Las movilizaciones hacia estados fronterizos con Texas de pacientes que buscan interrumpir de manera legal un embarazo comienzan a ser una realidad.
Aunque en la región el aborto sigue siendo legal antes de las seis semanas de gestación, datos estadísticos apuntan a que por lo menos el 85% de estos procedimientos en Texas tienen lugar después de este periodo.
De acuerdo con Rebecca Tong, codirectora ejecutiva de la clínica de abortos Trust Women, los texanos no tienen claro el funcionamiento de la nueva normativa; señaló que han recibido llamadas de pacientes preguntando, por ejemplo, si deben mantener en secreto que se sometieron o someterán a la interrupción del embarazo.
Y es que la nueva ley promueve que los ciudadanos denuncien si conocen casos de mujeres que abortaron luego de la aprobación. De hecho, prometen recompensas de hasta 10 mil dólares en caso de ganar la demanda, en lo que se asemeja a una caza de mujeres que deciden interrumpir el embarazo, según las activistas.
De acuerdo con Vice , en este momento aunque oficialmente sólo ha estado en vigencia durante unos días, el impacto de la prohibición del aborto en Texas ya ha comenzado a repercutir más allá de las fronteras del estado, ya que las personas que trabajan para y con clínicas de aborto en los estados que rodean Texas se esfuerzan por mantenerse al día con una oleada de personas que huyen de la región.
En este sentido, los proveedores de servicios de aborto en Texas, así como grupos activistas han comenzado a movilizarse en protestas que exigen la remoción de la ley antiaborto. Una de las cláusulas que más indignación ha creado entre los opositores, es que la restricción en tiempo para acceder a un aborto legal, es aplicable incluso en casos de violación o incesto.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden apuntó que la decisión del Tribunal Supremo del país es “una flagrante violación del derecho establecido bajo Roe vs Wade”, y advirtió que la ley texana amenaza con provocar "un caos inconstitucional".
Además, informó que ha pedido al Consejo de Políticas de Género y a la Oficina del Abogado de la Casa Blanca "un esfuerzo gubernamental integral", en el que estén especialmente implicados el Departamento de Justicia y el de Salud y Servicios Humanos para "garantizar que las mujeres en Texas tengan abortos seguros y legales".
La opción para las mujeres que deseen interrumpir su embarazo luego de las seis semanas, es viajar a otro estado, sin embargo, no todas tienen acceso a esta posibilidad.
Ellas deberán viajar a través de las fronteras estatales, un promedio de 400 km, según lo estimado por el Instituto Guttmacher a favor del aborto.
Además, especialistas médicos apuntan que, la mayoría de las mujeres ni siquiera saben que están embarazadas antes de las seis semanas.
Esto quiere decir, que las mujeres más afectadas por la disposición son aquellas que pertenecen a minorías, como afroamericanas, indocumentadas, latinas y de escasos recursos.
La ley, también conocida como la iniciativa 8, prohíbe practicar un aborto a partir de las seis semanas de embarazo. La disposición fue sancionada el 19 de mayo por el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott.
“El creador nos dio el derecho a la vida y sin embargo, cada año millones de niños pierden ese derecho por los abortos. En Texas trabajamos para salvar esas vidas”, dijo el gobernador al firmarla.
La ley permite que los denunciantes reciban hasta 10 mil dólares por delatar a una mujer que ha practicado un aborto fuera del periodo establecido, el dinero de la multa debe ser proporcionado por las acusadas.
Antes de la aprobación, en Texas era posible someterse a una interrupción legal del embarazo hasta las 20 semanas de gestación. En la Ciudad de México, por ejemplo, no está penalizada esta práctica cuando se realiza antes de las 12 semanas de gestación.
