El domingo, la Yihad Islámica amplió su alcance para disparar hacia Jerusalén en lo que describió como una represalia por el asesinato durante la noche de su comandante en el sur de Gaza por parte de Israel, el segundo oficial de alto rango que ha perdido en los combates.
Israel dijo que su interceptor Iron Dome, cuya tasa de éxito el ejército calculó en 97%, derribó los cohetes justo al oeste de la ciudad.
Desde el inicio de la operación israelí el viernes murieron 44 palestinos, entre ellos 15 niños, y 360 resultaron heridos, según el último balance del ministerio de Salud del enclave, gobernado por el grupo islamista Hamás.
En Israel, tres personas resultaron heridas por disparos de cohetes desde el viernes, según los servicios de emergencias.
En respuesta, el grupo armado, respaldado por Irán e incluido en la lista de organizaciones terroristas de Estados Unidos y la Unión Europea, disparó cientos de cohetes hacia Israel.
Los principales jefes militares de la Yihad Islámica en Gaza, Taysir al Jabari y Jaled Mansur, así como varios combatientes del grupo, murieron. Su muerte fue confirmada por la organización.
El brazo militar de la Yihad Islámica dijo el lunes en un comunicado que 12 miembros murieron en los ataques israelíes.
Además, Israel detuvo a unos 40 miembros de ese grupo armado en los últimos días en Cisjordania ocupada.
Con información de AFP, EFE y Reuters