Alto militar de EU se mete en líos por llamar "insurgentes" a los narcos
Una declaración sobre los cárteles de la droga mexicanos puso en aprietos al subsecretario de la Armada de Estados Unidos, Joseph Westphal.
El lunes, durante un foro con estudiantes del Instituto de Política Hinckley de la Universidad de Utah, Westphal dijo que esas organizaciones criminales son "una forma de insurgencia" que puede intentar tomar el gobierno de México, por lo que Washington debe estar preparado para actuar en caso de que eso ocurra.
"Como todos ustedes saben, hay una forma de insurgencia en México con los cárteles de la droga, que está justo en nuestra frontera", señaló, en declaraciones recogidas por diarios locales .
La atención que Estados Unidos presta a lo que ocurre en México "no es sólo por las drogas y los inmigrantes ilegales. Es acerca de la potencial toma de un gobierno con el que compartimos frontera", dijo el oficial militar.
Un día después, Westphal se retractó de sus palabras.
En un comunicado —publicado por CNN este martes—, indicó: "En mi respuesta a una pregunta sobre la política de defensa de Estados Unidos, inadecuadamente caractericé a América Latina como un punto ciego estratégico; mi declaración también caracterizó erróneamente al desafío que suponen los cárteles de la droga mexicanos como una forma de insurgencia".
"Mis comentarios no son ni nunca han sido la política del Departamento de Estado o del gobierno de Estados Unidos hacia América Latina. Lamento que mis declaraciones inexactas pudieran haber causado preocupación en nuestros socios y amigos de la región, especialmente en México", agregó.
"Lo que no quiero es que algún día nos veamos en la situación de enviar soldados estadounidenses (…) para obtener información o combatir la insurgencia en violación a la Constitución", concluye el mensaje.
CNNMéxico contactó a la Cancillería mexicana para saber si habrá una respuesta a las declaraciones de Westphal, pero personal de comunicación social indicó que de momento no se fijará una postura.
En diciembre de 2006, el presidente de México, Felipe Calderón, inició una ofensiva contra la delincuencia, en particular contra el narcotráfico. Desde entonces, más de 34,000 personas han muerto en hechos violentos relacionados oficialmente con el crimen organizado.
En varias ocasiones, funcionarios del gobierno estadounidense, incluido el presidente Barack Obama, han aplaudido la lucha del gobierno mexicano contra los cárteles del narcotráfico y afirman que ambas naciones deben cooperar para enfrentar ese problema común .
Algunos de ellos, como el zar antidrogas Gil Kerlikowske, han alertado que existen dificultades para encarar a los narcotraficantes mexicanos, como el hecho de que las organizaciones criminales diversifican sus actividades e incurren en el robo de combustible o autos y los secuestros.
El año pasado, la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, generó polémica al afirmar que el México actual se parece a la Colombia de la década de 1980 , cuando los cárteles del narcotráfico formaron un tipo de insurgencia que buscó derrocar al gobierno.
Las declaraciones de Clinton fueron criticadas por México y refutadas por otros líderes estadounidenses, como el propio Obama .