Las corrientes internas del PRD exigen la salida de su presidente Ortega
La decisión del presidente nacional del PRD, Jesús Ortega, de impulsar una política de alianzas con el PAN provocó que corrientes del partido, en su mayoría afines al ex candidato presidencial, Andrés López Obrador , exigieran su salida de la dirigencia.
Lo anterior fue precisado por el senador Carlos Sotelo, de la corriente Democracia y Martí Batres, de Izquierda Social, el sábado durante la reunión nacional del G8, que agrupa a las ocho corrientes que han presionado para que Ortega deje la presidencia del PRD.
Ortega impulsó la política de alianzas a través de la suscripción de convenios para contender en alianza con el PAN en las elecciones de Oaxaca, Sinaloa, Durango e Hidalgo.
En el Congreso Nacional de diciembre de 2009, Jesús Ortega propuso dejar anticipadamente la dirigencia nacional de ese partido, considerado la tercera fuerza partidista en el país, a cambio de que este órgano eliminara el candado que le impedía aliarse con otras fuerzas políticas como el PAN; considerara la elección de dirigencia vía Consejo Nacional, y replanteara su estructura territorial, entre otras cosas.
En febrero de este año, el Consejo Nacional del partido determinó que Ortega dejara la dirigencia a fin de este año y no hasta diciembre de 2011, cuando legalmente concluyen sus tres años de gestión.
La conclusión anticipada permitiría además que la nueva dirigencia operara por completo la elección del candidato presidencial del PRD en el 2012, dice el ex presidente del partido, Guadalupe Acosta Naranjo.
Todas las corrientes del PRD habían aceptado la decisión de Ortega. No obstante, la decisión de aliarse con el PAN en los comicios para renovar gobernador en Oaxaca, Sinaloa, Durango e Hidalgo y el anuncio de que ambas fuerzas políticas estaban en pláticas para postular a un mismo candidato en los comicios de gobernador del estado de México, provocó críticas reiteradas al líder perredista.
Las críticas, provenientes de corrientes como Izquierda Democrática Nacional de René Bejarano e Izquierda Social del Secretario de Desarrollo Social, del gobierno capitalino, provocaron que Jesús Ortega anunciara, en noviembre pasado, su decisión de aplazar su salida de la dirigencia hasta marzo del próximo año.
Las críticas de estas corrientes contra la política de alianzas fueron incentivadas por López Obrador. Incluso, el propio Ortega aseguró que el ex candidato presidencial se equivoca al mantener esta posición.
"Con un comportamiento de división del PRD y un comportamiento de división de la izquierda ni se beneficia él (AMLO), pero sí beneficia a las fuerzas más conservadoras de nuestro país (...) No debe ser permitido, ni admitido que por intereses personales, egoístas o propósitos individuales se divida la izquierda, o se divida el PRD", concluyó Ortega Martínez, el sábado pasado, en el marco de la Conferencia Nacional de Organización de Nueva Izquierda, la corriente que él encabeza.
La decisión de permanecer en la dirigencia del PRD hasta marzo de 2011, permitirá a Ortega concretar la alianza electoral con el PAN en el estado de México y Nayarit.
En respuesta, las ocho corrientes del partido, autodenominadas G8, recordaron a Ortega que por mandato del Consejo Nacional debía dejar la dirigencia en diciembre.
Guadalupe Acosta Naranjo, ex presidente del PRD y miembro de Nueva Izquierda, la corriente de Jesús Ortega recordó que el Consejo Nacional del partido se reunirá el próximo 17 de diciembre para definir qué día de marzo, dicho Consejo deberá elegir al sucesor de Ortega.
El pasado 6 de diciembre, la Comisión Política Nacional, otro órgano de dirección del PRD se reunió y alguno y miembros de las corrientes críticas de Ortega como Dolores Padierna de Izquierda Democrática Nacional aceptaron mantenerlo en el cargo hasta marzo de 2011.
Algunos como el diputado Agustín Guerrero, de la misma corriente recordaron que ningún miembro del G8 podía tomar decisiones en la Comisión Política sin antes consultarlo y votarlo con las 8 corrientes disidentes.
"Ellos no pueden decidir ahí. El problema de la sucesión de Jesús Ortega se puede resolver con la opinión de liderazgos como Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador (ex candidatos presidenciales del PRD y ex líderes del partido) y Marcelo Ebrard (jefe de Gobierno del Distrito Federal", concluyó.
Este fin de semana, el G8 sostendrá una reunión donde, según Agustín Guerrero, se definirá si el grupo sigue presionando para que Jesús Ortega cumpla con el mandato del Consejo Nacional del partido y deje el cargo este mes.