Aunque logró mantenerse en su puesto, el premier británico sufrió un duro golpe al ver como 148 legisladores de su partido votaron por retirarle la confianza.
Al menos 54 de ellos pidieron un voto de confianza que no se activó hasta el lunes, una vez finalizado el "jubileo de platino", los cuatro días de grandes celebraciones nacionales por los 70 años de reinado de Isabel II.
El resultado significa que Johnson se aseguró el respaldo del 59% de sus legisladores, menos que el apoyo dado a su predecesora Theresa May en una votación de confianza a la que se enfrentó en 2018.
Tras conseguir una amplia victoria electoral en 2019, el primer ministro se ha visto sometido a una creciente presión después de que él y su personal celebraron fiestas con alcohol en su despacho y residencia de Downing Street, cuando Reino Unido estaba bajo estrictos confinamientos por el COVID-19.
Tal es el enfado que el partido desencadenó una impugnación, forzando un voto de confianza anónimo sobre un liderazgo que antes parecía inexpugnable.
La medida hizo que legisladores de distintas alas del partido se rebelaran contra su líder. Un antiguo aliado acusó al primer ministro de insultar tanto al electorado como al partido al mantenerse en el poder.
Boris Johnson se disculpó por realizar fiestas ilegales durante la pandemia
"Usted ha presidido una cultura de incumplimiento de la ley en el 10 de Downing Street en relación con el COVID", dijo Jesse Norman, un ex ministro junior, antes de la votación.