La vida se normaliza en Cancún tras el paso de la tormenta 'Rina'
A pocas horas del paso de la tormenta Rina por Cancún , los turistas regresan a las playas a disfrutar del cielo despejado y de los rayos de sol que ya comienzan a asomarse. Todavía se esperan lluvias fuertes y oleaje en el oriente de Yucatán y en el norte de Quintana Roo, de acuerdo con el Sistema Meteorológico.
Mientras los visitantes gozan de las actividades recreativas que los empleados de los hoteles les preparan, trabajadores del gobierno municipal retiraban las ramas y la basura que dejó la ya depresión tropical en la avenida principal de la zona hotelera.
En el aeropuerto Internacional de Cancún, donde el jueves se cancelaron al menos 150 vuelos, la mayoría de ellos internacionales, las operaciones empezaron desde las 8:30, cuando arribó el primer avión. Sin embargo, todavía se tienen registradas 49 cancelaciones, las cuales podrían disminuir en el transcurso de la tarde, según el vocero del grupo Aeroportuario del Sureste (Asur), Eduardo Rivadeneyra. La cifra oficial en la terminal aérea aún es de 180 operaciones.
Desde las 23:00 de la noche del jueves, cuando las autoridades estatales emitieron la alerta roja, el acceso a las playas se cerró y se mantuvo así hasta las ocho de la mañana de este viernes, cuando se decretó alerta naranja y se iniciaron los trabajos de limpieza.
Miles de personas fueron evacuadas de islas y zonas costeras , a la vez que la pesca fue prohibida y se instalaron varios refugios. Entre los evacuados estaban 50,000 residentes del estado de Quintana Roo, donde se encuentran los destinos turísticos de Cancún y Cozumel.
"La buena sorpresa" de ver un huracán
Las lluvias y los vientos no minaron el ánimo de gran parte de los 28,000 turistas que vivieron el paso de Rina en Cancún . De hecho, para algunos, como Dina McIntire, de Texas, el miedo que sintió durante casi todo el jueves fue una experiencia muy grata, pues los hoteles les brindaron atención especial. “Hicieron todo lo posible por hacernos sentir no sólo seguros, sino felices”, dijo McIntire.
“Nunca imaginé pasar por algo así y la experiencia fue diferente, pero divertida porque aunque hubo mucho viento y lluvia, en el hotel estuvo abierto el bar toda la noche, hubo show, karaoke… como estar en una fiesta”, describió.
Adriana Amezcua, quien llegó de la Ciudad de México el domingo pasado, declinó las ofertas de entretenimiento y prefirió mantenerse en su habitación junto con sus hijos de ocho y 12 años, quienes en un principio se asustaron por la tormenta eléctrica durante la noche.
“Nunca me imaginé vivir un huracán, aunque esto fue sólo una tormenta, el ruido del viento y los rayos me tenían muy asustada, y mis hijos al principio lloraron de miedo, pero finalmente todo se calmó”, aseguró Adriana, quien consideró “una buena sorpresa” la oportunidad de ver de cerca las afectaciones que normalmente ve en televisión.
Para al mediodía, el sol ya calentaba el ambiente y los turistas paseaban tranquilamente por calles, centros comerciales y playas, disfrutando de algunas bromas de los establecimientos sobre los escasos efectos de Rina.
El titular de la Secretaría de Turismo en Quintana Roo, Juan Carlos González, aseguró que la prevención fue la clave para que los daños de Rina en el estado fueran “las mínimas posibles”, y espera que la actividad turística de Cancún “retome el curso normal en un par de días”.
Rina se degradó este viernes a depresión tropical mientras continuaba su camino hacia el noreste de la Península de Yucatán, según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).