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Joe Biden anuncia en Naciones Unidas el inicio de “una diplomacia imparable”

En medio de las tensiones con sus aliados, el presidente de Estados Unidos dio un alegato contra el autoritarismo y el aislacionismo en su primer discurso ante la Asamblea General de la ONU.
mar 21 septiembre 2021 06:06 PM
El presidente de Estados Unidos da un discurso en la Asamblea General de Naciones Unidas
Joe Biden se comprometió a dar inicio a una "era de la diplomacia" tras el fin de la guerra en Afganistán.

El presidente estadounidense, Joe Biden, convirtió este martes su primer discurso ante la Asamblea General de la ONU en un alegato contra el aislacionismo y el autoritarismo, en un momento de dudas entre sus aliados sobre las intenciones de Estados Unidos en el mundo.

Biden negó que busque una "nueva Guerra Fría" con China y trató de reivindicarse como gran promotor de la cooperación global, después de una racha de roces con sus aliados por la retirada de Afganistán y la crisis diplomática abierta con Francia por el contencioso de los submarinos.

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"No queremos una nueva Guerra Fría o un mundo dividido en bloques rígidos", dijo el presidente de Estados Unidos en el primer discurso de su mandato en la Asamblea General de la ONU.

No obstante, "Estados Unidos va a participar en la competición y participar con vigor", advirtió al ofrecer su visión de la confrontación con Beijing, sin nombrar directamente a la potencia rival.

Joe Biden advierte una "creciente amenaza de atentado" del Estado Islámico

"Con nuestros valores y nuestra fuerza, vamos a defender a nuestros aliados y a nuestros amigos, y nos oponemos a los intentos de países más fuertes de dominar a los más débiles", remachó.

El mandatario estadounidense se comprometió a combatir las "autocracias" y prometió "defender la democracia”.

El presidente chino, Xi Jinping, participó en la Asamblea en un mensaje pregrabado desde Beijing, en lo que se considera como un duelo a distancia entre las dos superpotencias embarcadas en una confrontación cada vez más peligrosa.

Beijing rechaza la idea de una nueva Guerra Fría como la que opuso a Estados Unidos y la Unión Soviética durante la segunda mitad de siglo XX. Pero es prácticamente el único punto en que están de acuerdo ambos países, cuyas relaciones son cada vez más tensas.

La “era de la diplomacia”

El demócrata se comprometió a dar inicio a una "era de la diplomacia" tras el fin de la guerra en Afganistán, asegurando que Estados Unidos solo recurrirá a la fuerza militar como "último recurso".

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"Ahora que cerramos este periodo de guerra imparable, estamos abriendo una nueva era de diplomacia imparable", dijo el mandatario estadounidense.

Su mensaje sobre el multilateralismo fue muy similar al que envió a sus aliados cuando llegó al poder en enero pasado, después de los cuatro años de mandato del expresidente Donald Trump, cuya política de "Estados Unidos Primero" se tradujo en frecuentes desplantes a sus socios tradicionales.

"Durante los últimos ocho meses, he dado prioridad a la reconstrucción de nuestras alianzas, a la revitalización de nuestros socios y al reconocimiento de que son esenciales para la seguridad y la prosperidad duradera de Estados Unidos", aseguró.

No obstante, no está claro que esos aliados recibieran la promesa de cooperación de Biden con el mismo entusiasmo que hace ocho meses, dadas las dudas que ha generado su ejecución de la caótica retirada de Afganistán y el papel de Estados Unidos en el desigual reparto global de las vacunas contra la COVID-19.

El miércoles, aseguró, anunciará "nuevos compromisos" contra la pandemia y prometió "redoblar" los esfuerzos financieros internacionales de Washington contra el cambio climático.

El presidente estadounidense describió a la Unión Europea como un "socio fundamental" para hacer frente a los problemas globales, pero no se refirió directamente a Francia, que ha acusado a Biden de traición y de tomar medidas propias de Trump al firmar sin avisarles un pacto de defensa que le ha costado a París un lucrativo contrato.

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Biden prometió que, cuando actúe en la región "trascendental" del Indopacífico, lo hará con sus "aliados y socios, mediante cooperación y mediante instituciones multilaterales como las Naciones Unidas, para amplificar la fuerza y rapidez" de sus medidas.

Se refería así, sin mencionarlo, al pacto de defensa que ha alcanzado con Australia y el Reino Unido, por el que Washington y Londres ayudarán a los australianos a desarrollar submarinos de propulsión nuclear, en lugar de los sumergibles convencionales franceses.

Poco después, reunido en Nueva York con el primer ministro australiano, Scott Morrison, el presidente estadounidense defendió que su alianza con ese país "está en línea con todas las otras democracias del mundo", sin mencionar directamente a Francia.

París considera como una "puñalada en la espalda" el acuerdo de seguridad concluido entre Estados Unidos, Australia y Reino Unido para hacer frente a Pekín en el Pacífico, conocido como AUKUS, a espaldas de los franceses que perdieron un millonario contrato con Canberra para fabricar submarinos.

Señal de que París no está dispuesto a pasar página, un asesor del presidente francés, Emmanuel Macron, el gran ausente de la Asamblea, ha advertido que la conversación telefónica esperada "antes del fin de semana" con Joe Biden "no será un intercambio de reconciliación" sino de “aclaración".

Tras su reunión con Morrison y otra con el presidente iraquí, Barham Saleh, Biden viajó de vuelta a Washington tras una visita de menos de 24 horas a Nueva York para participar en los actos de la Asamblea General, marcada todavía por la pandemia.

Con información de AFP y EFE

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