EU presionó para relegar las funciones del Ejército en Ciudad Juárez
La Embajada de Estados Unidos recibió información sobre el repliegue del Ejército en Ciudad Juárez para ceder el control a la policía federal, aún antes que las autoridades locales y estatales.
En un nuevo cable de WikiLeaks entregado al diario La Jornada , revela que las autoridades estadounidenses sabían desde diciembre de 2009 que el presidente mexicano, Felipe Calderón, autorizaría el cambio de fuerzas.
El entonces gobernador de Chihuahua, José Reyes Baeza y el presidente municipal de Ciudad Juárez, José Reys Ferriz, fueron informados sobre el cambio en seguridad en febrero, mientras que dos meses después se aplicó la medida.
Según los últimos cables de WikiLeaks sobre México, el embajador de Estados Unidos, Carlos Pascual, fue el primero en tener detalles sobre la transferencia de mandos en Ciudad Juárez.
Su despacho informó que la primer cifra de efectivos enviados sería de 1,800 y que éstos serían los mismos que las fuerzas antimotines que tomaron en octubre de 2009 las instalaciones de Luz y Fuerza del Centro en la capital del país.
La Secretaría de Gobernación, encargada de la política interna, informó en marzo de 2010 que a partir del 1 de abril, el Ejército cedería las tareas de seguridad pública en Ciudad Juárez a la Policía Federal, pero que los militares permanecerían en las inmediaciones de la urbe chihuahuense.
La dependencia señaló que desde abril de 2010 iniciaría una nueva etapa de la estrategia del gobierno federal "Todos somos Juárez. Reconstruyamos la ciudad" y terminaría el Convenio de Colaboración del Ejército Mexicano con el Municipio de Ciudad Juárez, por lo que las Fuerzas Armadas trasladarán "paulatinamente" la responsabilidad de la seguridad pública a las autoridades civiles, primero federales y después estatales y municipales.
Carlos Pascual informó a Washington del cambio del poder el 25 de enero, dos meses antes del anuncio oficial.
El embajador explicó que el cambio de estrategia en la considerada urbe más violenta de México fue resultado de un intenso compromiso entre los dos países y la insistencia estadounidense en la necesidad de profesionalizar a la policía y a las instituciones judiciales.
En abril de 2010, el entonces alcalde de Ciudad Juárez, José Reyes Ferriz, dijo que con la salida del Ejército se agilizarían las operaciones de seguridad en la urbe y la población podría recuperar la confianza en la policía.
Sin embargo, en noviembre pasado, el subsecretario general del gobierno estatal, Carlos Silveyra Saito, dijo que el Ejército volvería a patrullar las calles de Ciudad Juárez para reforzar la seguridad en la urbe.
Según la Fiscalía General de Chihuahua, el número de asesinatos durante 2010 superó los 3,000 . En 2007, la cifra total de asesinatos fue de apenas 300. En tres años hubo un aumento de un 900%, según los conteos de la fiscalía estatal.