Más gente, dinero y oportunidades... para quienes se preparen
El futuro va a pertenecer a los que lleguen allí primero. Y no se trata, al menos en lo que a negocios concierne, de moverse rápido, sino de moverse con mucha información.
Existen ya ríos de tinta (¿o será mejor decir bites?) con análisis de cómo será la siguiente década. Llegar antes será llegar con las armas adecuadas para pelear la batalla.
Para resumir basta con decir que en 10 años estaremos en un mundo y en un país más grande, con mayor poder de consumo, más conectado, más informado y, como consecuencia de todo esto, con mayores oportunidades de hacer negocios.
Se espera que en la década que tenemos por delante la población mundial aumentará en un 20%, motorizada fundamentalmente por las economías emergentes (léase África +34%, Oceanía +18% y Latinoamérica y Asia +15%).
En 10 años más seremos más urbanos que hoy ya que se calcula que habrá al menos 16 ciudades con más de 20 millones de vecinos –hoy el DF comparte esta característica solo con Tokio y Nueva York-.
Más grandes sí. Más urbanos también. Pero lo más importante de todo es que estaremos mucho más conectados (y aquí, también residen buenas oportunidades de negocios).
Mientras lee esta columna, unos 4 billones de celulares están conectados en el mundo. Para 2020 la cifra escalará a los 50 billones de aparatos.
Este fenómeno acelerará las comunicaciones, la interconexión y las finanzas. El dinero electrónico (desde envíos de remesas vía celular y monederos electrónicos hasta cuentas que solo viven en línea) serán casi un 'commodity'.
Un reciente estudio de IBM sobre el consumo de alimentos en el futuro hace hincapié en la necesidad de que las grandes marcas como Nestlé o Kraft tengan contacto en tiempo real con sus clientes, lo mismo que las fábricas más regionales de productos.
La economía completa ocurrirá en tiempo real. Una buena noticia para los grandes operadores de telefonía móvil (entre ellos al propio Carlos Slim) es que muchos futurólogos ya hablan del concepto de tele-health o tele salud. En poco menos de 10 años, los tratamientos serán más preventivos que reactivos y uno podrá estar en contacto con su médico en línea y él podrá determinar los focos rojos de nuestra salud antes de que salte una alarma. Todo nuestra información personal y física estará en línea.
La globalización tomará un nuevo impulso y serán los celulares los que esta vez derribarán las fronteras y los muro de contención de los países.
Según un estudio de KPMG Canadá precisamente sobre las empresas en 2020, lo que caracterizará a los negocios será la simplificación global y la estandarización de procesos y de normas internacionales. Es por ello que la competencia se dará en la mejora continúa, el ahorro, las eficiencias y la colaboración de cada compañía.
En 10 años el peso de Asia moverá la balanza de los negocios globales de Occidente a Oriente. Según el informe de The Economist, China e India pasarán de representar 35% a 43% del PIB mundial.
Aún así, Estados Unidos seguirá siendo en una década más la economía más importante del planeta, lo que no deja de ser una buena noticia para México.
Pero si bien EU se quedará con un tercio del consumo mundial, China será el segundo consumidor… ¡pisándole los talones!.
México seguirá en su velocidad de crecimiento de 2.9 a 3% año con año hasta los albores del 2020 (la misma intensidad de EU). Brasil, la gran competencia latinoamericana, será un poco más veloz a tasas de crecimiento de hasta 3.5% (que será el promedio de la región).
Medido en PIB per cápita, México pasaría de ser la economía 14 a la 13 del planeta, duplicando la cifra actual hasta llegar a los a casi 2,460 dólares.
El país no solo tendrá un PIB más sólido sino que seguirá disfrutando de su "bono demográfico", es decir, mucha gente joven en edad laboral (un beneficio del que no pueden disfrutar en Europa, por ejemplo).
En una década seremos unos 130 millones de vecinos con una edad promedio de 31 años.
Más gente, más dinero, más oportunidades. Después de leer al menos 20 pronósticos para America Latina y México, les puedo decir que hay una palabra que se repite en todos sin importar el tenor o la autoría: optimismo.
Sí, el panorama a mediano plazo, a sólo 10 años vista, es positivo para México. Pero solo será así para quienes se preparen y toman muy en cuenta el nuevo país, los nuevos paradigmas y las nuevas velocidades de desarrollo que se aproximan.
