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Las sanciones contra Rusia hacen que Estados Unidos se acerque a Nicolás Maduro

El gobierno de Venezuela admitió que sostuvo una reunión el pasado fin de semana con una delegación de la administración de Joe Biden, cuando el petróleo alcanza sus máximos desde 2014.
jue 10 marzo 2022 02:02 PM
Un manifestante en Caracas, Venezuela sostiene un cartel con un collage de fotos del presidente de Rusia, Vladimir Putin, y el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
Venezuela se halla bajo embargo petrolero estadounidense desde 2019 y es un estrecho aliado del presidente ruso, Vladimir Putin.

¿Hasta dónde se puede llegar para contener el aumento de los precios de la gasolina? Joe Biden ha activado una peligrosa diplomacia del petróleo para compensar la pérdida de crudo ruso, exponiéndose a que le acusen de recurrir a "dictadores" y socavar su propia "batalla" por la democracia.

La invasión rusa a Ucrania y la crisis energética que está generando han producido un inesperado acercamiento entre los gobiernos de Estados Unidos y Venezuela, que ha venido acompañado de la liberación de dos estadounidenses presos en el país caribeño y el anuncio del presidente Nicolás Maduro de una reactivación del diálogo con la oposición.

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El gobierno venezolano, que había manifestado abiertamente su respaldo a Vladímir Putin en la operación militar iniciada el pasado 24 de febrero, dio un giro a los hechos al admitir el lunes que sostuvo una reunión el pasado fin de semana con una delegación estadounidense de alto nivel, a la que transmitió su voluntad de "avanzar en una agenda que permita el bienestar y la paz”.

La delegación de alto nivel que viajó a Caracas intentó pasar lo más desapercibida posible, en plena guerra desatada por Rusia en Ucrania.

El propio Maduro, que explicó cómo había transcurrido la reunión con la delegación de Estados Unidos, aseguró que "continuarán hacia adelante las conversaciones, las coordinaciones y un agenda positiva entre el Gobierno de Estados Unidos" y el de Venezuela.

Por su parte, Estados Unidos confirmó la visita a Caracas de su delegación y dijo que el propósito del viaje era discutir "diferentes temas", entre ellos, la "seguridad energética" en medio de la escalada de precios del petróleo por la invasión rusa a Ucrania, que apenas el primer día de la guerra alcanzó los 104.37 dólares, una cifra no vista desde 2014, cuando llegó a cotizar a 111.80 dólares.

No obstante, la prueba palpable del acercamiento llegó la noche de este martes, pero no con acuerdos energéticos, sino con la liberación del cubano-estadounidense Jorge Alberto Fernández, detenido en febrero de 2021, y de Gustavo Adolfo Cárdenas, exdirectivo de Citgo —filial de la petrolera estatal venezolana PDVSA en Estados Unidos—, quien estuvo encarcelado cuatro años y cuatro meses en Venezuela.

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Celebración y expectativa

Las liberaciones de los ciudadanos estadounidenses, solicitadas también por la comisión que visitó Caracas, fueron celebradas por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien aseguró en un comunicado que estos hombres estaban "injustamente" detenidos en Venezuela.

Por su parte, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, insistió este mismo miércoles en que Estados Unidos sigue abierto a hablar sobre "una variedad de temas" con Maduro, especialmente sobre la liberación de los estadounidenses que siguen encarcelados en ese país.

En Venezuela siguen presos otros cinco exdirectivos de Citgo que fueron detenidos junto con Cárdenas, cuatro de ellos acusados de concierto de funcionario con contratista y asociación para delinquir, y el expresidente de la filial, a quien acusaron de peculado doloso propio y concierto de funcionario con contratista y asociación para delinquir, además de imponerle una multa de 2 millones de dólares.

Un cambio llamativo si se tiene en cuenta que Venezuela se halla bajo embargo petrolero estadounidense desde 2019 y es un estrecho aliado del presidente ruso, Vladimir Putin.

A corto plazo nada dice que esta visita cambie la situación.

Con la subida de los precios del crudo provocada por la guerra en Ucrania y la decisión estadounidense de prohibir la importación de petróleo y gas ruso, urge encontrar otras fuentes de abastecimiento.

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"Damos la vuelta al mundo" para "intentar aumentar el volumen de petróleo en el mercado" y estabilizar los precios, dijo el martes la número tres del Departamento de Estado estadounidense, Victoria Nuland.

Solo hay un "puñado de países en el mundo" que produce el "combustible" que la economía estadounidense importa de Rusia, y "debemos buscar por todos lados", afirmó, sin descartar que Washington pueda llegar a comprar crudo venezolano.

Las sanciones siguen

Hasta ahora, las muestras visibles de acercamiento han venido de Venezuela, pues el Gobierno de Estados Unidos aseguró que no ha cambiado su política hacia el país caribeño, tras la visita de los dos funcionarios estadounidenses a Caracas.

Así lo señaló este martes la subsecretaria para Asuntos Políticos del Departamento de Estado, Victoria Nuland, en una comparecencia ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, donde fue preguntada por esa visita.

Y aunque, según informaciones de prensa, el gobierno de Biden estudia levantar parte de las sanciones al sector petrolero de Venezuela que impuso su predecesor, Donald Trump (2017-2021), la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, rechazó Estados Unidos mismo hacer cualquier mención sobre la posibilidad de relajar estas medidas.

Sobre esta opción, la oposición liderada por Juan Guaidó insistió en un comunicado en que el levantamiento de "cualquier medida de presión" debe estar orientado a la "democratización", porque, de otra manera, fortalecería "al autoritarismo que hoy amenaza al mundo”.

El embargo sigue vigente y ha "dañado estructuralmente" a la industria petrolera venezolana, señala el exdiplomático estadounidense Aaron David Miller.

"Maduro explora la idea" de concesiones recíprocas, lo que "no quiere decir que abandona a Putin", añade Mariano de Alba, de la organización de prevención de conflictos International Crisis Group (ICG), quien menciona un proceso "largo" e "incierto" y "muy arriesgado".

Derechos humanos

En cualquier caso, una lluvia de críticas cayó sobre la administración de Biden.

Recomendamos esta infografía:

"Las aspiraciones democráticas del pueblo venezolano, al igual que la determinación y el coraje del pueblo de Ucrania, valen más que unos 1,000 barriles de petróleo", afirmó su influyente colega demócrata Bob Menéndez.

Aaron David Miller cree que si el gobierno estadounidense se arriesgó a esta protesta es porque quiere "explorar todas las posibilidades".

Biden busca "un equilibrio entre los intereses nacionales y sus intereses políticos más estrechos", añade el experto del think tank Carnegie Endowment for International Peace.

Y es "difícil", porque es necesario preservar los "valores estadounidenses" mientras se limita el aumento de la inflación que corre el riesgo de "costarle caro al presidente" en las elecciones legislativas de medio mandato en noviembre.

Es especialmente delicado debido a que Biden ha prometido centrar su política exterior en los derechos humanos y afirma librar una batalla entre democracias y autocracias.

Su secretario de Estado, Antony Blinken, también dijo el miércoles que Estados Unidos podría "garantizar la estabilidad del suministro energético mundial" sin renunciar a los "derechos humanos".

La relación con Venezuela no es la única que está bajo la lupa.

"Es imperativo no reemplazar el crudo pesado ruso con la producción de dictadores en Irán y Venezuela", dijo el senador republicano Jim Risch, refiriéndose a las polémicas negociaciones para salvar el acuerdo nuclear iraní.

Sobre todo porque el gobierno estadounidense se encuentra a la defensiva en su relación con las monarquías del Golfo.

La Casa Blanca desmintió el miércoles una información del Wall Street Journal de que los príncipes herederos de Arabia Saudita y Abu Dabi se negaron a hablar por teléfono con el presidente de Estados Unidos.

El portal de noticias Axios plantea la posibilidad de un viaje de Biden a Riad en primavera para intentar convencer al reino de bombear más petróleo.

"Como mínimo, tendrá que aceptar hablar con MBS", el príncipe heredero Mohammed bin Salman, afirma Aaron David Miller, mientras que el inquilino de la Casa Blanca se negaba hasta ahora a relacionarse con quien acusa de haber ordenado el asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi.

Esta vez, las críticas provienen del ala izquierda del campo presidencial.

"Nuestra respuesta a la guerra inmoral de Putin no debe ser fortalecer nuestra relación con los saudíes", protestó en Twitter la congresista progresista Ilhan Omar.

Con información de AFP y EFE

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