Tornados de fuego impiden combate directo al fuego en Coahuila
Los cambios de dirección del viento han provocado la formación de tornados de fuego en la zona de Múzquiz, Coahuila, donde se registran dos incendios forestales que han arrasado con 193,000 hectáreas .
Un video grabado por brigadistas de la Comisión Nacional Forestal de Durango el pasado lunes en el predio Cimarrón muestra la formación de un torbellino sobre una área incendiada. Al día, se registran de tres a cuatro cambios de dirección del viento.
Los torbellinos pueden arrastrar el fuego más de medio kilómetro esparciendo material inflamable sobre zonas ya controladas o que no habían sido afectadas, explicó el gerente estatal de la Conafor de Coahuila, Alejandro Piñón Ruiz a CNNMéxico.
Los brigadistas, que han vivido en la zona durante el último mes, no pueden combatir el fuego directamente por el riesgo que significaría quedar atrapados en la formación de uno de estos tornados, inusuales en la región, explicó Piñón Ruiz quien se encuentra a cargo de las operaciones en la zona.
Los tornados han complicado las acciones de los equipos de combate. Hace 15 días, un fenómeno similar provocó que el fuego se esparciera más allá de una región considerada dentro de control, dijo Piñón Ruiz.
Las prioridades de las autoridades son cuidar la vida de los brigadistas, evitar que el incendio se esparza a aéreas de arbolado y con población y trabajar para cuidar la integridad de los ranchos, que poseen las infraestructuras más afectadas.
La estrategia para evitar que el incendio alcance zonas vulnerables es llamada anclar el fuego, que consiste en dirigir el fuego a un aérea donde su extinción sea más sencilla. El siniestro alcanzó una pequeña parte de la reserva ecológica Maderas del Carmen.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Secretaría de Medio Ambiente (SEMARNAT) realizarán un censo de los ranchos afectados y de los que tengan suministros para poder alimentar a los animales cuyos pastizales han sido devastados, dijo Piñón Ruiz.
Los brigadistas, “los héroes de esta tragedia”, como los calificó Piñón Ruiz, encontraron un oso muerto a causa de los incendios y un osezno perdido que será entregado a la Profepa para hacerse cargo de él. Hasta ahora, los daños en la fauna no han sido cuantificados y más de 200,000 hectáreas son monitoreadas pero no pueden sobrevolarse.
Las condiciones meteorológicas y la aparición anticipada a la época de lluvias provocaron que el incendio, que supera la extensión del Distrito Federal , no pueda ser controlado fácilmente y se tema su expansión a más rancherías, donde se han registrado daños a la infraestructura.