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Calderón despide a Blake Mora, su amigo "leal", con el evangelio de Mateo

El mandatario encabezó el homenaje de Estado a su segundo secretario de Gobernación fallecido durante el sexenio
sáb 12 noviembre 2011 09:36 PM

Felipe Calderón perdió a otro amigo, otro leal de su equipo. Ahora fue Blake como le decía afectuosamente el presidente mexicano al secretario de Gobernación José Fransico Blake Mora, y con el que aseguró compartió valores, ideales y sueños.

Al igual que en la ceremonia del fallecido exsecretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, Calderón, practicante de la religión católica, parafraseó un versículo del evangelio de San Mateo.

“Bienaventurados los limpios de corazón, bienaventurados los que por causa de lo alto son insultados y se diga toda clase de calumnias en su contra, porque su recompensa será grande”, dijo tras la muerte de Mouriño.

Esta vez, el mandatario cerró su discurso parafraseando otro capítulo del mismo evangelio: “(…) los hombres justos. Serán saciados de la justicia que estuvieron sedientos (...) Y aquí, en la tierra, su ejemplo y su memoria perdurará siempre, porque también está escrito que los justos resplandecerán como el sol.”

La foto que precedía su féretro, colocado unos metros delante de los del resto de las víctimas, mostraba a un Blake de traje con las manos a los costados y de semblante serio, “discreto y eficaz” cuyo “afán no fue ganar la primer plana” pero si negociar, dialogar y construir acuerdos, así describió Calderón al que dijo era uno de sus amigos entrañables.

Estas capacidades, aseguró el mandatario mexicano, ayudaron a su administración en la coordinación del Gabinete de Seguridad, a impulsar y consolidar la Reforma Política , a iniciar el diálogo sobre temas de seguridad con políticos, empresarios, organizaciones sociales y fortalecer el apoyo a las víctimas de la lucha contra la delincuencia.

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Una más de sus principales cualidades era su “lealtad a toda prueba”, necesaria para ser parte del primer círculo del presidente.

Lealtad que Blake, como Juan Camilo Mouriño –segundo secretario de Gobernación y quien murió en 2008 también en un accidente aéreo– forjó desde hace años, cuando ambos eran diputados federales por el Partido Acción Nacional en el año 2000, y tenían como coordinador de bancada a Felipe Calderón.

Entre el gabinete, esta vez, no hubo sollozos –como en la ceremonia de Mouriño- todos permanecían con semblante serio pero tranquilo. El presidente Calderón, dejaba ver en el tono de su voz el coraje y la impotencia de quien revive un suceso doloroso. Fue enérgico, al hablar de los funcionarios que perdieron la vida en el accidente aéreo y pidió, alzando la voz, trabajar unidos y seguir luchando para transformar a México.

Música y aplausos

Los féretros arribaron en medio del silencio absoluto de los asistentes al Campo Militar Marte, el lugar en el que el viernes Blake y las ocho personas que lo acompañaban abordaron el helicóptero Super Puma del Estado Mayor Presidencial, a las 8:45 horas (local) con rumbo a Cuernavaca, en el central estado de Morelos.

Cada uno fue cubierto por una bandera y precedido por la foto de cada una de las víctimas , la que mostraba una gran sonrisa era la de Diana Sánchez, secretaria técnica de la oficina de Blake que destacaba al centro de la fila.

A los lados se mostraban las imágenes del teniente Mayor René de León Sapien, los tenientes de la Fuerza Aérea, Felipe Cortés y Pedro Ramón Escobar, el sargento Jorge Luis Juárez Gómez, y el subsecretario de Asuntos Jurídicos, Felipe Zamora, y el director general de Comunicación Social de la Segob, José Alfredo García Medina.

En las gradas, funcionarios, políticos e invitados aguardaban en silencio. Después vendrían las palabras del presidente.

Calderón tocó varias veces el féretro de Blake mientras montaba la guardia con la cabeza baja; a su lado estaba su esposa, Margarita Zavala y Juan Silva Meza, presidente de la Suprema Corte de Justicia. Del lado izquierdo los presidentes del Congreso mexicano. Al terminar la guardia, Margarita tomó la mano de Calderón mientras caminaban hacia donde se encontraba el gabinete.

La orquesta del Ejército mexicano interpretaba la Marcha fúnebre en tanto elementos de la Policía Federal doblaban las banderas que cubrían los ataúdes. Cuando la música cesó, la pareja presidencial dio el pésame a cada una de las familias. Calderón abrazaba a los deudos, y Margarita besaba a las viudas y a los huérfanos.

“Entregar las cuentas claras”

A diferencia del mensaje que dio en la ceremonia luctuosa de Mouriño, –justo a la mitad del sexenio –, en que Calderón habló en tres ocasiones del futuro y aseguraba, entonces “hoy más que nunca es momento de mirar hacia el futuro”, esta vez, ese futuro solo mereció una mención del mandatario.

En cambio, habló de “entregar buenas cuentas a la Nación y a la historia”, a un año de dejar el poder.

En esta ocasión, como hace tres años, la muerte del encargado de la política interna del país se da a ocho meses de los procesos electorales federales para renovar el Congreso, a los cuales se suma en 2012 la elección de un nuevo presidente de la República.

Y a un día de la elección de gobernador para el oriental estado de Michoacán, en la que Luisa María Calderón, la hermana del presidente, es una de las candidatas.

Nuevamente, como hace tres años, las pugnas preelectorales y de partidos hicieron una pausa. Humberto Moreira, exgobernador de Coahuila y actual presidente del PRI, quien han sido acusado por el PAN y el PRD de los malos manejos de las finanzas del estado y la implicación de funcionarios en la falsificación de documentos para la contratación de préstamos, acudió al Campo Marte, y saludó al presidente.

Llegar a la verdad

Ante los familiares de las víctimas, Calderón prometió una investigación “minuciosa” para conocer con precisión las causas del accidente; la cual será exhaustiva y contemplará todas las evidencias e indicios disponibles, destacó el mandatario.

Unas horas antes, se dieron a conocer las primeras investigaciones sobre el accidente que indican que el piloto pudo cambiar la ruta original para evitar la neblina . Las revisiones de los peritos indican que el helicóptero no sufrió daños por explosión o fuego, según detallo el Secretario de Comunicaciones y Transportes, Dionisio Pérez-Jácome, quien tiene a su cargo la investigación.

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