga del magisterio que forzó al gobierno a aumentar los salarios.

¿Cuál es la ideología de Castillo?

Nació en Puña, un pueblo del distrito de Chota, en la región norteña de Cajamarca, donde vive y trabaja como maestro de una escuela rural desde hace 24 años. Su nombre comenzó a sonar en 2017, cuando lideró una prolongada huelga nacional del magisterio.

Está casado y tiene tres hijos. Su esposa es evangélica, pero él católico. La mezcla de moral conservadora y demandas sociales de cambio ha sintonizado bien en un país donde la religión suele ser un factor electoral.

Acostumbra a citar pasajes bíblicos cuando apela a la moral para justificar su rechazo al aborto, al matrimonio homosexual y la eutanasia.

Con sombrero blanco de copa alta típico de Cajamarca, recorrió pacientemente las regiones de Perú, incluso a caballo, para conseguir votos.

"Castillo es una especie de Lula del campo, sin las dotes sindicalistas del ex presidente brasileño, pero demuestra ser un buen comunicador", decía en 2021 a la agencia AFP la periodista y analista Sonia Goldenberg.

Para llegar al poder, Castillo prometió crear un millón de empleos en un año y niega que pretenda confiscar los fondos de pensiones de los trabajadores, como aseguran sus críticos.

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"El pueblo se siente identificado con una persona que nace del mismo pueblo", dijo el candidato cuando acudió a caballo a votar en la primera vuelta en Tacabamba, Cajamarca, el medio de transporte tradicional de esa zona rural.

AMLO respalda a Pedro Castillo, el presidente destituido de Perú

El campo peruano, los orígenes de Pedro Castillo

Pobre y analfabeto, Ireño Castillo, un devoto cristiano que conoce como la palma de su mano los secretos del campo andino, no hubiera creído jamás a quien hubiera presagiado que el tercero de sus nueve hijos estaría hoy a las puertas de convertirse en presidente de Perú.

Ireño, de 81 años, y su esposa Mavila Terrones, de 75, también analfabeta, fueron durante años campesinos sin tierra en una hacienda de San Luís de Puña, una comunidad del distrito chotano de Tacabamba, donde descansa su humilde hogar de piedra, adobe y techo de calamina.

Allí, en la norteña región de Cajamarca, la segunda más pobre del Perú, creció junto a sus ocho hermanos el candidato izquierdista.

"Yo era un muchacho pobre y no me alcanzaba el dinero para pagar el arriendo (de las tierras) y educar a mis hijos", dijo a la agencia EFE el padre del candidato, ataviado con un machete, sandalias hechas con neumáticos usados y un tradicional sombrero "chotano" de paja y ala grande.

Según el relato del anciano, la educación de su hijo buscó acercar a Pedro a los valores de la fe católica, las rondas campesinas y las arduas labores de la agricultura: "Lo llevaba por varias zonas desde pequeño y le enseñaba a trabajar", contó.

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Cuando cumplió los 12 años, padre e hijo caminaban una vez al año por más de dos días unos 140 kilómetros hasta una zona amazónica para laborar durante un mes como jornaleros en la cosecha de café.

"Nos íbamos con fiambre y dos o tres días de camino, con alforjita al hombro y veníamos y traíamos platita para comprar sus cuadernos y su uniforme de la escuela", detalló el padre.

El candidato, el único de todos los hermanos en ir a la universidad, hacía arduos esfuerzos para combinar el trabajo del campo con los estudios.

"El día que no tenía clases, (Pedro) trabajaba todo el día en la chacra, cultivando el maíz, la papa y viendo el ganado", explicó a la agencia española el mayor de los hermanos Castillo, José Mercedes.

"Teníamos comida porque trabajábamos todos desde niños como si hubiéramos sido adultos en la chacra", agregó el hombre, de 55 años, desde la casa que levantó con sus propias manos a pocos metros de la vivienda de sus padres, en donde reside con su esposa y sus cinco hijos.

Mercedes y Pedro completaron el tercer grado de primaria en la escuela de su comunidad de San Luís de Puña. Pero, después, el primero abandonó los estudios y el candidato los continuó en otro colegio del distrito de Anguía, el tercero más pobre de Perú.

Allí conoció a su esposa, Lilia Paredes, también maestra rural y con quien tiene dos hijos. Junto a ellos vive también la hermana pequeña de Paredes, quien tiene la edad del hijo menor de la pareja y a quien han criado como una hija más.

Mientras acababa los estudios de primaria, todos lo días, sin excepción, Pedro emprendía a las cinco de la madrugada un viaje de dos horas a pie por el lodo, cargado del fiambre que le preparaba su madre y protegido del típico poncho de lana de carnero y sombrero chotano.

"Él no fallaba nunca", insistió el padre.

Los kilómetros, los fiambres y el ritual matutino de Pedro se mantuvieron casi intactos aun siendo maestro, una vocación que ejerció por más de un cuarto de siglo en tres aldeas recónditas de la región, con índices de pobreza que superan el 60%.

Trayectoria sindical y política

Vivir en carne propia el esfuerzo mal pagado de los profesores de escuelas rurales peruanas, una posición de enorme influencia y respeto social en las comunidades en las que trabajan, lo llevó al trabajo sindical.

Castillo fue creciendo en esta labor hasta terminar en 2017 como el líder de una huelga magisterial, que lo colocó en el ojo del huracán mediático.

La huelga nacional de 2017 se prolongó por casi 80 días, en demanda de aumento salarial y la eliminación de un cuestionado sistema de evaluación de los docentes.

El paro dejó sin clases a 3.5 millones de alumnos de escuelas públicas del país y arrinconó al entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski. Éste se negaba inicialmente a dialogar con los huelguistas hasta que cedió y aceptó la mayoría de las demandas, excepto terminar con el sistema de evaluación.

De hecho, en ese momento, mantuvo reuniones amistosas con los líderes del fujimorismo —hoy sus grandes enemigos—, que respaldaban su protesta, por su interés en debilitar al gobierno de Kuczynski.

En un intento por deslegitimar la huelga, el ministro del Interior de la época, Carlos Basombrío, dijo que los líderes del magisterio estaban ligados al Movadef, el brazo político de la derrotada guerrilla maoísta de Sendero Luminoso, grupo ilegal considerado "terrorista" en Perú.

"Rechazo categóricamente las denuncias", replicó entonces Castillo, quien había integrado en Cajamarca las "rondas campesinas" armadas que resistían las incursiones de Sendero en los duros días del conflicto interno (1980-2000).

Sin tener mayor experiencia política que esa, el pasado 11 de abril resultó de forma sorpresiva el candidato más votado en la primera vuelta de los comicios presidenciales.

"Siempre ha tenido grandes ambiciones, pero no pensábamos que iba a estar de repente en esta situación. Ahora la esperanza de todo el pueblo es Pedro y yo me siento orgulloso de tener un hermano así", dijo José Mercedes, quien reconoció que, todo, "parece ser un sueño".

Dio una gran sorpresa al superar por estrecho margen en el balotaje a la derechista Keiko Fujimori, hija del encarcelado expresidente Alberto Fujimori (1990-2000).

Mientras el voto en las grandes ciudades peruanas, como Lima, favoreció a Keiko Fujimori, la mayoría de los electores en zonas rurales y mineras de Perú se inclinaron por Castillo. El líder sindical comprometió a aumentar drásticamente los impuestos a las empresas del sector en el segundo mayor productor mundial de cobre.

¿Qué hizo Castillo durante su gobierno?

Pedro Castillo tuvo un complicado periodo de gobierno, en el que enfrentó varias crisis y nombró cinco gabinetes distintos en menos de 18 meses, con decenas de renuncias y destituciones.

Poco después de su investidura como presidente, en julio de 2021, comenzaron los roces con Vladimín Cerrón, el líder del partido político Perú Libre, la formación política de izquierda marxista por la que fue candidato y fue una clave para llevarlo a la presidencia.

En julio de este año, rompió definitivamente con Cerón, lo que le costó el apoyo de los legisladores de Perú Libre en el Congreso.

La destitución de Castillo por "permanente incapacidad moral" fue aprobada el 7 de diciembre, horas después de que el mandatario anunciara la disolución del Congreso, instalara un toque de queda y dijera que gobernaría por decreto. Apenas dos horas después, la vicepresidenta Dina Boluarte asumió la jefatura del Estado en el Congreso hasta el fin del mandato de Castillo, en julio de 2026.

Fue el tercer intento del Congreso por sacar del poder a un presidente que registraba un rechazo de 70% y que tiene seis investigaciones judiciales en su contra por corrupción y fraude. Varios familiares y allegados suyos también han sido acusados de corrupción.

La pertinaz pugna entre el Ejecutivo y Legislativo se atizó este año por una investigación fiscal contra el líder sindical por dirigir una presunta "organización criminal" que reparte contratos públicos a cambio de dinero.

La oposición le acusaba además de falta de rumbo. Criticaban sus constantes crisis ministeriales que se tradujeron en cinco gabinetes y una rotación de 80 ministros, algo inédito en Perú.

Para la mayoría del Congreso "no es posible que un campesino gobierne al país", dijo el expresidente al anunciar que cerraba el parlamento.

Pero las fuerzas armadas y la policía no lo apoyaron, y el Congreso lo ignoró y aprobó su juicio político.

Una moción similar derivó en la caída de los exmandatarios Pedro Pablo Kuczynski en 2018, y Martín Vizcarra en 2020. El expresidente Alberto Fujimori fue destituido por el Congreso en noviembre de 2000.

Con información de AFP, Reuters y EFE

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